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ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

El camino hacia el restablecimiento de las relaciones entre Washington y la Habana pasó por la inseminación artificial de la esposa de uno de los rehenes cubanos.

Cuba celebra el retorno de los tres agentes de inteligencia encarcelados en Estados Unidos por más de una década y la alegre y desconcertante noticia en torno al próximo parto de la cónyuge de uno de ellos.

El embarazo de Adriana Pérez ha sido el tema del día en Cuba desde que apareció en compañía de Gerardo Hernández este fin de semana en el parlamento. Pérez brillaba tomada de las manos de Hernández mientras él acariciaba el vientre con el bebé cubierto por su vestido azul.

Un alto consejero del Senador norteamericano Patrick Leahy dijo este lunes que el legislador ayudó con el proceso de inseminación artificial de Pérez, siendo éste uno de los curiosos capítulos de los 18 meses de negociaciones que culminaron con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Washington y la Habana luego de más de 50 años de hostilidad.

Tim Reiser, asesor en política exterior de Leahy, dijo a Associated Press que todo comenzó con el viaje del senador a Cuba en febrero de 2013, quien desde 1990 se encontró con los presidentes Fidel y Raúl Castro y se opuso al embargo de Estados Unidos.

Leahy y su esposa Marcelle Pomerleau, una enfermera titulada, se reunieron con Pérez en Cuba. En ese entonces, Hernández cumplía dos cadenas perpetuas por conspiración de asesinato y otros cargos. Cuba reclamaba incesantemente que Estados Unidos había denegado el visado a Pérez para visitar a su cónyuge.

¨Ella solicitó ayuda de Marcelle, ya que temía no poder tener la oportunidad de concebir a un bebé,¨ comentó Leahy, demócrata de Vermont y Director del Subcomité de Operaciones y Asignaciones en el Exterior. ¨Como padres y abuelos, ambos deseábamos ayudarle.¨

Ya en casa, la oficina de Leahy contactó a funcionarios del gobierno estadounidense. Pese a que el sistema penitenciario federal no permite visitas conyugales, los funcionarios identificaron un precedente en el que se había permitido la inseminación artificial para uno de los prisioneros.

A principios de este año se hizo un primer intento fallido de inseminación artificial. Dos meses más tarde el segundo intento resultó ser todo un éxito. El procedimiento fue realizado en Panamá y financiado por el gobierno cubano.

Mientras tanto, funcionarios estadounidenses intentaban mejorar las condiciones de Alan Gross, un judío americano que cumplía una condena de 15 años en Cuba, luego de ser acusado de introducir equipo de comunicaciones prohibido como parte del programa de americano de democratización en la isla.

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Tim Reiser abogó para que Pérez recibiera la visa americana con la que visitó a su esposo dos veces en el último año y medio. Reiser también ayudó a otro miembro de los ¨cinco prisioneros cubanos¨ a tener acceso al medicamento que requería sin recibir compensación alguna.

La ayuda prestada a Pérez por parte de los funcionarios americanos causó gran impacto en sus contrapartes cubanos, generando el ambiente adecuado para establecer negociaciones secretas que culminaron con el intercambio de prisioneros en el que Gross fue liberado como un gesto humanitario.

Leahy y su esposa expresaron su alegría por el embarazo de Pérez. El Departamento de Justicia confirmó que los funcionarios estadounidenses habían prestado ayuda. Josefina Vidal, alta funcionaria en el Ministerio del Exterior cubano para asuntos de Norteamérica s negó a hacer comentarios argumentando que éste era un asunto privado de la familia.

Aunque esto ha dejado de ser un secreto en Cuba.

Este sábado, los agentes fueron elogiados por delegados del parlamento. Al salir del recinto, Hernández dijo a los reporteros que el embarazo de su esposa ha sido posible por ¨todo esto¨.

Es niña y el parto está programado para los próximos 15 días.

Traducido por Enlace Judío / Peter Orsi, Times of Israel.