AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Hace dos años, Celia perdió un hijo; desesperada, buscó darle cauce a su dolor y decidió servir a México y a sus niños, siendo voluntaria del Instituto Nacional de Pediatría (INP). Hoy, preside el Patronato.

Es una figura carismática y muy querida del Director del INP, Alejandro Serrano Sierra, quien le dijo al verla: “ Vas a ser la Presidenta el Patronato”. “No fue propuesta” dice Celia “simplemente me dijo que tenía que ser Presidenta” .

Serrano, a su vez, recuerda el día, hace dos años, cuando la conoció: “Quiero compartirles que uno de los mayores objetivos desde el 2011 era reinstalar, reconstruir y reunir al Patronato de la institución. Por múltiples causas, éste había perdido su fortaleza. Por suerte, conocimos a Celia que ya estaba en Patronato, e identificamos en ella a la mujer que es: entrega, lucha, una extraordinaria actitud de dar”.

No hay nada más triste que un niño enfermo; por ello, en los pasillos del INP, estas mujeres, alegres y activas- siempre dispuestas a consolar a un niño triste o solitario, a compartir una canción, una galleta o u regalo- son una bendición. Su presencia trae esperanza y alegría a pesar de los diagnósticos más sombríos.

El INP se dedica a atender a la población infantil sin Seguro Social y requiere de apoyo. El hospital ve a más de 1000 niños diarios y se destaca por su excelencia en el trasplante de medula ósea. Según Serrano, es gracias al apoyo del gobierno Federal y al apoyo del Patronato que la Institución ha salido adelante: “Mediante los eventos que ha organizado Celia, hemos recibido 4.3 millones de pesos que ya hemos empezado a utilizar en un área nueva de contingencia epidemiológica”.

Para Celia Daniel, aunque dar está de moda en a Comunidad Judía, no se trata sólo de dar un donativo, sino tiempo y aptitud: “Es por eso que hoy estamos aquí entregando a los niños un poco de tiempo, unas sonrisas; estos niños están enfermos y viven en una situación de extrema pobreza”.

La participación de la Comunidad Judía al INP ha sido, casi en su totalidad, desde Unión Femenina, “porque es parte de Monte Sinaí, la Comunidad a la cual pertenezco”.

En la Kermesse de la INP, organizada por las Damas del Patronato y a la cual asistió Enlace Judío (ver fotos y video) , encontramos varias voluntarias judeo mexicanas, enre ellas Celina Laniado y la joven Liz Kodari (ver video).

“Invito a todos y todas (los miembros de la Comunidad) a participar. Me gustaría poder contar con ayuda de médicos, psicólogas, tanatologas entre otros. Haciendo una sinergia con nuestra colectividad, se puede apoyar mucho a esta institución. En algún momento, también podemos recibir a niños de la Red Escolar Judía, como parte de su servicio social”

Celia da el ejemplo, trayendo sus hijos al Hospital. Emilia Mizrahi, su hija, con sólo 10 años de edad, lleva cinco de voluntaria y, entre lágrimas, explica que espera seguir los pasos de su madre:

“Cuando uno escucha a los niños, ellos se sienten mejor porque saben que interesan a alguien. En la vida tenemos que agradecer todo lo que se tiene; siempre tenemos que tratar de dar lo que tenemos, para que las personas puedan sentirse bien”. Lo que más le impacta son las operaciones de la cara, o el cáncer, “porque son de las enfermedades más fuertes y no toda la gente puede sobrevivir”.

Emilia reconoce: “Crecí en una familia donde el ayudar era un deber ser”. Su abuela, Vicky Daniel, trabajó durante años en apoyo al voluntariado de Monte Sinaí, apoyando, entre otras causas, a los damnificados del terremoto del ’85. Celia añade: “Mis papás han sido pieza clave en mi formación. Siempre atestigüé que mis padres ayudaban a gente de la Comunidad y de México”.

Finalmente, externa: “El dar es una responsabilidad moral para quienes hemos sido bendecidos”.