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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Se suponía que iban a ser el “nuevo” ejército libio. En su lugar, se volvieron locos en las calles de Cambridge, agrediendo a extraños y violando brutalmente a una joven.

El mantra de que tenemos que formar a las fuerzas de gobiernos amigos y, para el caso, a los grupos rebeldes, puede haberse convertido en un elemento básico de cada intervención occidental del siglo 21 en Oriente Medio, pero a veces las cosas simplemente van mal. Realmente mal.

Se suponía que una nueva generación del ejército libio sería entrenada en Occidente como parte de los esfuerzos internacionales para reconstruir el país tras el derrocamiento de Muamar el Gadafi. Reclutas seleccionados a dedo fueron invitados a la Inglaterra rural para la formación básica de la infantería y los comandos junior,  pero los problemas se  sucedieron desde su llegada el pasado junio –indisciplina, mal comportamiento y nulo interés por las enseñanzas militares-, y en los últimos nueve días se han disparado el número de agresiones sexuales –a mujeres y hombres.

El pasado martes, el Ministerio de Defensa británico anunció que 300 alumnos serían enviados a casa después de una serie de agresiones sexuales perpetradas contra los residentes de Cambridgeshire, que culminaron con la presunta violación en grupo de una joven.

Gran Bretaña se había comprometido a capacitar a 2.000 reclutas libios en total, pero ese compromiso ahora está bajo revisión.

Cadetes del Ejército libio, en cuarteles en Bassingbourn, están acusados de haber salido del campamento militar para  realizar redadas en la ciudad universitaria cerca de Cambridge, donde se registraron una serie de ataques sexuales en las calles.

Dos de los reclutas han admitido agresiones sexuales y un robo de bicicleta en la plaza del mercado en pleno centro del casco antiguo. También se declararon culpables de amenazas en una oficina de la policía. Otro cadete, de 18 años, ha sido acusado de tres agresiones sexuales.

En total, la policía ha investigado, en el plazo de nueve días, los informes de 11 agresiones sexuales en el centro de Cambridge. El más grave de los que se llevó a cabo es en Christ’s Piece, que está entre los institutos Jesús y Emmanuel.

El domingo 26 de octubre, un hombre de unos 20 años presuntamente fue abordado por dos soldados libios que lo asaltaron sexualmente. Moktar Ali Saad Mahmoud, de 33 años, e Ibrahim Abogutila, de 22 años, fueron acusados de esta violación.

Andrew Lansley, diputado conservador del sur de Cambridgeshire, dijo que había apoyado inicialmente la idea de dar la bienvenida a los libios en la zona pero el comportamiento de aquellos estacionados en Bassingbourn le había obligado a escribir al Ministerio de Defensa y pedir el fin del programa.

“Con pesar tengo que decir que el programa no ha funcionado como esperábamos. Está claro que la estipulación de que no habría ninguna salida no autorizada de la base no se ha respetado, y las consecuencias han sido inaceptables, dijo al Cambridge Evening News.

“Como he expresado hoy al Ministerio de Defensa, ya no veo otra alternativa que la de rescindir el contrato y repatriar a los aprendices actualmente en la base. Tal como están las cosas, no se podría traer a más grupos de alumnos aquí desde Libia”, señaló.

El año pasado, Gran Bretaña, Estados Unidos y los miembros europeos del G-8 se comprometieron a entrenar a más de 7.000 soldados libios que formarían el corazón de un nuevo ejército que permitiría al Estado recuperar la estabilidad en las secuelas de una sangrienta guerra civil.

En un comunicado, el Ministerio de Defensa admitió que se había visto obligado a cancelar el resto del programa de formación. “Los reclutas regresarán a Libia en los próximos días”, dijo un portavoz. “Como parte de nuestro apoyo continuo para el gobierno libio, revisaremos la mejor manera de entrenar a sus fuerzas de seguridad, incluyendo si la formación de nuevos tramos de reclutas en el Reino Unido es el mejor camino a seguir”, concluyó.

 Fuente: The Daily Beast

Traducción: Silvia Schnessel