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ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Israel no debe esperar una visita real, pero Salman reconoce que Jerusalem juega un papel importante en la batalla contra Irán y los sunitas radicales.

Por Avi Issacharoff

Conozca a Salman bin Abdulaziz, el nuevo rey de Arabia Saudita. Como heredero al trono, Salman de 79 años de edad ya gobernaba el país en las últimas semanas, debido al deterioro de su medio hermano Abdalá, que le impidió llevar a cabo sus deberes reales.

Recientemente, Salman fungió como ministro de defensa, aunque en el reino es mejor conocido como gobernador de la provincia de Riad, cargo que desempeño durante 40 años. Él es uno de los 45 hijos del fundador del reino, Abdulaziz Ibn Saud, y el sexto hijo heredero del trono tras la muerte de sus predecesores.

Su hermano, el príncipe heredero Moqren, es diez años más joven.

Salman también sirvió como secretario general de asuntos de la familia real – el hombre responsable de manejar sus conflictos discretamente, lejos de los medios de comunicación y el público en general.

Probablemente el rey Salman no hará cambios drásticos en la política exterior y de defensa de Arabia Saudita. El nuevo rey ha influido en la toma de decisiones del reino desde que fue nombrado heredero al trono en 2012. Salman mantuvo reuniones de alto nivel con líderes árabes como el presidente egipcio, Abdel Fattah el-Sissi y ha participado en la formación del campo sunita moderado de Oriente Medio.

Junto con el-Sissi, el rey de Jordania, Abdalá II, e incluso Mahmoud Abbas de la Autoridad Palestina, quizás intente bloquear el campo sunita radical por un lado (el Estado Islámico, al-Qaeda) y el campo chiíta por el otro.

Ambas misiones son complejas. Un día antes de la muerte de Abda, los hutíes en Yemen tomaron control de la mayor parte del país. Este movimiento representa una presencia chiíta (pese a que los hutíes son chiítas zaidíes, distintos a los de Irán) en la frontera sur de Arabia Saudita con apoyo económico y militar de Teherán.

Irán, el mayor enemigo de Arabia Saudita, establece así una base de apoyo al sur del reino precisamente en el día en que el rey Salman toma el trono. Seguramente los próximos días y semanas contienen una serie de retos para el nuevo rey. Los iraníes harán lo posible por complicar las cosas para el rey Salman.

Incluso si un nuevo régimen surge en Yemen que incluya a sunitas y hutíes, estos últimos probablemente tomen el control y permitan que los guardias de la revolución iraní operen en el país.

Esto creará dificultades para los países que pertenecen al campo moderado, y particularmente para los Emiratos Árabes Unidos. El derrocamiento del presidente yemení Abd Rabbo Mansour Hadi incrementa las posibilidades de un caos en el sur de Yemen; cuatro provincias del sur han anunciado que no se rendirán, a pesar de un nuevo régimen en Saná. Esto perjudicará el tráfico de mercancías en el Golfo Pérsico y el Mar Rojo, y permitirá una mayor actividad de al-Qaeda en la mitad del país.

El presidente saliente permitió que Estados Unidos operara contra al-Qaeda en Yemen, y ahora resulta poco probable que el nuevo régimen controlado por los hutíes continúe esa política. Esta es una muy mala noticia, especialmente para Arabia Saudita.

Otro tema que el rey Salman tendrá que abordar es el precio del petróleo. Riad se ha negado a subir los precios en los últimos meses; de hecho, ha causado la baja de precios. El reino deseaba evitar la competencia con empresas estadounidenses que se especializan en la separación de gas y petroleo. Esto perjudicó la economía iraní, incluso sin sanciones adicionales del occidente. La pregunta es si Salman modificará la política de producción de petróleo; horas después de la muerte del rey Abdalá, se registró un aumento en el precio del petróleo.

Y ¿qué pasa con Israel? Jerusalem no debe esperar una visita real en el futuro próximo. Es de esperarse que el rey Salman continúe la misma política de los últimos dos años – es decir, el reconocimiento de que Israel es una parte importante de la guerra contra el eje sunita radical y el campo chiíta.

De vez en cuando, escuchamos sobre conversaciones secretas entre funcionarios israelíes y saudíes del golfo. Podemos asumir que Salman mantendrá este canal abierto y quizás opte por expandirlo.

Traducido desde Times of Israel para Agencia de Noticias Enlace Judío.