ALFONSO M. BECKER (MIAMIDIARIO.COM)

ALFONSO M. BECKER

Juegos malabares está haciendo el presidente de Rusia para tratar de hacer ver al resto del planeta que puede resistir la caída del precio del barril de petróleo, el vendaval de sanciones impuesto por Europa y EEUU, y todo lo que le echen encima…

Vladímir Vladímirovich Putin continúa ajustándose al guión elaborado de una nueva guerra fría en el que -no me cabe duda- hay convidados de piedra de los que no se debe hablar porque son intereses muy grandes los que se juegan en esta partida y lo peor de todo es que se tienen que resolver en este año 2015… Dos cosas -supuestamente-  no le perdonan ni Europa ni los Estados Unidos: la anexión de Crimea y su actuación encubierta a favor de los separatistas del Dombás… Digo “supuestamente” porque hay papeles de inteligencia en los que queda claro que en la “reurbanización” de Ucrania se contemplaba no solo la seguridad de la base naval rusa de Sebastopol mediante contrato sino que se había contemplado también la “megalomanía” de Putin y la seria posibilidad de que se quedara con toda la península para efecto nacionalista de propaganda doméstica. Respecto a las “ayudas” de Moscú a los separatistas, nunca se han podido documentar, es justo decirlo, de la misma forma que nadie ha documentado hasta ahora quién fue el causante del derribo de un avión de pasajeros…

Es evidente que hay una “exquisita” y sospechosa prudencia a la hora de presentar pruebas (que las hay) sobre el avión… Respecto a la ayuda militar a los separatistas, no parece fiable que Rusia haya utilizado sus convoyes de ayuda humanitaria para hacerlo. No es el estilo de Putin… Todo lo que está ocurriendo ahora obedece a una necesaria ofensiva contra Moscú porque al gran vendedor de armas, Vladimir Putin, no se le ha ocurrido otra cosa  que solucionar sus problemas de liquidez vendiéndole sus famosos misiles al primero que le ponga el dinerito en la mano… y cuando se han enterado todos los terroristas del planeta, han montado cola en el patio de sus corporaciones armamentísticas y ya han hecho sus pedidos de los súper-modernos S-300 y S-400.  Ahora se van a beneficiar no solo Irán (que no deja de insistir en sus misiles a Moscú) sino Siria, Líbano y Hezbollah… Esta rocambolesca situación se está dando en plena negociación nuclear con los persas y un posible acuerdo que levante sanciones contra Teherán, lo que a juicio de Moscú significaría que ya no habría obstáculo internacional alguno para vender sus armas en la zona. Una estrategia de venta masiva de cohetes que lo sacaría de la crisis económica… lo que llevó ayer al ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, a Teherán para firmar contratos importantes con los militares persas…

Los servicios de inteligencia de Israel, ya no avisan a los EEUU de lo que está ocurriendo. Lo hizo en su día y ahora ha optado por intervenir militarmente allá donde se mueva un solo sistema ruso antimisiles vendido. La vigilancia sobre Siria, Líbano e Irak es tal que quizás se entienda ahora que todo puede comenzar en cualquier momento desde los altos del Golán al Golfo Pérsico. La muerte de prominentes líderes de Hezbollah y de la Guardia Revolucionaria iraní cuando su convoy fue atacado hace dos días por helicópteros israelíes, da una idea de lo que se está gestando. La guerra mediática contra Putin se está agudizando estos últimos días y no es de extrañar que aumenten las comparaciones del presidente ruso con todas las alimañas del planeta y todos los fenómenos atmosféricos devastadores de la Tierra. A partir de ahora, Putin ya no será tan peligroso como el ébola o el Daesh sino algo peor… una serpiente de cascabel de siete cabezas nucleares dispuesto a clavar sus colmillos no solo en Ucrania sino en cualquier parte del planeta. Ese es el hombre más malo del mundo. Así lo ha dicho Obama. Así tiene que ser…

Los persas han visto el cielo abierto con esta demostración de desprecio occidental por Vladímir Putin  y ya han declarado que: “Irán y Rusia son capaces de enfrentarse a la intervención expansionista y la codicia de los Estados Unidos a través de la cooperación, la sinergia y la activación de las capacidades potenciales estratégicos” … Teherán sabe que una estrategia conjunta con Rusia los puede colocar como líderes en Oriente Medio. También saben que Putin quiere vengarse del príncipe Bandar bin Sultan y sobre todo quiere devolverle la moneda a Obama en el asunto de las sanciones… Ahora los “sancionados se unen” contra el sancionador…

El senador demócrata Charles Schumer dijo en su día que la relación de la Casa Blanca con Rusia se ha vuelto venenosa desde que Putin le dio asilo a Snowden… Pero tras el viejo historial de espías de la CIA, vestidos de mujer, detenidos hace un par de años en Rusia, yo me inclino más por una agudización del lenguaje soez contra Putin y sobre todo por la “malvada” actitud de Obama  de enviar a la agente barbuda  Conchita Wurst al Kremlin para solicitar entrevista con el presidente ruso… creo que es una forma muy americana de llamarle “mariquita del Volga” sabiendo lo machistas que son los rusos… Parece que Obama le ha tirado el último pildorazo al mandatario ruso. Estamos ante una nueva actuación de los servicios secretos cuando todo ha salido mal y el enemigo se hace fuerte y poderoso.

Dos cosas pueden pasar a partir de ahora:  una, que los iraníes firmen la paz con EEUU (cosa poco probable) y otra,  que unan su destino a Rusia y afronten asociados el ataque a Israel con todas sus consecuencias que tanto han soñado en la última década… Cosa que sería una locura por parte del presidente ruso recientemente convertido en paria… Todo este intercambio surrealista de improperios se tiene que acabar en breve porque Europa está colocando sus barcos en el Golfo.

En cualquier caso, son la última oportunidad y el último aviso tanto para los persas como para la actuación en política exterior de Vladímir Putin.

Fuente:miamidiario.com