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ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Jordania y Egipto, dos países que comparten fronteras con Israel, enfrentan un reto histórico representado por la amenaza del Estado Islámico, también conocido como ISIS, y sus extensiones locales. Ambos países, que en el último año han fortalecido sus lazos con Israel en vista de la inestabilidad regional, pueden confiar aún más en el apoyo estratégico proporcionado por su vecino.

Por Amos Harel

Según un informe de la CNN de la semana pasada, Israel envió drones a la frontera jordana con Siria para ayudar a Aman en la recopilación de inteligencia con el objetivo de interceptar posibles ataques de ISIS desde la frontera norte.

El conflicto entre Jordania e ISIS sufrió un deterioro tras la publicación la semana pasada de un video que muestra cómo miembros de ISIS queman al piloto jordano Muath al-Kaseasbeh, crimen que en realidad se llevó a cabo hace más de un mes. Una ola de demandas de venganza invadió a Jordania tras el brutal asesinato del piloto capturado. La Fuerza Aérea de Jordania ejecutó docenas de ataques contra objetivos de ISIS en Siria. En el Sinaí, el ejército egipcio realizó una importante operación contra el grupo extremista Ansar Bayt al-Maqdis, tras el asesinato de 32 egipcios, la mayoría de ellos miembros de las fuerzas de seguridad, en una serie de ataques coordinados por el grupo en el norte de la Península del Sinaí el 29 de enero. En noviembre, la organización anunció su afiliación a ISIS.

El asesinato del piloto jordano y los recientes ataques terroristas en el Sinaí han creado expectativas de ambos regímenes para tomar medidas fuertes. El reino hashemita se encarga de que cada ataque aéreo contra objetivos de ISIS en Siria obtenga máxima cobertura en los medios. En el Sinaí, el ejército egipcio ataca a Ansar con infantería y helicópteros de combate, algunos de los cuales penetran el espacio aéreo de Gaza mostrando un flagrante desprecio por el régimen de Hamas en la Franja.

El Cairo, que culpa a Hamas de proporcionar apoyo logístico y operativo a grupos terroristas en el Sinaí, ha renovado sus amenazas contra el grupo islamista y planea continuar la demolición de miles de viviendas en la Rafah egipcia para crear una “zona de seguridad” de dos kilómetros de ancho en la frontera con la Franja de Gaza. El propósito de la zona de seguridad es reducir al mínimo el número de túneles de contrabando hacia el lado palestino.

Las iniciativas de Egipto y Jordania fortalecen implícitamente lo que podría llamarse la “unión de los amenazados,involucrando a ambos países y a Israel. Recientemente, el embajador jordano retornó a su puesto en Tel Aviv, luego de tres meses de tensiones diplomáticas en protesta a la política del gobierno de Netanyahu en el Monte del Templo. Desde el momento en que el primer ministro tomó las medidas necesarias para calmar la tensión en Jerusalem, prohibiendo a miembros de extrema derecha que visiten el Monte, las relaciones entre Israel y Jordania volvieron a la normalidad.

Pero desde la perspectiva israelí, no todos los resultados de los últimos acontecimientos son necesariamente positivos. Las organizaciones afiliadas al Frente de Acción Islámica en Jordania se oponen a los ataques contra ISIS. Por lo tanto, la guerra abierta declarada por el rey Abdalá incrementará el conflicto interno, motivando ataques de venganza de ISIS en la frontera entre Jordania e Irak también.

En Egipto existen dos posibles consecuencias negativas. La presión egipcia sobre Hamas, aunada a la falta de rehabilitación de la Franja de Gaza, aumentan el riesgo de una nueva ola de violencia palestina desde Gaza contra Israel. Ansar Bayt al-Maqdis, quien ya ha organizado ataques contra Israel, podría volver a atacar objetivos israelíes como medio de atraer la atención de la guerra de desgaste contra las fuerzas de seguridad egipcias en el Sinaí.

Traducido desde Haaretz para Agencia de Noticias Enlace Judío México