Simon_Wiesenthal_Center,_Los_Angeles

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

 

Shimon Samuels, director de relaciones internacionales del Centro Wiesenthal, dijo, en una entrevista exclusiva con la Agencia Judía de Noticias:”Lo que pasó con la AMIA y con la Embajada de Israel en Buenos Aires son las semillas que se quedan y duermen. Estos son grupos de Hezbollah que están en Argentina y en Chile, entre otros”, dijo. Además aseguró que en la ONU hay un ensayo para disminuir el contenido del Holocausto y reemplazarlo con genocidio

 

¿Cómo se encuentra hoy el mundo respecto al tema del terrorismo y el antisemitismo?

Hubo tres olas. La primera ocurrió antes del atentado a la AMIA, en donde hubo 73 ataques contra judíos en Europa occidental, 29 en Francia. Esto terminó con ametralladoras en la calle principal del barrio judío de París en 1982, donde hubo nueve muertos. La segunda ola de Europa fue con la segunda Intifada, cuando se olvidaron, o no quisieron poner interés, en los centenares de sinagogas atacadas. Marcar el Holocausto era muy fácil pero no quisieron mirar lo que estaba pasando en aquel entonces. Lo que empieza con los judíos nunca termina con los judíos, y esto se puede tornar en una plaga contra toda la sociedad. Ahora estamos en la tercera ola, que es diferente. Antes el terrorismo antisemita era una importación de Medio Oriente, pero ahora hay un punto demográfico. Es decir que hay un crecimiento de la población musulmana en Europa y del peligro de radicalización a través las mezquitas, escuelas, sitios web, redes sociales y televisión.

 

¿Esto quiere decir que ya no dependen tanto de su país de origen?

Vienen de parte de sus países de origen y vuelven a ellos. No se manejan tan independientemente. El hecho es que cuando vuelven atacan a judíos, como en el museo de Bruselas o la escuela de Toulouse en Francia. Pero poco a poco vamos a ver el fenómeno australiano, donde van a atacar bancos y policías, y quemar autos. Entonces, esto es una plaga social para todos. El terrorismo antisemita va a expandirse, no solamente contra judíos, sino contra los europeos. Lo que pasó con la AMIA y con la Embajada de Israel en Buenos Aires son las semillas se quedan y duermen. Estos son grupos de Hezbollah que están en Argentina, en la Triple Frontera, en Chile, en Honduras y especialmente en Surinam y en Trinidad y Tobago. Vamos a ver que cuando se despierten estas semillas de terrorismo, esos países van a sufrir. Los judíos tal vez primero, pero después toda la sociedad.

 

¿Cuál es la posición del centro Wiesenthal, que alerta a los gobiernos del mundo sobre el terrorismo antisemita?

Esta es una guerra con una serie de batallas. Hay que luchar pero no vamos a ganarlas todas. Lo importante es ganar las batallas principales. Estamos en un periodo de demonización del pueblo judío y de Israel. Nosotros sabemos que en las Naciones Unidas ahora hay un ensayo para disminuir poco a poca el contenido del Holocausto y reemplazarlo con genocidio. Así, se va minimizando la experiencia judía. Vamos a luchar, pero cada día hay otro desafío, porque estamos viviendo una movilización y reclutamiento inmediato por las redes sociales de una forma que no existía en el pasado. Yo creo que la opinión pública tiene que entender y que los imanes de las mezquitas en América Latina, Europa y Estados Unidos tienen que controlar a su juventud. Es la única manera.

 

Frente a esto, ¿qué es lo que están haciendo?

Buscamos los agujeros en el queso. Nosotros no quisiéramos duplicar lo que otras organizaciones judías hacen bien por falta de recursos. Entonces vamos a los lugares donde no hay organizaciones judías, por ejemplo Porto Alegre, Brasil. Ahí aprendemos el calendario, las campañas, la gente que es protagonista. Tenemos que saber, porque en nuestro trabajo hay tres niveles. El primero es el monitoreo: estamos siguiendo a siete u ocho mil sitios web en 12 idiomas por mes.  El segundo es la respuesta, la contra acción en parlamentos, organizaciones internacionales. Y el último tercer nivel es la prevención, la educación, las películas que producimos cada dos años. Esos tres niveles son imprescindibles.

 

¿La Argentina está preparada para hacer frente al terrorismo? ¿Considera que la falta de justicia por los atentados es tierra fértil para las células terroristas?

En Europa los gobiernos hablan bien, tienen compromisos, hablan de sus garantías, pero en términos de seguridad no tienen los medios. Los tribunales y los jueces son de la generación de 1968, y ellos todavía creen que una víctima del racismo, en este caso un musulmán inmigrante, no puede ser el autor de otro tipo de discriminación. Esta situación todavía no ha llegado a América Latina. Allí los gobiernos tienen que entender que hay un peligro, que puede que haya antisemitismo dentro del gobierno venezolano o que haya cierta ingenuidad ante el caso de Irán. Se pude comprar a Irán, hacer un acuerdo con él y olvidar el hecho de que cuando ellos hablan de genocidio contra Israel o Hamas es en contra todos los judíos. Entonces tenemos que entender que cuando un parlamento aprueba una resolución reconociendo a Palestina, es decir sin reconocer a Hamas como parte de ese gobierno, estamos ante un hecho real. Esto también está pasando en América Latina. Creo que los gobiernos tienen una política hacia el futuro más que un procedimiento de Estado que están planificando y considero que eso no puede ser la base para una política declaratoria ni operacional.

 

 

 

 Fuente:itongadol.com.ar