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Imaginen que el Food Channel decida hacer una versión de bobes en alguno de sus aclamados programas de concurso de cocina. Todos sabemos que las abuelas paisanas se enorgullecen de sus habilidades culinarias y van por la vida presumiendo sus mejores platillos. Pero ¿en realidad creen que su bobe sería capaz de ganar este concurso culinario tan retador? Por supuesto que todos creemos que nuestra bobe ganaría; pues ellas mismas nos educaron, desde muy temprana edad, a creer que no existe mejor chef en el mundo entero que ellas.
Las reglas del juego serían:
- Si es Yomtef (día de Fiesta Judía) debes cocinar todo dos meses antes, para que no te agarren las prisas.
- Debes tener un segundo congelador en tu casa para almacenamiento.
- Tus hijos y nietos están obligados a adular cualquier platillo que salga de tu cocina.
- Todos los miembros de la familia están obligados a probar todos y cada uno de los platillos que prepares. “¿Qué no te gusta el Hering? Pues te lo comes”.
- El nieto favorito será aquel que pida segunda y hasta tercera ronda.
- Debes hacer incapíé en el tiempo de preparación, noches de desvelo y esmero que conlleva cada platillo. Desde conseguir los mejores ingredientes en el mercado de Medellín, sin dejar de mencionar las horas que permaneció la bobe parada en la cocina viendo los avances en el horno hasta que el platillo fue presentado en la mesa con la familia reunida.
- Deberás ser cautelosa y celosa de tus recetas familiares, pues nunca sabes quien esta interesada en ellas.
Las concursantes:
1. La Mártir
- Esta bobe concursante se caracteriza por pasarse toda la semana quejándose de la comidota que tiene que hacer para el fin en su casa. Cuidado con decir que no quieres probar algún platillo, pues ella se paso 18 horas preparándolo (aunque, en realidad, durante 16 horas el platillo estuvo reposando en el horno).
- Desde que llegan los comensales los recibe suspirando del cansancio, generando una gran responsabilidad en todos por comer lo más posible.
- Ojo: no puedes ni pedir el salero en la comida, pues los platillos son “perfectos”, no necesitan modificaciones. Su respuesta al “¿Me pasas la receta?” es: “No te va a salir, es demasiado complicado”.
2. La Improvisada
- Esta bobe concursante va planeando sus comidas sobre la marcha, y nunca apunta nada ni sigue ninguna receta; tiene buen sazón y sigue su intuición.
- Este tipo de bobes suele hacer comida de más, pues su improvisación y creatividad se ven aumentadas con un refrigerador lleno. Es imposible pretender sacarle una receta a este tipo de bobes, pues siempre responde “Es súper fácil hacer este platillo…” y sigue una serie de explicaciones que una persona común y corriente nunca podría entender, aunque en realidad ni recuerda lo que le puso en un principio.
- Las medidas de sus ingredientes son un puñito de esto, una pizca de aquello y muchísimo yo qué se de qué… nunca podrán repetir la misma versión de un platillo.
3. La “Moderna”
- Este bobe concursante pretende modificar todos los típicos platillos judíos en una versión diferente y ultra gourmet. Gefiltefish al tamarindo, Matze Ball molecular, la temible gelatina con patas de pollo y mollejas, y Kreplaj de camote rellenas de Portobello.
- El problema con esta bobe es que se pasa horas en la cocina reinventando recetas de tradiciones milenarias, para que lleguen sus nietos a decir “¿Bobe no hay sopa de lokshn normal?” o “¿Por qué las latkes son de quinoa con kale?”.
- A esta bobe nadie le pide sus recetas, aunque es de las pocas que la daría con gusto; pues se considera toda una artista y pionera de la cocina judía moderna.
4. La Embustera
- Esta pobre bobe nació sin las habilidades casi genéticas para cocinar que poseen las demás.
- Cada vez que le toca hacer comida corre con su “caterer” de preferencia para adquirir, por los módicos precios de la comida kosher, un banquete completo. Por supuesto que llegando a su casa sirve todo en su vajilla y nadie se debe enterar que ella no preparó la comida inclusive ensucia la cocina para disimular.
- Cuando alguien le pide una receta a esta bobe ella contesta: “Claro mijita te la mando por mail”. Después de que le dicen que no la recibieron la bobe astutamente responde: “Es que eso de las computadoras yo no le sé bien. ¿Me enseñas?”, pero la nieta prefiere ahorrarse la tediosa clase de computación y se conforma con no tener la receta.
5. La Envidiosa
- Esta bobe concursante cree que sus recetas son a ella, lo que el pelo para Sansón: una vez que revele sus secretos de cocina, perderá sus poderes.
- Es una excelente cocinera y sigue al pie de la letra los recetarios de sus ancestros.
- Es crítica y conocedora de la comida judía.
- Cuando es invitada a casa de alguien más hace comentarios como: “¿Este cholnt tiene ajo?” y cuando la anfitriona contesta orgullosamente que sí, ella dice “¡Aaaaah! Pues no lleva ¿eh?”.
- Nunca jamás piensa o acepta que a alguien le salga algún platillo mejor que a ella, y darle un consejo de cocina es una ofensa. Es tan protectora de sus recteas que cuando se las piden, las da con alguna alteración que haga que todo se vuelva un caos; pues ella debe de ser a la única que le salga bien el platillo.
