DAVID BEN JAIM PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO
Queridos amigos, cuando creíamos que ya vimos todos los impudores que sea posible imaginar, por parte de Organismos internacionales, siempre saldrá algo nuevo, que nos recordará que la desvergüenza, doble estándar e hipocresía de estas instituciones, simplemente no tiene límite.
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Acabamos de enterarnos que la “Corte Europea de Justicia” ha ordenado a sus países integrantes, que deben de retirar de inmediato al grupo Hamás de los clasificados como movimiento terrorista.
Si tan aberrante orden nos lleva el día de mañana, a escuchar que proponen que Hamás postule al Premio Nobel de la Paz, no debería sorprendernos. Lo único que podríamos exigir, es que dicho galardón fuera compartido por otros grupos igualmente “humanitarios” como el Estado Islámico, Boko Haram, Al Qaeda, La Hermandad Musulmana, Hizbollah y la Jihad Islámica.
Con toda seguridad, nuestro pedido sería rechazado ya que mientras Hamás, actúa, por el momento, sólo contra israelíes, los otros grupos, atentan contra intereses americanos, europeos, cristianos y musulmanes no afines, lo que los hace acreedores al repudio generalizado. Tener la osadía de dejar, aunque sea momentáneamente, a los judíos fuera de sus atentados, los convierte en parias que deben ser combatidos con el máximo de rigor posible.
Luxemburgo debería declarar por lo menos un año de duelo, por albergar a esta Corte que se atreve a llamarse de “justicia”
19 mil cohetes y morteros, disparados por Hamás desde el 2006 hasta el último enfrentamiento con Israel, durante este año 2014, todos dirigidos a civiles, en ciudades indefensas, siendo sus blancos elegidos, lugares “tan peligrosos” como escuelas, hospitales, jardines infantiles y paraderos de buses y trenes, sería la argumentación que llevó a los ¿Honorables? Jueces integrantes de la Corte de la Injusticia, a tomar tan absurda e inexplicable determinación.
Felizmente, estamos viendo un amplio rechazo por parte de estadistas europeos, a aceptar esta orden perentoria. La primera en alzar su voz, declarando lo absurdo de tal acuerdo, fue la Canciller de la Unión Europea, Federica Mogherini, la cual, criticó que justificándose en meros procedimientos contractuales, la Corte haya dictaminado la orden de retirar a Hamás de la lista de los grupos terroristas, lo que no resistiría ningún análisis serio y responsable.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, emitió una declaración, rechazando igualmente, tal acuerdo. Otros países europeos, estarían en conversaciones antes de emitir una declaración definitiva.
En Israel, la Diputado Tzipi Livni, se reunió con los Embajadores de la Unión Europea, para destacar lo incoherente de ésta determinación, haciendo ver que Hamás no ha cambiado en nada sus maneras de actuar, declarando incluso en su constitución, enunciada el 2001, que su principal objetivo es aniquilar a Israel, desconociéndolo como Estado.
Debemos recordar como Hamás, desde sus inicios, ha declarado enfáticamente que todo aquel que asesine judíos, está cumpliendo un mandato divino y que el eliminarlos, no se debe limitar sólo en Israel, sino que donde quiera que se encuentren.
Resulta inaudito que una Corte que se supone, debe impartir justicia, pretenda hacer creer que todos los actos de Hamás en contra de Israel, no son actos terroristas. Lo peor de todo, es que con tal declaración, está dando carta blanca al terrorismo internacional, que tranquilamente, puede continuar con su escalada de muerte y destrucción, ya que cuenta con el beneplácito de estos juristas de pacotilla, que con la declaración recién formulada, han demostrado su fanatismo antisemita tan enraizado en la Europa de siempre, primero amparada y promovida por la Iglesia Cristiana, acusando a los judíos de deicidio, para pasar a mediados del siglo pasado, a bailar bajo los acordes de la barbarie nazi, mirando para otro lado, negándose a ver lo que era inocultable, permitiendo la masacre de 6 millones de judíos, en los campos de exterminio nazi, negándose a actuar en un silencio cómplice, que la historia deberá recordar como uno de los puntos más horrorosamente siniestros, de los gobernantes democráticos del viejo continente, supuestamente cuna de la civilización moderna.
No puedo terminar el presente comentario, sin referirme a la extraordinaria conferencia de prensa que dio el Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, el 17 de Diciembre, a los periodistas internacionales acreditados en Israel, destacando claramente y sin tapujos, la inmoralidad del acuerdo de la Corte de Justicia, del peligro que significa para Europa que se de carta blanca para efectuar atentados terroristas en Israel, los que se pueden trasladar a cualquier ciudad europea, sin derecho a reclamar.
Relaciona acertadamente este fallo, con la resolución del Parlamento de la Unión Europea en Bruselas, referido al reconocimiento de la soberanía palestina, en la cual, sabemos que se está subordinando Al Fatah, supuestamente moderado, al terrorista actuar de Hamás y su llamado en su “carta magna” a aniquilar a Israel y asesinar a los judíos y, como Suiza llama a investigar a Israel por supuestas violaciones de la Convención de Ginebra, seguramente por haber cometido el crimen de defenderse de los ataques de Hamás.
Magistralmente, les recuerda Netanyahu que “Israel es la posición de avanzada de la civilización europea”
Por fin el gobierno de Israel está desenmascarando la hipocresía reinante en todo lo que se refiere al conflicto israelo-palestino. Hace unos días, fue el Embajador Ron Prosor en la ONU y ahora Netanyahu frente a la prensa mundial.
El guardar silencio y aceptar la injusticia del doble estándar, ya vimos que fracasó rotundamente, pasemos ahora a enfrentar, en todos los frentes y en todo momento, la mentira en contra de Israel, con nuestra verdad. La desvergüenza y la hipocresía, con la realidad y la honestidad. Estoy seguro, será el inicio de una nueva etapa, difícil, larga y dolorosa, pero finalmente, la razón y la moral, tendrán que imponerse y, si también nosotros hacemos lo que nos corresponde, más pronto y en más lugares, estaremos viendo un cambio positivo para con Israel.
