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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

El Ministro de Defensa, Moshé Yaalón, fue tratado en su visita a Washington como si tuviera el virus de ébola. La Administración del presidente norteamericano, Barack Obama, se tomó el trabajo de impedir que se entrevistara con cualquier otro alto oficial que no fuera su homólogo estadounidense, Chuck Hagel.

La embajadora de en la ONU, Samantha Power, no fue avisada a tiempo, y ya había dado su consentimiento para una reunión con Yaalón. No obstante, no le dio respiro al titular de Defensa, y le obligó a escuchar el desagrado de Washington con la construcción de asentamientos del otro lado de la Línea Verde.

Los pedidos que hizo Yaalón para entrevistarse con el vicepresidente Joe Biden, el secretario de Estado John Kerry, y la Asesora de Seguridad Nacional, Susan Rice, fueron rechazados, según filtraron  el Departamento de Estado y la Casa Blanca para humillarlo.

Fuentes muy cercanas a Yaalón defendieron al ministro alegando que “el objetivo era encontrarse con el estamento de seguridad y eso es lo que pasó”.

Sin embargo, el ministro de Finanzas, Yair Lapid, no titubeó en hacer leña del árbol caído admitiendo que “Hay una crisis con los norteamericanos y debe ser tratada como una crisis”.

“No debemos fingir que no hay una crisis”, apuntó Lapid. “Nuestras relaciones con Estados Unidos son vitales y debemos hacer todo lo que se pueda para poner fin a esta crisis”.

El golpe bajo que le propinaron a Yaalón en Washington es una vendetta por sus anteriores declaraciones sobre Kerry. El titular de la cartera de Defensa dijo en una reunión a puertas cerradas que el jefe de la diplomacia norteamericana era un “mesiánico obsesivo” y añadió que “lo único que nos puede salvar de Kerry es que gane el Premio Nobel de la Paz y nos deje tranquilos”.

A diferencia de su predecesor, Ehud Barak, que aprovechaba sus visitas a Washington para emprender iniciativas diplomáticas, a Yaalón la Administración estadounidense le rechazó ese privilegio.

Los ministros de Defensa anteriores eran honrados con un encuentro sorpresivo con el presidente, que se detenía a charlar con su invitado israelí incluso sin haber hecho una cita previo, un gesto que no le fue concedido a Yaalón, que no alcanzó a ver la Casa Blanca ni siquiera desde lejos.

En marzo pasado, en una conferencia a puertas cerradas, divulgada por el diario Haaretz, Yaalón criticó duramente la política exterior de Estados Unidos, sobre todo en relación a Irán, implicando que Obama está evitando tomar acción, y prefiere en vez de eso de dejar el asunto para su sucesor. “La gente sabe que Irán está haciendo trampa”, manifestó, “pero los cómodos occidentales prefieren posponer el enfrentamiento. Si es posible, para el próximo año, o para el próximo presidente. Pero al final, eso va a explotar”.

Yaalon añadió en esa oportunidad si el gobierno norteamericano sigue mostrando debilidad en la escena internacional, su seguridad nacional sufriría un duro golpe. “Si te sientas y esperas en tu casa, el terrorismo regresará”, advirtió. “Incluso si te pones de cuclillas, vendrá. Esta es una guerra de civilizaciones. Si usted transmite una imagen de debilidad; el mundo no se lo retribuirá. Nadie va a reemplazar a Washington como policía global. Espero que Estados Unidos recupere su sensatez. Si no lo hace, desafiará al orden mundial, y será el propio Estados Unidos el que sufrirá”.

Fuente:aurora-israel.co.il