palestine-ring-of-_2949183k

EVELYN GORDON

Reclutar a niños soldados es considerado generalmente una grosera violación a los derechos humanos. Pero lejos de condenar este comportamiento, la “comunidad internacional” esta alentándolo en forma activa.

Hamas está actualmente reclutando a miles de palestinos de entre 15 a 21 años de edad dentro de su nuevo “Ejercito de Liberación” en Gaza, informó hoy el periodista Khaled Abu Toameh.  Así que por encima del hecho que está gastando su dinero en una acumulación militar aún cuando miles de residentes de la Gaza controlada por Hamas siguen sin hogar y sin ninguna ayuda a la vista, la mitad de la edad que la cohorte de Hamas busca reclutar consiste en personas por debajo de los 18 años, a quienes las Naciones Unidas y los grupos internacionales de derechos humanos definen como niños. Reclutar a niños soldados es considerado generalmente una grosera violación a los derechos humanos. Pero lejos de condenar este comportamiento, la “comunidad internacional” esta alentándolo en forma activa.

Después de todo ustedes no escuchan mucho sobre las campañas de reclutamiento de Hamas por parte de la ONU, la Unión Europea, los medios de comunicación o las principales organizaciones de derechos humanos. Pero si esos niños soldados resultan algún día muertos combatiendo a Israel, todos estos organismos disputarán sobre quién puede condenar más vociferantemente a Israel por “matar niños.” Y es precisamente esa reacción la que hace un elemento de ganancia para Hamas y su reclutamiento de niños soldados: Al hacerlo, no sólo puede expandir significativamente sus fuerzas de combate, sino que puede también asegurar que Israel sufra la vituperación internacional cada vez que estalle una guerra a gran escala sin sufrir ninguna consecuencia negativa para sí mismo.

De hecho es una ganancia triple para Hamas, porque esta táctica no sólo pone en peligro a los niños soldados mismos; también pone en peligro a inocentes de 15,16 y 17 años de edad. Después de todo, si Hamas está reclutando niños de esta edad dentro de su “ejército”, entonces los soldados israelíes tienen que tratar a todo varón en ese rango de edad como un combatiente potencial. Y en la niebla de la batalla–donde a menudo es difícil para los soldados decir exactamente quién les está disparando, especialmente ya que los agentes de Hamas no visten uniformes y abren fuego frecuentemente desde en medio de los civiles–cualquiera que parezca un combatiente potencial es muy probable que sea asesinado. Así Israel será acusada de matar aún a más niños.

Durante la guerra en Gaza del verano pasado, por ejemplo, las estadísticas “oficiales” de la ONU informadas mundialmente afirmaron que casi un cuarto de las bajas palestinas–24%–eran niños. Muchas personas, escuchando una cifra como esa, se sorprenden y espantan e inmediatamente concluyen que Israel fue en el mejor de los casos culpable de utilizar fuerza excesiva y en el peor de crímenes de guerra. Por consiguiente, Hamas se beneficia cuando la cifra es inflada; Alan Dershowitz nombro aptamente a esto la “estrategia del bebé muerto” de Hamas.

Pero solo funciona porque la ONU, los medios de comunicación, grupos de derechos humanos, líderes mundiales y todas las otras fuentes de las que depende la gente para información colaboran con ello.

Una forma en que ellos lo hacen es descuidando mencionar que algunos de esos niños–probablemente nunca sabremos cuantos–de hecho resultaron muertos por cohetes errantes de Hamas o explosiones secundarias del armamento que Hamas almacena como cosa de rutina en casas civiles; todas las bajas palestinas son pasadas automáticamente sobre Israel. Otra es descuidando proporcionar datos comparativos que ilustrarían la dificultad de prevenir las víctimas fatales civiles mientras se combate a terroristas en un entorno urbano denso, como el hecho que la proporción de niños muertos en ataques aéreos americanos en Irak fue mucho mayor, en el 39%.

Una tercera razón, sin embargo, es que la ONU cuidadosamente no menciona cuántos de esos “niños” eran varones de entre 15, 16, o 17; define a todos por debajo de los 18 años de edad como un niño y los agrupa en un total general. Dado el hábito conocido de Hamas de reclutar adolescentes, al menos algunos de los “niños” muertos eran seguramente o combatientes reales o personas de las que los soldados israelíes tuvieron razones validas para sospechar que eran combatientes. Pero ustedes nunca sabrán eso por la ONU, los medios de comunicación, los grupos de derechos humanos o los líderes mundiales.

Ustedes podrían llamar a esto la variante del “adolescente muerto” de la estrategia de Hamas: Aviva el odio internacional a Israel mediante el reclutamiento de niños soldados cuyas muertes serán informadas mundialmente como “Israel mata a niños inocentes.” Y en tanto la comunidad internacional siga colaborando con esta estrategia, Hamas tendrá todo incentivo para mantenerse firme en reclutar a niños soldados.

Fuente:cciu.org.uy