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En su primer discurso ante la Knesset como ciudadano número uno de Israel, el Presidente Reuven Rivlin expresó que el reciente conflicto del verano destapó la violencia y el racismo, llamando a los políticos a manifestarse en contra de ambos fenómenos.
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¨Henos aquí reunidos tras un verano difícil y sangriento,¨ apuntó Rivlin. ¨Durante este largo verano, nos unimos contra el enemigo externo, pero desgraciadamente, también marcamos enemigos internos.¨
‘Pequeño judío mentiroso,’ me decían mis propios críticos. ‘Agente de árabes’, ‘Traidor, líder de Hezbolá,’ Ve a ser presidente en Gaza,’ y estos son sólo parte de los insultos que he recibido por cosas que he dicho en distintas ocasiones, todo el pueblo escucha estas voces,¨ dijo y añadió que todos estamos expuestos a estos insultos. ¨Todos somos iguales ante este tipo de violencia, que no se detiene en las redes sociales, y no se dirige contra figuras públicas únicamente. Esta violencia se encuentra entre nosotros, en nuestras calles, en las manifestaciones y escuelas.¨
¨Ante esta realidad, ustedes, nosotros, los reunidos aquí debemos preguntarnos cuál es nuestra parte en esto. No debemos callar. Nuestro silencio es peligroso. Esta casa ha presenciado fuertes disputas y polémicas, incluso gritos en medio de discusiones intensas que forman parte de este país y de la política, pero considero que precisamente el silencio ante el deterioro de los valores comunes es el más ensordecedor.¨
¨¿Cómo es posible que la expresión de nuestros valores como estado judío y democrático, como estado democrático y judío se perciba por unos como heroísmo y por otros como traición? ¿Alguien aquí considera que quemar una mezquita no es un delito? ¿Alguien piensa que arrojar piedras contra el tren ligero en Jerusalem y contra automóviles de judíos no es un crimen?
Rivlin finalizó su discurso diciendo que durante algún tiempo ha observado que ¨nos hemos quedado sin palabras, hemos adoptado la violencia.¨
¨Señores y Señoras: Si palabras como estado de derecho, democracia, polémica, sionismo y asentamientos son razones para levantar cargos por traición o fascismo, ni siquiera una constitución nos ayudará.¨
Fuente: Haaretz, Times of Israel.
