AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Durante los últimos días hemos oído mucho respecto a la propuesta de una nueva ley en Israel, por medio de la cual se definiría a esta nación como un Estado Judío.

Sin embargo, por la disolución del gobierno y la convocatoria a elecciones generales el próximo 17 de Marzo de 2015, la aprobación de esta propuesta de Ley quedó en suspenso.

Para ahondar en el tema, entrevistamos a Esther Shabot, periodista y especialista en temas del Medio Oriente, que NO apoya la aprobación de la ley. A la vez, publicamos los argumentos de Gabriel Ben Tasgal en el sitio “Hatzad Hashení”, quien dijo SÍ .

ACERCA DE LA LEY

  • Fue un planteamiento de ley del cual hubo tres borradores. El que quedó al final fue el elaborado por Zeev Elkin, miembro del Likud y de línea dura y extremista. Su idea es retomar un fragmento de la Declaración de Independencia del Estado de Israel, firmada por Ben Gurión, en el que se dice que Israel es el Estado del pueblo judío.
  • ¿Qué significa que proponen una Ley Básica? El concepto de Ley Básica de acuerdo a los principios Harari (1951) establece que en tanto y en cuanto no haya una constitución formal para Israel, se aprobarán Leyes Básicas que en el futuro recibirán un status superior a la ley primaria transformándolas en una constitución.

 

ESTHER SHABOT: POR QUÉ NO APOYO LA NECESIDAD DE APROBAR LA LEY BÁSICA ISRAEL- ESTADO NACIONAL DEL PUEBLO JUDÍO

 1) “Israel es el Estado del pueblo judío” es algo que ya está establecido desde 1948, pero esta nueva ley agrega que se reconocerán los derechos colectivos del pueblo de Israel, por ser lo que le da identidad y sustento al Estado. En cuanto a la población no judía, se les reconocen únicamente sus derechos individuales. Es decir que para los árabes o drusos israelíes, o cualquier otra minoría no judía que viva en Israel, a partir de esta ley no se les reconocerían derechos colectivos o grupales, sino sólo los individuales.

2)“Los derechos colectivos tienen que ver con cuestiones presupuestales para actividades culturales, por ejemplo. Si esta ley se llegara a aprobar, el Estado respondería con el patrocinio y promoción de estas actividades e iniciativas culturales, pero sólo con la población judía del país. En el caso de los árabes o drusos, el Estado podría deslindarse de sus actividades artísticas o culturales, como festivales de cine o museos. Sólo conservarían sus derechos individuales, como votar o tener pasaporte.

3) “Al darles derechos diferentes a judíos y no judíos se practica una forma de ley muy poco democrática. Por ello, el sector liberal de la población y del gobierno la han criticado y rechazado. El expresidente Shimon Peres manifestó su total desacuerdo, y el Presidente en funciones -Reuven Rivlin, miembro del Likud- estaba sumamente indignado; Moshé Arens, que fue ministro de Begin y que también es miembro del Likud, comentó que esto es un atentado contra la democracia.

4) “En otro inciso se propone que debe quitarse el árabe como segunda lengua de Israel, un idioma que ha estado presente durante 66 años en virtud de que el 20% de la población israelí lo habla. Otro inciso comenta que todo el aparato jurídico en Israel debe estar inspirado en los antiguos profetas bíblicos y el pensamiento histórico de la herencia judía, pero varios comentaristas y críticos han señalado que esto equivale a abrir una puerta al aparato religioso del Rabinato, que podría tener una mayor intervención en aspectos judiciales y legislativos, lo que dañaría la separación entre Religión y Estado, con las consecuencias que eso implica para que Israel siga siendo un Estado moderno y democrático capaz de descontaminar a la religión de la política, y viceversa.

Este proyecto de ley tuvo mucho que ver en la disolución del gobierno, ya que tanto Yair Lapid y Tzipi Livni (ministros de Finanzas y de Justicia, respectivamente) estuvieron en total desacuerdo. Pese a ser parte del gabinete de Netanyahu, votaron en contra y eso fue crucial para la ruptura.

LA OPINIÓN DE ESTHER SHABOT

“Yo creo que esta ley fue una manipulación de Netanyahu para posicionarse como líder de la Derecha en Israel, previendo que muy pronto se fueran a necesitar nuevas elecciones. No estoy segura -es una sospecha mía- de que hubiera un interés real en que esta ley sea aprobada por la Knesset, pero su sola enunciación convirtió a Netanyahu en el campeón de las causas de la Derecha en Israel.

“Como ya dije, creo que este proyecto de ley se va a quedar en limbo hasta que haya nuevas elecciones. Si llegara a ganar una coalición de centro o de izquierda, la propuesta de ley será desechada. En caso de que ganara una coalición de derecha o aún de derecha extrema, no sé si se intentarían revivirla, ya que no sería tan necesaria. Recuperado el poder, ya no tendría funcionalidad para ese efecto. Además, Netanyahu mismo se dio cuenta de que el proyecto fue muy mal recibido incluso por algunos aliados que normalmente no son críticos”.

GABRIEL BEN TASGAL: SÍ APOYO TOTALMENTE LA NECESIDAD DE APROBAR LA LEY BÁSICA ISRAEL- ESTADO NACIONAL DEL PUEBLO JUDÍO

1) Porque hay quienes, dentro de Israel, desconocen y pretenden destruir el derecho judío a su autodeterminación. Además, porque en el marco de una negociación final con los palestinos se fundamentará la necesidad de reconocer la naturaleza judía del estado de Israel como una forma de declarar “el fin del conflicto”. El anteproyecto dice clara y formalmente que el único que posee derechos nacionales es el pueblo judío. Israel es un estado con símbolos y identificaciones propias del pueblo judío y allí se respetarán los derechos igualitarios de las minorías. En éste sentido, el Primer Ministro de Israel Binyamin Netaniahu ha declarado: “Necesitamos esta ley porque muchos ponen en duda y tratan de modificar el carácter de Israel como el Estado nacional del pueblo judío. Los palestinos se niegan a reconocerlo, y también hay resistencia desde dentro ya que hay quienes quieren establecer una autonomía nacional en la Galilea y el Neguev, rehuyendo nuestros derechos nacionales”. Hay quienes no deseamos llegar a un acuerdo de paz con los palestinos, incluyendo un estado independiente propio para ellos, pero que luego los árabes israelíes exijan una autodeterminación nacional dentro de las fronteras de Israel.

2) Porque una ley constitucional debería defender la naturaleza judía y democrática del Estado de Israel. No una ley primaria, me refiero a una ley basica que en el futuro será una consitución “formal” y no “material” como lo es ahora. En este sentido, la propuesta de Elkin pretende colocar en una especie de status superior la naturaleza judía del estado en supuesta desigualdad a su carácter democrático. Dejemos a un lado lo expuesto por Elkin (una propuesta menor) y centrémonos en otras. El problema central con la antepropuesta de ley es que no detalla con suficiente fuerza los derechos igualitarios de las minorías que habitan dentro de Israel. En éste sentido, concuerdo con la propuesta de la diputada Ruth Calderón de Iesh Atid, que pretende definir que “Israel es el estado nacional del pueblo judío, que se sustenta en los principios de la libertad, justicia y paz a la luz de la visión de los profetas de Israel y que respeta la igualdad para todos sus ciudadanos”. Es imprescindible mantener el delicado balance entre la naturaleza “judía” y “democrática” de Israel. En la última reunión de gobierno, Netanyahu dijo que: “El Estado de Israel es el hogar nacional del pueblo judío, existe igualdad de derechos personales para cada ciudadano, y estos se mantienen, sin embargo, los derechos nacionales son solamente para el pueblo judío: la bandera, el himno, el derecho de cada judío a inmigrar a Israel, y otros símbolos nacionales. Hay quienes quieren que la democracia prevalezca sobre la identidad judía, y otros que quieren aumentar el judaísmo sobre lo democrático pero en la propuesta que presento estos dos valores son iguales y considero a ambos por igual”. Es imprescindible mantener este balance en una ley basica que es necesaria.

3) Porque el hecho que algunos consideren la propuesta de ley y el “momento” escogido para su aprobación como un agravio no debería ser determinante. Como ya hemos visto, una Ley Básica posee una fuerza constitucional, especialmente si ésta se aprueba con un blindaje como el que se requeriría, para su modificación, de una mayoría de 61 diputados. Si fuese tan esteril, no habría una oposición fuerte desde diversos sectores del parlamento israelí. Con respecto al “agravio” a las minorías nacionales, los principales agraviados en la actualidad son cierta parte de la minoría árabe israelí que no acepta la naturaleza judía de Israel, que pretende eliminar el derecho al retorno del pueblo judío a su patria historica y que desean eliminar el Hatikva o la bandera actual como emblemas nacionales. Los otros agraviados son los que pretenden impulsar un Estado de Israel “no judío y para todos sus ciudadanos”, en donde Israel posea ninguna cualidad o identificación judía. Pretenden un estado laico como tantos otros en el mundo en donde viven judíos. Hay muchos en Israel que deseamos un estado con tintes judíos y judaícos.

4) El hecho que buena parte de lo propuesto por la Ley Básica “Israel – Estado Nacional del Pueblo Judío” ya haya sido contemplado en la Declaración de Independencia de Israel (1948), y por lo tanto no debería ser necesaria la presente ley, contiene tres errores fundamentales: a) No es cierto, hay temas que son expuestos aquí y que no son tratados en la Declaración, b) La Declaración de Independencia ni siquiera es una ley… si existe una ley posterior anula lo “declarado allí” (ver juicio Rogozinsy del kibutz de Hashomer Hatzair contra el Estado de Israel – 1953), c) El hecho que no se debería aprobar la ley porque en el futuro pueden registrarse cambios demográficos a favor de los árabes-israelíes denota que, en el futuro, si estos se transforman en mayoría y deciden seguir respetando el sistema democrático entonces modificarán la ley al igual que todas las leyes existentes que reafirman la naturaleza del Estado de Israel.

5) Puede que la propuesta de ley básica sea modificada y espero que así sea para contemplar con mayor ímpetú el respeto a los derechos igualitarios de todos los ciudadanos de Israel. Traducir y confirmar una Ley Básica que detalle la naturaleza judía y democrática de Israel y los derechos del pueblo judío sobre la tierra de Israel es un objetivo por demás loable. Afirmar que con este proyecto de ley los árabes israelíes serán ciudadanos de segunda denota cierta malicia intencionada desconectada de la naturaleza de la propuesta de ley.