SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Recientemente, los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) han estado celebrando reuniones con los representantes del mundo árabe y musulmán, como Turquía y Qatar, con la intención de formar un “grupo de trabajo conjunto para combatir el terrorismo islamista”.

por Bassam Tawil

iran armas uclearesTurquía y Qatar, por ejemplo, fomentan directamente el terrorismo islamista, por lo tanto de ninguna manera pueden ser parte de un grupo de trabajo para actuar en contra de él.

Al estilo de pensamiento islámico, por su manera de no ver la luz, tal absurdo no es más que el prólogo de la guerra final entre Gog y Magog (“wamagu yagug”), y anuncia el fin de los días.

El mundo árabe-musulmán se involucra en perpetuas luchas internas perpetuas. Irán, por ejemplo, con sus aliados en el Líbano, Siria, Irak, Bahrein y Yemen, ha rodeado todos los campos de petróleo en la región, y se encuentra actualmente ocupado en rodear Jordania, Israel y los palestinos. Irán no sólo llega ahora desde Afganistán hasta el Mediterráneo, sino que los chiítas iraníes se han estado expandiendo por África y América del Sur. Otra señal del fin de los días es la colaboración de Estados Unidos con Irán contra el Estado Islámico de Irak y Siria. Esto significa que el mundo finalmente va a pagar que a América haya mirado hacia otro lado mientras los iraníes están construyendo bombas nucleares en sus bodegas.

Estas bodegas pueden estar actualmente lejos de las costas de Estados Unidos, pero están cerca de los campos de petróleo en Medio Oriente. Para el momento en que el presidente estadounidense, Barack Obama deje el cargo, Irán no sólo tendrá una exitosa capacidad nuclear, sino también los misiles balísticos intercontinentales para lanzar sus ojivas nucleares. Su próximo objetivo será los activos estadounidenses en el Golfo. Si Irán logra finalmente expulsar al “Gran Satán” de los EE.UU. fuera del Golfo, amenazando los activos estadounidenses, podrá libremente seguir su expansión.

Obama NetanyahuEstos son o serán las víctimas de la decisión de Estados Unidos de estirar el problema de una explosión en Oriente Medio. De esa manera, el presidente estadounidense Barack Obama puede entregar la región al próximo presidente, mientras hace ver que el vacío creado por retirar las tropas de Oriente Medio – ahora llenado por otros grupos terroristas de Irán, el Estado islámico – no tuvo nada que ver con él.

Esta situación deja, irónicamente, a la única voz del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, clamando en el desierto. Aunque a muchos de nosotros pueda no gustarnos él o las personas que él representa, él es uno de los dos líderes mundiales en Occidente que dicen la verdad, en su advertencia de lo que está por venir (Geert Wilders de los Países Bajos es el otro). Esta carga de la responsabilidad de su pueblo (¿cuántos de nosotros quisiéramos que nuestros líderes tuvieran aunque más no fuera un poco de eso?) le ha granjeado sólo el veneno de la Administración Obama, que lo ven como un intento de echar a perder su estrategia de liderar por dilación.

También es cada vez más evidente que la política de la Administración Obama consiste en correr detrás de Irán, con el fin de reconocer todo lo que quiere, sólo para ser capaz de ondear un pedazo de papel que no vale la tinta que hay en él, afirmando que hay “un acuerdo”. Irán, por su parte, probablemente preferiría no firmar nada, y lo más probable es que no lo haga. Mientras tanto, ambas partes continúan sin descanso afirmando lo contrario.

Los líderes occidentales no parecen estar programados para entender las capacidades de otros líderes, y cómo ellos también negocian, manipulan y se esconden detrás de las mentiras. El “botón de reinicio” de Rusia de Obama no funcionó; su “Al Qaeda está en fuga”, no funcionó; “Nunca dejaremos que Rusia tome Ucrania” no funcionó; y el imposible de lograr “proceso de paz” entre Israel y Palestina no funcionó.

Obama, con el fin de agitar una hoja de papel que no vale la tinta que hay en él, parece ansioso por ser víctima de falsas promesas, tratados sin valor y mentiras descaradas de otros líderes – sólo para buscar un tonto aún más grande que el ex primer ministro británico, Neville Chamberlain. Después de reunirse con el Adolf Hitler de la Alemania de 1938, Chamberlain regresó a Gran Bretaña alardeando de “paz en nuestro tiempo”. Pero Chamberlain no tenía el lujo de ver a un Chamberlain engañado antes que él. Si el acuerdo firmado con Irán está lleno de lagunas, será Obama quien tenga la culpa. ¿Realmente Obama quiere que su legado sea, “El presidente aún más tonto que Neville Chamberlain”? No será visto como “Nixon en China”. Será visto como el  cordero Eid al-Adha.

Bassam Tawil es un académico con base en Medio Oriente.

Fuente: Gatestone Institute