SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La pueril respuesta educativa de Francia – y para el caso, la respuesta general de Europa – a las masacres de Charlie Hebdo y el supermercado, es peor que inútil.
Por Giulio Meotti
Que la clase dominante francesa había entendido poco o nada de las masacres de Charlie Hebdo y en el supermercado kosher en París ya podría haber sido fácil de adivinar.
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La confirmación viene del extenso programa anunciado por la ministro de Educación, Najat Vallaud-Belkacem, una mujer franco-marroquí vista como símbolo de la integración francesa.
“¿Cómo pudimos haber permitido que nuestros estudiantes se conviertan en asesinos?”, Preguntó el diario Le Monde tomando prestado el grito de cuatro profesores de Aubervilliers, el suburbio parisino donde crecieron los hermanos Kouachi.
Pero en lugar de promover una “jihad” occidental basada en la identidad, Francia responderá al fundamentalismo islámico con una ofensiva sin precedentes, banal y secular. Un “Día de la laicidad” se celebra cada 09 de diciembre , algo parecido a la adoración de la Deidad de la razón promovida por Robespierre. El cardenal de París, Vingt-Trois, ha condenado con razón, la decisión de celebrar el Día de la laicidad, porque “el laicismo no es una religión como para que organice fiestas religiosas.”
Belkacem, rebautizado “Ministre du Décervelage” – Ministro de lavado de cerebro – por asociaciones conservadoras y la prensa, también anunció que “el papel de la laicidad” se firmará en las escuelas al inicio de cada año. “El laicismo debe prevalecer en todas partes”, dijo el primer ministro Manuel Valls. El gobierno socialista también va a soltar “un millar de embajadores de la laicidad” en las escuelas, que traten específicamente con los estudiantes “que muestren un comportamiento preocupante ante los símbolos de la soberanía francesa.”
Un intento de eliminar cualquier reclamo de identidad.
Porque, según lo postulado por uno de los asistentes de la señora Belkacem, el sociólogo cristiano Maurel, educación significa “salir de cualquier filiación cultural”. El sociólogo Jean-Pierre Le Goff sostiene que Belkacem es parte de “una escuela de pensamiento que no quiere cambiar la sociedad a través de la violencia y la coacción, sino a través de la escuela y la ley.”
Sin embargo, el semanario conservador Valeurs Actuelles (valores Actuales) comenta sobre el proyecto de Hollande-Belkacem que ahora “el laicismo se convierte en una nueva religión.”
Los maestros ahora serán juzgados no sólo por sus conocimientos y su capacidad de enseñanza, sino también “por su capacidad de compartir los valores de la República.” El plan también pretende fortalecer la antigua “cultura de compromiso” de Sartre.
Una profesora de francés, Isabelle Rey, simplemente escribió que “muchos de nuestros estudiantes no comparten nuestra consternación por los acontecimientos. Podemos fingir el consenso, pero es un hecho objetivo que una parte importante de nuestra población cree que los periodistas merecían su destino o que los hermanos Kouachi murieron como héroes”.
Y cuando se trata de ellos, con los “leones del Islam”, no se puede luchar con este tipo pueril de laicidad.
No se puede convencer a los monstruos que masacraron niños judíos en Toulouse, que ejecutaron periodistas occidentales en París, que violaron niñas Yazidi, que crucificaron cristianos y arrojaron gays de los edificios.
Un negro estandarte del Islam gritando “No hay otro Dios sino Alá” está marchando pesadamente sobre las ruinas seculares de Europa.
El Israel judío es diferente, y a pesar de la agenda de izquierda, de género neutro y secularizada de la élite israelí, el pueblo judío está por encima de eso y está ganando. Sólo el fuerte Estado de Israel, en su conjunto, y la tierra no dividida, con sus personas sanas y su brillante Torá, puede ganar a esta ideología monstruosa.
Sólo el Dios de Israel puede resistir y crecer frente al desafío histórico del Islam a la humanidad.
Fuente: Arutz Sheva
