SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Un hermoso testimonio de un amigo de una de las víctimas del Hyper Cacher Philip Braham, caído bajo las balas de un yihadista.

 

Philippe-BrahamMal momento, mal casting, destino insospechado.

No era el momento adecuado, ni el lugar apropiado, para el encuentro con la muerte, esa que te tumba y no pide nada a cambio, una muerte privada de sentido. La primera sensación es de angustia.

Toneladas de remordimientos, de preguntas, y el dolor que te atrapa y no te deja.

Viernes por la tarde, temprano en la tarde, te fuiste a hacer las compras para el Shabat, un día santo para regocijarse con la familia y disfrutar de un interludio feliz.

Viernes gris sobre la Porte de Vincennes, el tiempo es corto, hay que salir, volver, te esperamos, y te esperaremos siempre.

De repente, todo cambia, tu vida se disipa, y entras en la historia, en las estadísticas, en el martirologio de tu pueblo.

Caíste víctima, serás un símbolo y tu nombre será mencionado en todas partes. excepto por las bocas de los que te aman, como si siempre te hubieran amado.

Tu esposa, tus hijos llevarán consigo esta dolorosa huella. Te necesitaban para vivir, te necesitarán para seguir viviendo. No tienen más remedio que luchar, proteger tu imagen, alimentarse de tu recuerdo para seguir adelante.

El segundo sentimiento es de compasión.

Un bárbaro vino a tu encuentro, tú no le deseabas ningún mal, fuiste sorprendido, y caíste, a sus pies, ante su nauseabunda silueta, su rostro de asesino frío.

Philippe, tu nombre será coreado en las manifestaciones, y te convertirás en portavoz, muy a pesar tuyo, de una causa que aun hay que defender.

Pero tú ya no estás, y esta realidad es insigne.

Tu sonrisa era tan ardiente. No conociste más que felicidad y enfrentaste la pérdida de un hijo. Pero siempre volviste a ponerte de pie para no aceptar la prueba y hacer de ello una norma.

El tercer sentimiento está habitado por tu ausencia.

Este pobre mundo se está cayendo, porque no se sabe identificar el mal y darle un nombre, porque está adornado con declaraciones lenitivas y consensuadas que no traducen más que miedo, un miedo temible, de hacer frente a todos los propagadores de una demencia anunciada. Francia debe conocer un sobresalto, pero no llorar. Ha de entrar en la resistencia unida a todas las comunidades.

Individuos como los que actuaron en Vincennes y Charlie Hebdo, están al acecho en las sombras. Sólo están esperando el momento adecuado para pasar a la acción. Son apoyados, alabados, y van a volver a matar, porque no se ha hecho nada para destruirlos.

La sensación pues es de rabia.

Philippe, nuestro corazón nos pesa. Tus amigos te lloran, y se sienten huérfanos de un ser querido que cederá el paso y lo dejará vacante, para siempre.

Puta vida, maldita muerte, maldito recorrido que te ha llevado al supermercado, un viernes por la tarde.

Philippe, y yo sé los abismos de dolor que está engullendo toda tu familia, tu nombre será para todos fuente de bendición. Servirá tal vez para despertar conciencias y renunciar a convicciones profundas.

Pronto vendrás a dormir en la tierra de Israel, y tu memoria hará florecer a este país tan dispuesto a celebrar la vida, que ahora llorará a un niño, un niño por todos querido.

Que Hashem vengue tu sangre!

 

Yaacov BEN DENON