ENRIQUE RIVERA PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

La película -que a ratos es más un documental- “La Llave Perdida”, del Director Ricardo Adler, nos devuelve hacia un concepto casi olvidado o muy poco usado por las parejas en la actualidad: La intimidad.

El gran público asistente hizo preciso anunciar con un letrero fuera de la Sinagoga Histórica Justo Sierra el cupo lleno, y también se contó con un panel de discusión al final de la misma, encabezado por el propio Adler, el Rabino Sergio Slomiansky de la Kehilá Ashkenazi, así como de la reconocida sexóloga Fortuna Dichi, quienes contestaron en forma clara los cuestionamientos surgidos de la película en sí, e incluso otros que se derivaron de la misma.

La obra, en la cual hay muchas entrevistas con rabinos, terapeutas, parejas y personas, ofrece espacios de reflexión y frases para meditar: “Donde el amor no alcanza, está la intimidad”. Muy probablemente el éxito de esta obra proviene del hecho de que es fruto de una inquietud y de un divorcio que le dejó muchas dudas al director de la cinta. Para él, como lo mencionó durante la rueda de prensa, la revolución sexual de los 60’s dejó a muchas personas desorientadas y con baja autoestima. Él, con su actual esposa, inició un camino distinto basado en la Torá.

Lo que es cierto es que la obra ofrece un punto de vista diferente en cuanto la vida sexual de pareja, a la luz de las enseñanzas bíblicas. Incluso, llega un momento en que las limitaciones que aparecen ya en la Torá, ya en el Talmud, tienen como meta no retar sino incrementar el disfrute de la intimidad. Eso sí: todo bajo las limitaciones preescritas.