Shabat es descanso: Shabat es una isla de tranquilidad en la tormenta de trabajo, ansiedad, lucha y tribulación que caracteriza nuestro diario vivir durante los otros seis días de la semana.

Por aproximadamente 25 horas a la semana, el mundo literalmente frena: el negocio está cerrado, el coche permanece estacionado, el teléfono deja de sonar, la radio, la TV y la computadora están apagadas, y las presiones y preocupaciones de la vida material se desvanecen detrás de una cortina de paz. Como cesamos toda creación relacionada con el mundo físico, nuestro foco se centra en el interior –en la familia y amigos, en nuestro yo interior, nuestra alma.

Shabat es conocimiento: En Shabat recordamos que el mundo no es nuestro para hacer con él lo que nos parezca, sino es la creación de Di-s. En Shabat también recordamos que Di-s nos sacó de Egipto y decretó que nosotros nunca mas seriamos esclavos de ningún amo —nuestros trabajos, necesidades financieras y materiales, son las herramientas con las cuales nosotros satisfacemos nuestro propósito divino, no los amos de nuestras vidas.

Shabat es identidad judía: Shabat es la novia de Israel, el compañero espiritual del pueblo judío. Es una de las maneras de mayor alcance, de renovar nuestro judaísmo y transmitirlo a nuestros hijos. Hemos sido fieles al Shabat en cada lugar, cultura y circunstancia que a lo largo de nuestra historia de 4.000 años hemos visitado —desde los gloriosos días del Rey Salomón hasta la noche negra de Auschwitz. En las palabras de un famoso escritor judío, “Más que los judíos han cuidado el Shabat, el Shabat ha cuidado a los judíos. ”

Shabat es placer: Shabat es una deliciosa comida, una mesa bien servida, el resplandor del candelabro, el dulce sonido de los cánticos, sueño placentero. A lo largo de la semana, nuestro disfrutar de las bendiciones de la vida enfrenta cierto desafío: somos seres físicos dentro de un mundo físico, y debemos ser siempre cuidadosos que el placer no nos hunda en la decadencia. Pero en Shabat, el cuerpo y el alma se elevan a un nivel más alto, a un plano espiritual, por ello el placer del Shabat con buena comida, bebida y descanso, se convierte en una mitzvá, una acción divina.

Shabat es espiritualidad: Shabat es el alma de la semana – la energía que revitaliza nuestra semana y la finalidad hacia la cual nuestro esfuerzo se centra. Los Cabalistas enseñan: En Shabat todas las acciones de la semana anterior alcanzan su finalidad y elevación, y en el Shabat todos los planes para la semana próxima son bendecidos. El observar el Shabat asegura la bendición de Di-s para el éxito de nuestra semana entera, e infunde propósito y significado a nuestra existencia a lo largo de la semana.

Shabat es probar el mundo venidero: “En ese tiempo no habrá hambre o guerra, ni celos o rivalidad. La buena voluntad será abundante, y todos los manjares abundaran como el polvo. La ocupación del mundo entero será solamente, conocer a Di-s.”.Esta es la forma en que los profetas y los sabios de Israel describen la Era Mesiánica —”el séptimo milenio” que constituirá la culminación de seis milenios de historia y de esfuerzo para hacer de este mundo una “morada para Di-s”. Shabat nos da la posibilidad de probar este mundo futuro cada semana.

Y de la misma forma que cuando probamos algo delicioso, uno no puede entender realmente qué es Shabat hasta que lo experimenta por si mismo. En resumen, la única respuesta a “¿Qué es Shabat?” es: ¡Inténtelo!

Fuente: Chabad