SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El miércoles 7 de enero, a las 11.30 horas  de la mañana, atacaron al corazón del mundo del humor y la inteligencia. Esa misma barbarie, en el corazón de París, demuestra, como si hubiera necesidad de ello, que nadie está a salvo.

Paris8.1.15Hay gente que podría sostener y pensar que la amenaza islámica extremista afecta solo  a los judíos y sus organizaciones. Hoy, a partir del terrible atentado, cualquiera entiende que es la libertad de todos nosotros la que se encuentra amenazada.

Charlie Hebdo, tal como Salman Rushdie, Theo Van Gogh, Ayaan Hirsi Ali, y muchos otros valientes intelectuales, que hicieron críticas hacia el mundo árabe-musulmán resultaron víctimas de la barbarie y el fanatismo como, también, los hombres de la policía francesa, encargados de su protección.

La palabra escrita y la risa no son aceptables para cierta parte de la gente. El estallido de la carcajada puede ser más destructivo que el de una granada. Charlie Hebdo fue, y seguirá siendo, una enorme cataratas de sonrisas de risa que explota en la cara de los extremistas.

Jesús, Moisés, Buda, el Papa y Mahoma fueron, todos, objetos de caricaturas;  en su mayoría ilustradas con mucho talento y descaro a lo largo y ancho de las páginas de Charlie Hebdo. Los muertos de ayer fueron asesinados, acusados de “blasfemia”. De todos modos, tal como dijera Renan: “La blasfemia, a manos de grandes almas, es más agradable a los oídos del Todopoderoso que las fuertes oraciones de gente vulgar”.

Hace 250 años, De la Barre fue muerto acusado de actividades contrarias a la religión, blasfemia y herejía, en forma irracional y terrible, a través de un juicio perverso e injusto. Eso fue hace 250 años y hoy, sin juicio alguno, son asesinados los portadores de noticias de libertad en París, tal como en otros lugares del mundo. Para mayor ironía, los atacantes olvidaron que, en muchas ocasiones, las propias víctimas son, también,musulmanas.

Hoy en Malí. Ayer en Afganistán. Francia se encuentra en la avanzada del combate contra el Islam radical y paga  el costoso precio por su compromiso. Pero no se retractará. El ataque en la editorial del diario demuestra que nadie está a salvo de los extremistas. No hay territorio neutral. Ya sea que acordemos o no con el descaro y la provocación, esa batalla a favor de la libertad de expresión es de todos.

Dalil Boubakeur, a cargo de la Mezquita de París y el Imam de la Mezquita de Drancy lo declararon en forma valiente. Hay que resistirse a la paranoia y la burla dirigida hacia una u otra comunidad. Debemos abstenernos de las trampas y artificios de las que hacen uso los enemigos de la libertad, a fin de acorralarnos.

Hoy, todos, sin distinción de fe, fuimos  heridos, de gravedad,  por la barbarie. Es nuestra obligación levantarnos y decir: NO”

Fuente: Walla / Olivier Rubinstein

Agregado Cultural de la embajada de Francia en Israel y Director del Instituto Francés.