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Enlace Judío México | Al Qaeda ha puesto a Irán en su punto de mira por el apoyo que brinda el régimen de los ayatolás a la milicia libanesa chií de Hizbulá y al Ejecutivo sirio de Bashar Asad. Ayer, un doble atentado sacudió de nuevo los suburbios del sur de Beirut -esta vez en el concurrido distrito de Bir Hassan-, justo enfrente de las dependencias que tiene la misión iraní allí instaladas de forma continua. El balance oficial de víctimas mortales confirmó 23 muertos (entre ellos, un niño) y cerca de 150 heridos.

Los hechos ocurrieron cuando presuntamente un terrorista suicida montado en una motocicleta decidió inmolarse a las puertas del recinto diplomático, causando allí algunas víctimas y desperfectos materiales de menor consideración.

Dos minutos después, un coche cargado de explosivos traspasó la verja de entrada -sin que pudiese ser detenido por los guardias- y la explosión acabó con la vida de transeúntes y oficiales de la embajada. Este segundo ataque fue el más devastador e indiscriminado.

Fallece el agregado cultural

Entre los cadáveres rescatados por las deflagraciones, sólo se ha encontrado uno que pertenece al personal diplomático iraní. Se trata del agregado cultural de Teherán, el jeque Ibrahim Ansari, según confirmó el embajador persa, Ghazanfar Rokn Abadi, en declaraciones exclusivas a la televisión Al Manar. “Al Ansari ha fallecido a causa de las heridas recibidas durante el asalto. Todo el resto de colegas en la embajada está en perfecto estado de salud”, declaró.

Rokn Abadi quiso aprovechar esta alocución pública en la televisión de Hizbulá para acusar directamente a Israel y a sus aliados -obviamente, en referencia velada a Estados Unidos- de ser culpables de este intento de sabotaje: “Los agentes de la entidad sionista de Israel y cómplices están detrás del mismo, pero no nos afectará. Esto nos hará más fuertes y convencidos de nuestras opciones en la región”.

Instantes más tarde, el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Marzieh Afkham, quiso pronunciarse también en la misma línea que su colega: “El acto terrorista ocurrido ante las instalaciones iraníes es un crimen inhumano y lleno de odio por parte de los sionistas y de sus mercenarios”.

Estados Unidos, la Unión Europea y Naciones Unidas calificaron el atentado de “sin sentido” y de “despreciable” y hablaron de “situación de shock”.

Reivindicación desde Twitter

Todo apunta a Al Qaeda como autor del atentado, a pesar de que las autoridades están investigando lo ocurrido. Las brigadas Abdulá Azam, franquicia de la organización terrorista en el Líbano, reivindicó rápidamente dichas agresiones en la cuenta de Twitter del clérigo radical Sirajudin Zuraiqat: “Las Brigadas Abdulá Azam y las células Husein bin Ali, complazcan a Dios, se encuentran detrás de las explosiones de la embajada iraní en Beirut”. Estos comandos amenazaron ya con acciones semejantes hasta que Irán decidiese retirar sus fuerzas de Siria y liberar a los prisioneros islamistas suníes.

El grupo, nombrado en honor al maestro de Osama bin Laden, el fundador de Al Qaeda, tiene conexiones en los campos de refugiados palestinos del Líbano y en los países del Golfo. Dos de sus comandantes son saudíes, señala a Reuters Charles Lister, analista del think tank Centro IHS Jane sobre Terrorismo e Insurgencia.

El interrogante que se abre ahora en el difícil juego de poderes de Oriente Próximo es entender qué beneficios puede lograr Al Qaeda, al atacar intereses de Irán o de Hizbulá. Preguntado por El MUNDO, el analista especializado en la República Islámica y director del ‘think tank’ Iran-Israel Observer, Meir Javendafar, nos ha ofrecido su particular análisis: “El Gobierno de Irán ha estado ayudando al presidente sirio, Bashar Asad, en una guerra civil en la que la mayoría de los muertos son suníes. Los extremistas de esta secta quieren venganza por la ayuda de Irán”. Y añade: “Al Qaeda ve a Teherán como el comandante chií de Asad y Hizbulá, por lo que ha decidido cambiar de objetivo e ir precisamente a por ese comandante”.

“Esta situación va a tener un impacto en Hizbulá e Irán, puesto que luchar contra Al Qaeda no será fácil. La organización terrorista dispone de un elevado entrenamiento militar, experiencia sobre el terreno por su lucha contra EEUU en Irak y Afganistán, reciben dinero de familias saudíes y son fundamentalistas. Que milicia chií y la Guardia Revolucionaria iraní estén apoyando a Asad en su lucha contra los suníes, probablemente puede significar que otros suníes de Oriente Próximo apoyen a Al Qaeda en su lucha contra Hizbulá e Irán”, añade Javendafar.

Se trata del tercer atentado en Dahye (los suburbios del sur de Beirut) en menos de cinco meses. Sendas explosiones de julio y agosto de este mismo año dejaron aproximadamente 50 heridos, y alrededor de 20 muertos respectivamente.

Fuente:elmundo.es