ELENA BIALOSTOCKY PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Por quinto año consecutivo, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y el Comité Central de la Comunidad Judía de México se unieron este 26 de Enero para la Conmemoración Internacional de las Víctimas del Holocausto, efectuada en el auditorio “Jaime Torres Bodet” del Museo Nacional de Antropología.

El Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez subrayó su convicción de que las sociedades que han logrado consolidar un Estado de derecho que proteja y promueva la observancia de los derechos humanos son menos vulnerables ante el embate de liderazgos, burocracias partidarias o gobernantes de carácter criminal.

“Ninguna sociedad puede sustentarse en la justicia y la paz si rechaza o denigra la dignidad humana”, aseguró.

Explicó que se debe actuar en el escenario internacional para que se garanticen las condiciones institucionales que permitan encarar las acciones de estados criminales, mientras que en el ámbito interno, cada país debe subordinar el poder del Estado a un efectivo régimen de garantías y derechos humanos, así como a la consolidación de una cultura de la legalidad y empoderamiento de la persona.

A su vez, el Sr. Marcos Fastlicht, Presidente del Patronato del Museo de Antropología e Historia, rememoró los horrores que se vivieron en los Campos de Concentración y resaltó: “Hoy, aquí, en México, en el Museo Nacional de Antropología, estamos reunidos para recordar por quinta ocasión, en una ceremonia solemne y luctuosa, las infamias que el ser humano puede cometer en contra de sus congéneres. ¡Nunca más! Es la expresión que sintetiza nuestro afán de recordar y rendir homenaje a las millones de víctimas, sobrevivientes y familiares de la Shoá”.

Eva Lijtzain, Presidenta de Yad Vashem México, dijo: “A setenta años de la liberación del Campo de Exterminio de Auschwitz, la sola mención de Auschwitz resulta en una palabra inexplicable; mientras más aprendemos y estudiamos del tema menos lo entendemos”.

Eugenia Unger, sobreviviente del Campo, dijo: “Aquellos que no estuvieron ahí, jamás podrán entrar; más aquellos que sí estuvieron en Auschwitz, jamás podrán salir”.

Auschwitz fue el único campo de concentración adonde se tatuaba a las personas con un número en el brazo a fin de quitarles su nombre, el último vestigio de su identidad humana.

Un prisionero dijo. “Henos aquí en compañía de la muerte; tatúan a los recién llegados, a cada cual le corresponde un número. A partir de ese momento pierdes tu identidad y te transformas en un número. No eres el que eras antes, sino un número ambulante desprovisto de valor”.

Efraim Zadoff, profesor e investigador de Holocausto tomó la palabra: “Durante la Segunda Guerra Mundial, así como hubieron miles de transgresores, hubo mucha gente que aún a riesgo de su vida y la de sus familias ayudaron a muchos judíos en los países en que eran perseguidos. A ésta personas se les ha reconocido cómo “Justos entre las Naciones”. Actualmente ya se encuentran arriba de veinticuatro mil nombres en el museo de Yad Vashem. Entre éstas personas se encuentran diplomáticos que aun en contra de las ordenes de sus gobiernos, otorgaron visas para salvar a miles de judíos”.

Salomón Achar, Presidente del Comité Central de la Comunidad Judía de México: “La importancia del acto de este día radica en que hay individuos, grupos e incluso naciones, que siguen promoviendo la idea del nazismo, del fascismo, de la discriminación y la intolerancia. Sus manifestaciones pueden ser a través de un estereotipo religioso, económico, racial o político, pero se siguen difundiendo”.

Lic. Luis Raúl González Pérez, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos tomó la palabra: “No olvidemos lo que lo que el fanatismo, el racismo y la intolerancia produjeron en la primera mitad del siglo XX. Ese asalto a la razón y a la dignidad humana dio origen a lo que hoy llamamos genocidio. Durante el Holocausto millones de seres humanos fueron sometidos a lo infrahumano, a la mayor degradación humana mediante el despojo sostenido y sistemático de sus empleos, sus hogares, sus negocios; del acceso a las escuelas, de su vida social, de sus libertades de tránsito, de asociación e incluso de pensamiento”.

En este acto se contó con la presencia de Marcia de Castro, Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas en México; Salomón Achar, Presidente del Comité Central de la Comunidad Judía en México, A. C.; Eva Lijtszain, Presidenta de la Sociedad Yad Vashem; integrantes de distintas organizaciones de la comunidad judía en nuestro país, representantes de organismos internacionales, así como funcionarios y personal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

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