MIRIAM BALEY PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – “También hubo amor en el gueto”.

En entrevista con Mario Sinay, doctor en pedagogía con especialización en enseñanza de la Shoá, platicamos de un tema que casi nunca se toca pero que vale la pena recordar y estudiar: el amor durante el Holocausto.

El relato de la Shoá- el relato del Holocausto- es el relato humano y éste nos enseña lo más santo y lo más bajo del ser humano en todas sus expresiones. Por lo tanto, este es uno de los temas que normalmente no es tratado. El último libro que escribió Marek Edelman, el número tres de la Rebelión del Gueto de Varsovia, miembro del movimiento bundista, uno de los socialistas del Partido Obrero Anti Sionista Yiddishista que abogaba por una autonomía judía en Polonia. Sobrevivió, se hizo médico, un cardiólogo muy conocido en Polonia, y murió hace tres años. Su último libro se llamó “También hubo amor en el gueto” y quizás la frase más importante en este libro es “el amor ayudaba a resistir y era una forma de resistencia”.

Marek-Edelman

Marek Edelman

A pesar de que nos parece que no pudo haber amor en esta etapa, sí lo hubo. Hubo amor en el gueto en muchísimas expresiones y en muchos casos, incluso en casos famosos que todos conocemos. Uno de ellos es el de Mordejái Anielewicz y su novia Mira Fuchrer; él se suicidó junto a ella en el búnker de Mila 18 en Varsovia, el 8 de marzo de 1943.

270px-Anilevich

Mordejái Anielewicz y su novia Mira Fuchrer

 Otro ejemplo es el campo de exterminio de Sobibor, donde Shlomo Schmeiser, uno de los sobrevivientes presentados en la película Escape de Sobibor, estuvo con su novia Maya. En el escape del 10 de octubre de 1942, donde trescientos de los seiscientos judíos comando lograron salir, ya estando fuera del gueto, una bala le dio a Maya en la espalda y murió. Es una historia de amor muy interesante que vale le pena ver.

 Ante tanta penuria y ante tanto dolor, el estar con alguien a quien quieres y el amar hace un poco más fácil poder sobrevivir y soportar situaciones de caos.

Pero no se trata solamente de amor entre hombre y mujer, sino amor en términos generales. De esto trata el famoso cuento de Janusz Korczak: del amor de un profesor a sus hijos. No hablamos de sexo sino de amor verdadero- un amor de padre, de maestro, de profesor a sus doscientos hijos con quienes se dirige hacia la Plaza de los Desplazamientos. ¿Hay mayor expresión de amor que ésa? Creo que el relato de Korczak es un relato de amor de un padre a sus hijos, a sus alumnos, a sus protegidos. Es una historia famosa y todos la conocemos pero no con todos los detalles, por ejemplo, el señor que cuidaba el orfanato…

Korczak

Janusz Korczak

Janusz Korczak era un doctor de profesión y de corazón; era el director del orfanato judío en Varsovia, donde había 202 muchachos. El 22 de julio de 1942 comenzaron las deportaciones de Varsovia a Treblinka y supo inmediatamente que también se llevarían a los niños. Toda esa semana Janusz preparó a los niños- fue una especia de terapia- y éstos montaron una obra de teatro llamada El Cartero, la cual está basada en un relato de la India sobre un niño que está enfermo de cáncer y que espera una carta del sultán -y, cuando ésta llega finalmente, el niño muere con una sonrisa.

El 5 de agosto, una semana después, deportaron a los niños de los seis orfanatos de Varsovia y los llevaron a Treblinka, donde todos fueron asesinados al día siguiente. Tenemos decenas de testimonios de gente que lo recuerda porque todos salieron con sus mejores ropas, diciendo “vamos a viajar en tren, así que vamos a ponernos nuestras mejores ropas de Shabbat”. La escena de esos 202 chicos caminando con Janus Korczak a la cabeza, cruzando todo el gueto y cantando canciones es recordada por cientos de personas. Al llegar a la Plaza de los Desplazamientos, comienza lo que nunca vamos a poder demostrar pero que la leyenda señala y esto es que identificaron a Janusz Korczak como médico pediatra y le ofrecieron bajarse del tren pero él se rehusó, pues sabía que Treblinka era la muerte- se quedó con sus niños y caminó con ellos a la muerte. Pienso que esta es una historia de amor sublime.

1024px-Yad_Vashem_BW_2

A la sombra de esta historia sublime, se encuentra también lo sucedido con el celador del orfanato que decidió ir con Janusz y los niños a Treblinka. Él no era judío, no estaba obligado a hacerlo y nadie se lo pidió; sin embargo, él también subió a los trenes y fue asesinado en Treblinka. Así que tenemos un montón de escenas de amor entre hombres y mujeres porque es natural, es lo normal. A pesar de que nos es muy difícil entenderlo, tal como lo dijo Marek Edelman, también hubo amor en el gueto.

Amistad en el Holocausto

En los campos, la única posibilidad de sobrevivir era con amigos. Si no tenías amigos, si no tenías un grupo que te protegiera y que se protegieran entre todos, era casi imposible salvarse en las condiciones salvajes que se daban en los campos. La única forma era ayudándose: compartir entre todos la comida, dividirse, ayudarse, compartirse, en las paradas, en las selecciones, en los conteos diarios. La única posibilidad era hacerlo con amigos. Pero, nuevamente, hubo de todo. En circunstancias extremas, en circunstancias de caos, como en todo lo que sucede en la Shoah, vemos lo más alto del ser humano y lo más bajo del mismo. En este momento, estamos hablando de lo más alto, ya que hubo de todo: amor, amistad, fraternidad, solidaridad. Hubo decenas de manifestaciones de toda índole y en todos los lugares.

070108_110_b

Quizás el caso más conocido sobre amistad es el de Halina Birenbaum, quien viene de una familia de Varsovia. Su padre fue deportado a Treblinka y, después, ella, sus hermanos y su madre fueron deportados a Majdanek. Ella tenía 16 años y siempre fue muy bajita de estatura. Todo el tiempo ha dicho que no podría haber sobrevivido en Majdanek de no haber sido por el grupo de amigas de cinco o seis chicas que estaban con ella. Entre todas se ayudaban en la mañana con el conteo, en las filas para recibir comida, etcétera. En las luchas cotidianas, dilemas de vida o muerte, solamente quienes estaban en grupos fuertes y se defendían los unos a los otros, podían sobrepasar todas esas cosas. Sino, era muy difícil sobrevivir, incluso sólo un día. Para todos.

Una boda en Auschwitz

Mario Sinay

1236959307_1

En la película de Schindler hay una escena famosa de una boda; es la boda de Joseph Bau y Rebecca Tennenbaum, que se realizó en el campo de Plaszów, en Cracovia, siendo eso terminantemente prohibido Lamentablemente, hoy en día ellos ya murieron pero son sus hijas las que cuentan la historia. 

La boda se realizó de forma ilegal. El novio logró infiltrarse al sector de las mujeres. La diferencia entre los hombres y las mujeres eran un pañuelo en el pelo, así que logró conseguir un pañuelo, se hizo pasar por mujer y entró en el campo femenino. Ellos ya se conocían y habían platicado varias veces mientras trabajaban. La madre de él los casó, le hizo de rabina. Una vez que los casó, él logró regresar y salvarse. Muy interesante. La pareja se salvó.

Bau se vuelve el primer caricaturista de Israel. Más adelante, trabaja para los servicios de inteligencia de ese país. Soy muy amigo de sus hijas.

Es el personaje principal del libro “El Pintor de Cracovia”.