SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La guerra en la sombra entre Irán e Israel adquiere un tono público y peligroso. Los dos misiles israelíes que alcanzaron este domingo un convoy formado por miembros de la Guardia Revolucionaria iraní (incluyendo un importante general) y milicianos del grupo chií libanés Hizbulá en el Golán sirio pueden ser la mecha que encienda un enfrentamiento a gran escala.

Por Sal Emergui

TanqueIsrael ha elevado su estado de alerta en la frontera con el Líbano y Siria y ha desplegado baterías defensivas Cúpula de Hierro en el norte del país ante el temor de la anunciada represalia de Irán y la milicia radical proiraní que lidera Hasán Nasrala.

Este martes, el jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, Mohamed Alí Jafari, ha advertido que se ocuparán de “destruir la entidad sionista (…) Los sionistas deben esperar un rayo destructivo“. Tras prometer una dura represalia, asegura que el ataque israelí contra sus soldados en el Golán “acelerará el colapso del régimen sionista”.

“Estamos listos y preparados ante cualquier escenario”, asegura el jefe del Ejército israelí, Benny Gantz que ha participado esta mañana en la reunión del minigabinete de seguridad convocada con carácter de urgencia.

Israel no confirma ni desmiente el ataque aéreo (helicóptero o dos drones) que descabezó la infraestructura armada de Hizbulá e Irán en el Golán, a sólo siete kilómetros de su frontera. Entre los seis milicianos de Hizbulá muertos, se encuentra su responsable en Siria e Irak, Mohamed Issa, y el jefe de las células, Yihad Mugniyah. El funeral de éste casi coincide con el séptimo aniversario de la muerte de su padre, el jefe del brazo armado de Hizbulá, Imad Mugniyah tras la explosión de su jeep en Damasco en una acción atribuida a los servicios secretos israelíes. Entre los atentados atribuidos a Mugniyah con la ayuda iraní, destacan los cometidos en Buenos Aires contra la embajada israelí y la comunidad judía (AMIA) en los años 90.

Irán jura que vengará la muerte de sus seis militares, entre ellos, el influyente general Mohamed Ali Allahdadi. El eje Hizbulá-Irán-régimen sirio de Bashar Asad prepara una represalia que sea suficientemente dolorosa para castigar a Israel por su ataque pero no que les arrastre a una guerra como la de 2006.

“La entidad sionista ha cometido una agresión criminal muy grande y no lo dejaremos pasar por alto”, advierte Mahmud Kamati, uno de los dirigentes de Hizbulá.

Según fuentes de inteligencia occidentales citados por varios medios israelíes, “Hizbulá e Irán lanzaron desde el Golán varios atentados contra Israel y planificaban más ataques como proyectiles, penetraciones en localidades israelíes o misiles antitanque. Yihad Mugniyah era un terrorista peligroso apoyado por Irán”.

Una fuente de seguridad israelí no identificada (oficialmente su país no confirma o desmiente) afirmó al mediodía que el ataque aéreo no tenía como objetivo el general iraní sino varios milicianos de Hizbulá. La “aclaración”, revelada a la agencia Reuters, indica que no eran conscientes de la presencia del conocido general y parece buscar calmar las ganas de venganza de Teherán.

Tensa calma

Nadie duda de que la represalia llegará tarde o temprano. La gran pregunta es cómo y cuándo. La tensa calma que reina desde el domingo parece confirmar que Hizbulá no apuesta de momento por el disparo masivo de misiles contra las ciudades en el norte de Israel. Es más probable que decida atacar patrullas fronterizas o atentados como el de Bulgaria en 2011 (cinco turistas israelíes y un búlgaro muertos).

Hizbulá e Irán afirman que actuarán “en el momento y lugar más adecuados”. El diario libanés ‘As-Safir’ cita fuentes de Hizbulá que avanzan una “respuesta impredecible y dolorosa aunque será controlada y por debajo del nivel que pueda provocar una guerra abierta”.

A Nasrala no le interesa repetir el enfrentamiento bélico de 2006 por varios motivos: Irán, que le financia y arma, no lo desea ahora. Tampoco a los libaneses, ya que acabarán pagando el precio de las bombas. Hizbulá e Irán están volcados en ayudar a Asad en la guerra civil siria.

“Si el grupo que fue liquidado el domingo iba a cometer un atentado contra Israel, la reacción de Hizbulá será más comedida. Pero si cree que lo que impulsó a Israel fue la voluntad de golpear a sus cabecillas, será mucho más dura”, pronostica el ex jefe del Mosad, Danny Yatom.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no hace comentarios sobre el ataque atribuido a su Fuerza Aérea pero avisa: “Israel tiene el derecho a defenderse ante los que propagan terror y ataques contra sus civiles. Haremos todo lo necesario para defendernos”. “Derecho a defenderse” puede tener en este caso la siguiente lectura: “Atacar comandos cerca de la frontera”.

La semana pasada, Nasrala advirtió con una dura respuesta si Israel volvía a atacar en Siria convoys de armas sofisticadas que iban destinadas a su grupo. “Consideramos cualquier ataque contra Siria como un ataque contra el eje de la resistencia”, señaló avisando que posee un arsenal mucho más sofisticado que en el 2006.

Si en los próximos días vemos en acción los nuevos misiles de Hizbulá, el significado es que israelíes y libaneses (con Irán en la distancia) han regresado al verano de hace nueve años con la diferencia de que ambos disponen de armas más letales y Siria ya no es Siria. Hoy es un país inmerso en un sangriento caos y dividido en zonas controladas por la dictadura, la oposición moderada y el yihadismo más brutal.

Fuente: El Mundo