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NELLY HUSNY SMEKE  PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

 

A más de un mes del cruel asesinato de Alberto Nisman, fiscal judeo argentino, que  investigaba desde hace varios años el caso de la AMIA; el terrorismo nuevamente ha hecho de las suyas y con éxito, la justicia no ha llegado y parece que el caso Nisman será difícil de resolver.

Nisman, quien estaba detrás de los supuestos cómplices y colaboradores políticos de dicho atentado terrorista de 1994, contaba con pruebas que implicaban a las más altas esferas del gobierno argentino, acusando de proteger y encubrir a los terroristas responsables que cobraron, en ese entonces, 85 inocentes en Buenos Aires.

El asesinato del fiscal argentino, claramente muestra tintes terroristas debido a la causa que defendía y a lo que él representaba. Cualquier gobierno con verdadera responsabilidad y compromiso con su ciudadanía, quisiera, lo antes posible, encontrar a los culpables y sobre todo continuar con el trabajo e investigaciones sobre el atentado de la Mutual Judía.

Pareciera que el círculo político, o más bien, el poder ejecutivo de la Republica Argentina, no tienen el mínimo interés en esclarecer los hechos, y ya no hablemos siquiera de justicia.

La presidenta Cristina no solo ha evadido la gravedad de los acontecimientos, sino que ha dejado mucho que desear en cuanto al manejo del caso Nisman,  que la implica, la responsabiliza y le apunta firmemente con el dedo. Cristina osa utilizar semejante crimen como bandera política para asumir el papel de victima y acusar a la oposición  de  un complot en su contra.

Las diversas marchas de la sociedad civil en Argentina y en otras partes del mundo, son una clara y evidente muestra de desesperación y anhelo por la justicia.

Justicia no solo por Nisman, también por esas 85 personas que fueron privadas de la vida en un crimen de lesa humanidad, por el simple hecho de ser o pertenecer de algún modo a la comunidad judía argentina.

La muerte del fiscal, la interrupción de la presentación de las pruebas que acusan de alianzas, encubrimiento y complicidad a diversos funcionarios del gobierno argentino con los terroristas iraníes que perpetraron el atentado contra la AMIA; se dan en el marco de acontecimientos terroristas de intolerancia y odio, que cobraron victimas inocentes en Francia y que le arrancaron al mundo moderno  y a occidente, esa venda de los ojos.

 El atentado de Charlie Hebdo, la masacre del supermercado Hipercasher en Francia y el crimen contra Nisman se han convertido en comunes denominadores y pruebas fehacientes del triunfo del terrorismo. La raíz  de estos crímenes es la misma, inclusive fue el mismo principio que en la AMIA: el odio, la intolerancia, el fundamentalismo y el terrorismo.

De una u otra manera la impunidad sigue reinando, las victimas siguen sumando y los culpables han sido “redimidos”.

Toda sociedad, sin importar religión,  costumbres, edad, sexo o afinidad política, es blanco de ataques de grupos extremistas, fundamentalistas e  intolerantes.

El EI es otra muestra más de la barbarie que se avecina en el mundo.

Si no hay un verdadero esfuerzo internacional por erradicar a estos asesinos que justifican sus atrocidades en la voluntad de un dios sediento de sangre, el terror siempre saldrá vencedor.

No es suficiente con que las ONG o los gobiernos se pronuncien en contra, o que la ONU repudie los actos satánicos, en los que  decapitan, masacran y queman vivos a sus “enemigos”.

Las naciones líderes tienen el deber de hacer algo más que buenos discursos, es momento de actuar y hacerle frente al terrorismo. Un primer paso seria esclarecer la muerte de Nisman, encontrar a los culpables y hacerlos pagar, dar justicia a los 85 muertos en la AMIA, procesando a los responsables y cómplices que indirecta o directamente  planearon, participaron, apoyaron o encubrieron dicho atentado.Es digna de mencionar la buena voluntad del senador republicano estadounidense Marcos Rubio al pedir a su gobierno la realización de una investigación en el caso Nisman. Es una firme muestra de compromiso por erradicar el terrorismo y entender que en este mundo globalizado e interconectado todo afecta tarde o temprano a las naciones.

Lástima que el gobierno argentino no sienta esa responsabilidad y esa amenaza,

Hace unas semanas el ministro de exteriores argentino Timerman, anunciaba que su país no permitirá intromisión alguna por parte de Estados Unidos e Israel, respecto al caso Nisman/AMIA.

Si existiera un verdadero interés de la cúpula política argentina por esclarecer la verdad y finalmente procesar a los culpables del atentado terrorista, que aniquiló a  su propia población y lastimó profundamente a su patria,  dejarían de lado los típicos discursos sobre soberanía y las limitantes de los diplomáticos extranjeros sobre las injerencias en asuntos meramente del país y aceptarían esa  valiosa ayuda internacional.

El pueblo argentino, el pueblo judío y la humanidad merecen saber la verdad, merecen  justicia, y merecen tener  la seguridad de que esto nunca más volverá a pasar y que ningún gobierno será nuevamente presunto cómplice, planeador y conspirador de terrorismo contra su propia población.

 #CasoNisman