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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

La edición 34 de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ) arrancó actividades con una reflexión sobre el problema de la industria editorial, que corresponde a la ausencia de una política pública integral del Estado respecto al libro, dijo José Ignacio Echeverría.

Durante la ceremonia de entrega del Premio Nacional Juan Pablos al Mérito Editorial en el Teatro de las Artes, tras la inauguración de actividades de la FILIJ en el Cenart, el presidente de la Cámara Nacional de Industria Editorial Mexicana (Caniem), lamentó que México haya perdido “el liderazgo que una vez tuvimos como principal industria editorial”.

Las pocas librerías per cápita, una legislación fiscal que divide el trabajo editorial, “un presupuesto raquítico” para preservar bibliotecas e iniciativas legales que ignoran derechos de autor e intelectuales, dan como resultado la ausencia de una política pública integral devenida del Estado, sobre el libro.

Echeverría señaló que no hay un país en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) donde el mercado limite la participación del sector privado, en cuanto a libros se refiere.

“Parece que estamos destinados a ser el único sector que en una economía abierta del mundo occidental continúe con restricciones a la participación de ciudadanos (…) En todo admitimos competencia y libertad de participación menos en el sector más clave para el país, la educación”.

En este sentido, el presidente de la Caniem no sólo se refirió al libro de texto, “sino a los sectores que al amparo de un subsidio de los contribuyentes han hecho que la industria editorial y otras que la acompañan, se encuentren en un estado de enanismo”.

RECURSOS EDITORIALES.

Sobre la situación, Echeverría comentó que poco puede hacer Conaculta en apoyo a su gremio, “pero lo mínimo que hace, lo hace bien, aunque es necesario dotar de los presupuestos necesarios para su actividad”.

Como dato, dijo que en 2002 el presupuesto para libro por niño era de 33 pesos, cifra que disminuyó en 2013 cuando la cifra se redujo a 5.4 pesos, “algo que no cuaja con el interés tan difundido por la lectura”.

Sin embargo, resaltó que el Estado sí otorga recursos para las exportaciones de productos audiovisuales, como las telenovelas; por lo que en alusión al activista Martin Luther King dijo: “yo tengo un sueño, y es que los valores de exportación del libro mexicano sean parecidos a los del libro español, que ronda los 4 millones de dólares anuales”.

INDUSTRIA EDITORIAL PRIVADA.

Previo a esta reflexión, el presidente de Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, explicó que el interés de Conaculta es “tener una industria editorial privada muy fuerte, por eso hemos tratado de cambiar algunos criterios que facilitan el trabajo en conjunto, para que la Dirección General de Publicaciones no se convierta en una editorial más que venga a ocupar un espacio”.

Señaló que los libros que se producen a través de Conaculta “van de la mano de la industria privada, a través de convocatorias públicas y transparentes, con la finalidad de dar continuidad al trabajo editorial”. Como parte de la inauguración de actividades de la FILIJ, que hasta el 17 de noviembre ofrecerá más de dos mil actividades, la Caniem entregó el Premio Nacional Juan Pablos al Mérito Editorial 2014, que este año fue para Enrique Krauze.

Fuente:cronica.com.mx