AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Cada día aumenta la cantidad de casos de Trastornos Alimenticios como la Anorexia, Bulimia o el poco conocido Trastorno por Atracón. Al mismo tiempo, ha disminuido el promedio de edad en que comienzan a manifestarse estos desordenes en los niños. Se tenía la idea que este tipo de problemas era exclusivo de las mujeres, pero se ha demostrado que también se presenta en niños varones, y a gran escala. A la fecha, son trastornos que suelen presentarse durante la adolescencia.

La anorexia es una enfermedad específica caracterizada por una pérdida de peso auto inducida, acompañada por una distorsión en la percepción de la imagen corporal.

La bulimia es una adopción de conductas en las cuales el individuo se aleja de las formas de alimentación saludables, consumiendo comida en exceso en períodos de tiempo muy cortos (atracones), para después eliminar el exceso de alimento a través de vómitos o laxantes.

Los Trastornos por Atracón se han asociado mucho últimamente a síntomas de adicción, en especial a alimentos con alto contenido de azúcar, harina o sal. Se trata de un tipo de adicción que no busca evitar los síntomas de abstinencia, sino de un mal funcionamiento en los centros de recompensa del cerebro.

Estos trastornos hacen estragos en nuestra sociedad, y su tratamiento suele excesivamente caro. Desde la Comunidad Judía de México, tres mujeres, en un intento de apoyar a personas de escasos recursos, fundan la Clínica APTA. Lulú Levy, Tanny Levy y Jenny Cohen eligieron las siglas de APTA, que significan: Atención Psicológica de Trastornos de la Alimentación.

Tanny nos explicó: “La idea surgió hace unos años al ver un programa de López Dóriga, en el que Karla Iberia Sánchez entrevistó a una muchacha con un severo caso de anorexia, que no tenía adonde atenderse. Una clínica privada la acogió. Ahí nos dimos cuenta de que en México no teníamos una clínica especializada para la atención de personas con escasos recursos económicos y con este tipo de problemas. Junto con mi hermana Lulú, decidí iniciar el trabajo para lograr la fundación de una clínica. Hace dos años se incorporó Jenny Cohen como procuradora de fondos. Fernanda Tapia se enteró de nuestro proyecto y nos entrevistó en su programa Fernanda Familiar, y de inmediato comenzamos a recibir llamadas de padres solicitando nuestro apoyo.

Así comenzamos a trabajar extramuros; ahora tenemos un equipo de nutriólogas y psicoanalistas en diferentes zonas de la Ciudad de México, y dependiendo del lugar desde donde nos llamen, canalizamos a la gente con el personal en su zona”.

Lulú agregó: “Me estoy dedicando a la prevención, pues hemos aprendido que es lo más importante. Con Debby Amiga y Sharon Fala elaboramos un manual de prevención para padres, maestros y alumnos. También hemos dado pláticas en los colegios de la red judía. Nuestra intención es de llegar a todo México, y sobre todo enfocarnos a les escuelas públicas. Tratamos de retribuir a México… por todo lo que este país nos ha otorgado. Es una clínica sin fines de lucro, lo que queremos es ayudar”.

Jenny comentó: “La parte de recaudación de fondos es la más difícil. Los tratamientos son muy caros y se necesita cubrir análisis clínicos, hospitalización, terapias y muchas cosas más. Podemos decir que hemos encontrado un buen Patronato que está apoyando esta causa; pero se requiere más para llegar a las metas que nos estamos fijando. Una de estas es crear un panorama estadístico, que no existe en el país. Estamos muy agradecidos con todas las personas que nos están apoyando: sin ellos las cosas no saldrían cómo nosotros queremos. La casualidad nos llevó a una persona que tiene una hija con anorexia y le llegamos al corazón. Esta persona nos abrió la puerta para llegar a otras más que ya están en el Patronato”.

Podemos decir que esto ya no es un proyecto, sino una realidad a punto de poder inaugurarse. Estamos pensando en una casa, localizada por la zona de Lomas-Virreyes, para poder establecer la clínica que será de tratamiento externo; en caso de que se presente la necesidad de internar a una persona, se costeará por medio de becas ”, dijo Tanny.

Una cosa muy importante que yo ya estoy aplicando en mi casa y que recomiendo a todos es: a la hora de la comida no se habla de grasas, peso, puntos, “come” o “no comas”. Es un patrón que puede inducir a la anorexia, bulimia o a comer demasiado”, agregó Lulú para concluir.

Puede comunicarse a la Clínica APTA al teléfono es 5540-118, o consultar su página web en www.clinicapta.org