SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Lo que sigue es el discurso del primer ministro Binyamin Netanyahu con motivo del Día Internacional de Conmemoración del Holocausto, martes 7 de Shevat, en Yad Vashem en Jerusalén:
(Miércoles, 28 de enero 2015)
“Mi responsabilidad como primer ministro de Israel es garantizar que el Estado de Israel nunca más vuelva a ser amenazado con la destrucción. Mi responsabilidad es velar por que no haya una razón para construir más sitios conmemorativos como Yad Vashem.
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El acuerdo pendiente con Irán es un acuerdo que pone en peligro el Estado de Israel. Deja a Irán con las capacidades que le permiten armarse con armas nucleares, una bomba primero y después muchas bombas atómicas. No podemos vivir con dicho acuerdo; por lo tanto, nos oponemos a él. Incluso aquellos que tratan de desafiarnos dentro de nuestras fronteras descubrirán que estamos dispuestos a responder con la fuerza. Israel ve con suma gravedad el ataque contra nosotros desde territorio sirio. Los que juegan con fuego se quemarán.
La preservación de la memoria del Holocausto es hoy más importante que nunca.
Vivimos en una época de resurgimiento y violento antisemitismo, y conmemoraciones como esta ceremonia nos recuerdan a dónde puede conducir el odio más antiguo y más perdurable de la humanidad.
Muchos pensaron que después de los horrores del Holocausto, el antisemitismo finalmente se contraería y desaparecería.
Eso no ha sucedido.
El odio a los judíos apareció para tomar un breve respiro después de la Segunda Guerra Mundial durante unas décadas.
Ahora ha vuelto con toda su fuerza.
Una vez más en Europa y en otros lugares, los judíos están siendo calumniados, vilipendiados y convertidos en objetivos sólo por ser judíos.
Esto está ocurriendo en el intolerante Oriente Medio y en el corazón del liberal y tolerante Occidente.
Está ocurriendo en Teherán y París, en Gaza y en Bruselas. Por todo el mundo, las comunidades judías están viviendo cada vez más con miedo.
Pero no es sólo el pueblo judío el que está siendo calumniado, vilipendiado y convertido en objetivo. También el Estado judío.
Israel es agredida con los mismos insultos y calumnias que se han levantado contra los judíos desde tiempos inmemoriales.
Extremistas islámicos han incorporado las calumnias antisemitas más escandalosas en su doctrina asesina.
Tomen la Carta de Hamas como uno de muchos ejemplos.
Es igual que los Protocolos de los Sabios de Sión, la falsificación antisemita en la que se basa. Hace un llamamiento al asesinato de judíos y la destrucción de su estado.
Tal como los antisemitas clásicos retrataban al judío como la encarnación de todos los males del mundo, los antisemitas de hoy representan el estado judío de la misma manera retorcida.
¿Y qué hacen los llamados órganos “iluminados” de la comunidad internacional en respuesta?
Un cuarto de millón de personas son sacrificados en Siria, se utiliza gas venenoso contra la población civil, y ¿de quién quieren discutir los signatarios de la Convención de Ginebra en una reunión de urgencia? De Israel.
En toda la región, regímenes dictatoriales y movimientos brutales maltratan a sus pueblos – reprimen a las mujeres, linchan a los gays, obligan a los cristianos a vivir con miedo.
¿Y a quién ha condenado el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas? A Israel.
Hamas dispara miles de cohetes contra nuestros civiles, ataca deliberadamente a nuestro pueblo mientras se esconde detrás de civiles palestinos a los que utiliza como escudos humanos.
¿Y a quién anunció la CPI que examinará? A Israel.
Ningún examen racional de los hechos podría justificar este asalto a Israel, la única democracia del Medio Oriente, la democracia más asediada en la tierra.
Esta obsesión con el pueblo judío y su estado tiene un nombre. Se llama antisemitismo.
Hay cosas que no cambian.
Pero te puedo decir qué ha cambiado hoy.
Nosotros hemos cambiado.
Los judíos han cambiado.
Ya no somos un pueblo sin Estado permanentemente en busca de un refugio seguro.
Ya no somos un pueblo sin poder mendigando a otros para que nos protejan.
Hoy somos un pueblo independiente y soberano en nuestra patria ancestral.
Hoy podemos hablar contra las voces de odio de los que buscan nuestra destrucción.
Hoy podemos protegernos solos y defender nuestra libertad.
Damas y caballeros,
Los ayatolás en Irán, niegan el Holocausto, mientras planifican otro genocidio contra nuestro pueblo.
Quiero ser claro.
El pueblo judío se defenderá solo contra cualquier amenaza.
De eso se trata el Estado judío.
Sin embargo, apreciamos el apoyo de nuestros amigos de todo el mundo que rechazan la propagación de enfermedades gemelas del antisemitismo y el antisionismo. Son todas lo mismo.
Estamos especialmente agradecidos por el apoyo bipartidista a Israel en todo Estados Unidos, nuestro gran aliado.
Compartimos un vínculo especial con los Estados Unidos, basado en valores comunes y eso se refleja en nuestra cooperación expansiva, sobre todo en materia de seguridad.
Sin embargo, es el Gobierno de Israel que tiene la responsabilidad última de la seguridad del solo y único estado judío.
Y aquí hay que hablar claro y debemos hablar de los peligros para nuestro pueblo y nuestro estado. Esto es algo que no podíamos hacer en tiempos del Holocausto.
Israel rechazará cualquier acuerdo que deje a Irán como Estado umbral nuclear.
Lamentablemente, a nuestro entender la oferta hecha por el P5 + 1 hace exactamente eso.
Ello permitiría a Irán producir un arma nuclear dentro de unos meses y muchas más bombas en poco tiempo.
Las capacidades de Irán para producir uranio enriquecido para bombas atómicas se dejan intactas.
Un acuerdo semejante sin duda desatará una carrera de armas nucleares en la región que convertiría a Medio Oriente en un polvorín nuclear.
Y tal acuerdo es simplemente inaceptable para Israel. Nos opondremos a él y nos opondremos vigorosamente.
En este día de recuerdo del Holocausto, me comprometo a lo que hace 70 años no podíamos ni decir ni hacer.
Israel siempre hará lo que hay que hacer para garantizar la seguridad del pueblo judío y del único Estado judío. Ese es el significado de este día.
Gracias.”
Fuente: The Yeshiva World
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