ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Lo peor que puede suceder ahora es que la comunidad internacional apruebe un acuerdo que permita a Irán convertirse en potencia nuclear y se remuevan las sanciones. Esto sería un desastre de proporciones históricas.

Saludos a todos ustedes, amigos míos, los presentes en la Asamblea General 2014. Saludos desde Jerusalem- la eterna capital unificada del pueblo judío.

Es importante tener amigos como Estados Unidos y Canadá, pues estas alianzas son esenciales para cualquier nación, especialmente para un país como Israel que enfrenta tantos retos a diferencia de otros. Sin embargo, ninguno de estos retos es más importante que la amenaza que representa Irán con sus ambiciones nucleares.

Nuestra meta no debe ser sólo impedir que Irán desarrolle armas nucleares hoy, sino evitar que las desarrolle mañana.

Irán se compromete abiertamente a la destrucción de Israel.Incluso en el proceso de sus negociaciones para un acuerdo nuclear con las potencias mundiales, su supremo líder, Ayatola Khameneí insta descaradamente a la aniquilación de Israel. Estas no son mis palabras, sino las suyas: ¨Aniquilación de Israel.¨Esto lo expresó nuevamente hace tres días a través de su cuenta de Twitter. Esa es aparentemente la idea de modernidad del régimen iraní – twitear acerca de la aniquilación de Israel.

Pero me temo que estas no son únicamente palabras, no son sólo declaraciones que se avientan al aire, lo cual causa suficiente daño. La salvaje retórica del régimen de Irán está respaldada por acciones criminales.

Irán arma, capacita, financia a los grupos terroristas de Hamas y la Jihad Islámica. Los abastece a ellos y a su principal representante terrorista, Hezbolá con decenas de miles de cohetes para dispararlos contra la población israelí. Irán comete crímenes y provoca caos en todo el Medio Oriente – Siria, Irak, Líbano, Gaza, Yemen y otros países. Ha difundido un reino de terror en cinco continentes – desde Banghok hasta Burgas, e incluso lo intentó en Washington D.C.

La barbarie de Irán en el exterior coincide con su brutalidad en el interior. El régimen del Ayatola ejecuta a opositores políticos, religiosos y minorías étnicas, homosexuales, feministas y periodistas. Estas ejecuciones han aumentado, no disminuido bajo el supuestamente moderado régimen de Rouhaní.

Así es como Irán actúa sin armas nucleares; ahora imaginen ustedes cómo procederá tras un acuerdo que le permite convertirse en potencia mundial.

Amigos míos,

Es obvio que Irán desea que se remuevan las sanciones que han tenido un impacto devastador en su economía. También es obvio que Irán no desea desmantelar su programa de armas nucleares a cambio de retirar las sanciones.

Desafortunadamente, en lugar de mantenerse firme y demandar que Irán desbarate su programa, según los reportes que espero no sean verdaderos, la comunidad internacional está dispuesta a dejar el programa nuclear de Irán casi intacto. Ellos esperan confiar en informes de inteligencia y en los inpectores para impedir que Irán desarrolle armas nucleares.

En mi opinión, este sería un mal acuerdo y un gran error. Debemos reconocer nuestros límites para recaudar información de inteligencia. Recuerden – por años las agencias de inteligencia de Israel y de Estados Unidos no lograron descubrir las instalaciones secretas de enriquecimiento en Natanz y Qom. Según esos antecedentes, no hay razón para suponer que nuestros servicios de inteligencia serán perfectos en el futuro.

En cuanto a los inspectores, ellos no fueron capaces de impedir que Korea del Norte adquiera la bomba. Y si los diez años que la Organización Internacional de Energía Atómica persigue a Irán es una indicación, los inspectores tampoco evitarán que este país adquiera armas nucleares. La misma OIEA informó la semana pasada que Irán continúa ocultando a los inspectores internacionales en Irán los elementos más sospechosos de su programa nuclear.

Señoras y Señores,

Algunas personas han sugerido que Irán puede ayudarle a Estados Unidos a resolver los problemas del Medio Oriente, pero Irán no es parte de la solución, sino una gran parte del problema. El Estado Islámico de Irán no es socio de Estados Unidos, sino su enemigo y debe ser tratado como tal – manteniendo las duras sanciones contra el régimen; asegurando que la comunidad internacional hará lo que sea necesario para impedir que Irán logre producir la bomba.

Por lo tanto,lo peor que puede suceder ahora es que la comunidad internacional apruebe un acuerdo que permita a Irán convertirse en potencia nuclear y se remuevan las sanciones. Esto sería un desastre de proporciones históricas que fortalecerá a los terroristas representantes de Irán en la región. Provocaría una carrera de armas nucleares entre sunníes y chiíes poniendo en peligro al planeta entero, representando un gran peligro para el estado de Israel obviamente.

Israel no puede permitir que un régimen comprometido a su destrucción desarrolle las armas para lograrlo.

Pero la alternativa a un mal acuerdo no es la guerra, sino permitir que las sanciones actuales e incluso otras más severas se mantengan hasta lograr que Irán desbarate sus capacidades nucleares militares. Retirar las sanciones antes de alcanzar el objetivo es abandonar la esperanza de una solución diplomática genuina.

Este es el motivo por el que todo gobierno responsable debe centrarse en impedir un mal acuerdo al mismo tiempo que se presiona a Irán. Asimismo, todo gobierno responsable debe ayudar al Presidente Obama en su esfuerzo por debilitar y combatir a ISIS. Pero como señalé ante las Naciones Unidas hace unos meses, vencer a ISIS y permitir que Irán se convierta en potencia nuclear sería como ganar la batalla y perder la guerra.

El mayor peligro ante nuestro mundo es que las fuerzas del Islam militante adquieran la bomba. Eso nunca debe permitirse, por el bien de Israel, por la paz en el Medio Oriente, por la paz y la seguridad del mundo entero.

Señores y Señoras,

Mientras trabajamos para impedir el gran peligro de un Irán con armas nucleares, debemos actuar con firmeza para enfrentar el terrorismo y la incitación palestina.

En las últimas semanas, hemos presenciado un aumento dramático en los ataques terroristas contra judíos en todo el país, incluyendo aquí en Jerusalem. Estos ataques son acompañados de una campaña sistemática de incitación y calumnias sobre presuntas intenciones de Israel de cambiar el status quo, e incluso falsas acusaciones de que planeamos destruir los sitios sagrados del Islam. Estas son invenciones. Israel está totalmente comprometido a conservar el status quo. La semana pasada conversé con el rey Abdalá de Jordania y reiteré el compromiso de Israel para mantener el status quo religioso en el Monte del Templo.

Continuaré los esfuerzos para restaurar la calma, el silencio y la seguridad para que todos puedan gozar de la libertad religiosa garantizada por la ley israelí.

Pero siento decir que la Autoridad Palestina, que debiese unirse a los esfuerzos para calmar las tensiones, se adhirió a Hamas y otros radicales islamistas para atizar el fuego. El mismo Mahmoud Abbas llamó a los palestinos para impedir que los judíos suban al Templo del Monte, utilizando palabras como: ¨por todos los medios¨. El Presidente Abbas dicta que los judíos no deben pisar ahí, en el Monte de Templo, el lugar más sagrado en el judaísmo, donde los judíos han visitado tranquilamente durante años. Eso, es cambiar el status quo.

El Presidente Abbas elogió públicamente al terrorista de la Jihad Islámica que intentó asesinar al Rabino Yehuda Glick. Cito sus palabras: ¨…llegaría al cielo como mártir por defender los derechos de nuestro pueblo.¨ Y sólo hoy el Presidente Abbas acusó a los judíos de ¨contaminar¨ el Monte del Templo. Una vez más, esta incitación a la violencia va acompañada de historia revisionista con el objeto de deslegitimar al pueblo judío y el estado judío.

La página oficial de Fatah en Facebook niega que el pueblo judío tenga alguna conexión con el Monte del Templo, o que haya existido un templo en el Monte del Templo. Jerusalem, la Ciudad ancestral de David, así como la Tierra de Israel, es simplemente eliminada de los libros de historia de los palestinos.

Desafortunadamente, la comunidad internacional no acusa a los palestinos por este tipo de incitación y negación de la historia, y eso es trágico, porque esas distorsiones e incitaciones intervienen en los esfuerzos para lograr una paz genuina. En lugar de ayudar a promover la paz, muchos en la comunidad internacional causan retrocesos en la causa por la paz al convencer a los palestinos que pueden tener un estado sin hacer la paz con Israel.

Reconocer a un estado palestino sin exigir poner fin al pacto de la Autoridad Palestina con Hamas, una organización terrorista conocida internacionalmente es absurdo. Reconocer un estado-nación palestino sin exigir que los palestinos reconozcan el estado-nación del pueblo judío es injusto. Reconocer un estado palestino sin exigir poner fin a la incitación en los medios palestinos y escuelas oficiales es insensato. Y reconocer a un estado palestino sin demandar arreglos de seguridad para que Israel se proteja a si mismo y a la paz es peligroso.

Si se aborda el tema del estado palestino en el Consejo de Seguridad fuera del contexto de un acuerdo de paz con Israel debe rechazarse rotundamente. Si se presenta una resolución anti-israelí parcial ante el consejo, se debe rebatir categóricamente.

El conflicto israelí palestino no se resolverá explotando a las automáticas mayorías anti-israelíes en los organismos de las Naciones Unidas. Todo se puede aprobar ahí, pero esa no es la manera de lograr la paz. La una alternativa para la paz es mediante negociaciones sobre los temas esenciales.

Israel está listo para estas negociaciones; Israel está listo para la paz; yo estoy listo para la paz. Pero debe ser una paz genuina y duradera. Para eso, debemos tener un socio palestino comprometido a forjar esta paz genuina – un socio dispuesto a afrontar el terrorismo y poner fin a la incitación; un socio dispuesto a reconocer al estado -nación del pueblo judío; un socio dispuesto a considerar seriamente las legítimas necesidades de seguridad de Israel; un socio que desea el estado palestino no para continuar el conflicto con Israel, sino para ponerle fin de una vez.

Señores y Señoras,

Hoy, muchos países en la región desean dejar atrás el conflicto. Eso ofrece una esperanza. Algunos estados árabes sunníes están revaluando su hostilidad tradicional hacia Israel. Comienzan a entender que el peligro no viene de Israel, sino de militantes radicales sunníes como ISIS y de un Irán con armas nucleares.

Considero que una cooperación con estos estados – que están más dispuestos que nunca a colaborar para una paz y seguridad con Israel – puede abrir la puerta de la paz con los palestinos, creo que esto es posible. Pero para eso, necesitamos que la comunidad internacional respalde a Israel, exigir a los palestinos abandonar la incitación, demandar que trabajen por la paz.

Amigos míos,

A lo largo de 66 años, las comunidades judías en Norteamérica han contribuido dedicadamente a la construcción del Estado de Israel. Ustedes nos han ayudado a transformar a Israel en una potencia tecnológica a nivel mundial, en una maravilla para la medicina, las ciencias y la innovación, una democracia vibrante y dinámica. Han respaldado a Israel mientras forjamos los acuerdos de paz históricos con Egipto y Jordania y en el proceso de paz con los palestinos.

Así como ustedes respaldan a Israel, Israel está con ustedes en la lucha contra el antisemitismo; en el fortalecimiento de la identidad judía; en trabajar para garantizar que las próximas generaciones de judíos continúen comprometidas a nuestra extraordinaria colaboración; asegurando que todos los judíos en el mundo sepan que siempre tendrán un hogar en Israel.

Somos un pueblo. Compartimos una historia, y tenemos un destino.

Gracias a todos ustedes. Gracias por respaldar a Israel, me despido de ustedes desde Jerusalem.

Fuente: Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel.