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FRUD BEZHAN

 

El gobierno iraquí ha puesto en marcha una ofensiva contra militantes del Estado Islámico (EI) en la ciudad norteña de Tikrit, pero Irán parece estar liderándola.

 Teherán ha restado importancia oficialmente a su rol en la lucha contra el EI en Irak, diciendo que su participación estuvo limitada a entrenar a milicias chiitas iraquíes y a proteger los santuarios chiitas en Irak central y oriental.

Pero la ofensiva en Tikrit, el punto más al norte del “Triángulo Sunita” de Irak, que fue el lugar de nacimiento del ex líder iraquí, Saddam Hussein, ha revelado un rol significativo.

Pero la ofensiva en Tikrit, el punto más al norte del “Triángulo Sunita” de Irak, que fue el lugar de nacimiento del ex líder iraquí, Saddam Hussein, ha revelado un rol significativo.

El General Lloyd Austin, comandante del Comando Central de Estados Unidos, dijo el 3 de marzo al Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes que la presencia de Irán en la lucha en Tikrit es una “progresión lógica de lo que han estado haciendo en el oriente del país.”

¿Qué son las “milicias basadas en Irán”?

El General Martin Dempsey, jefe del estado mayor conjunto del Ejército, dijo el mismo día, al dirigirse al Comité de Servicios Armados del Senado, que “ésta es la conducta más abierta de apoyo iraní, en la forma de artillería y otras cosas.”

Pero causó algo de confusión cuando dijo que dos tercios de las fuerzas (30000 efectivos) que están luchando para recapturar Tikrit se conforman por combatientes milicianos chiitas ‘basados en Irán’, con tropas del gobierno iraquí sumando el otro tercio.

Es ampliamente sabido que Irán ha estado entrenando, equipando y asesorando en forma activa a las milicias chiitas dentro de Irak.
Michael Stephens, analista en seguridad de Medio Oriente y director adjunto del Instituto de Servicios Unidos Reales para Estudios de Defensa y Seguridad (ISUR) en Qatar, dice que las milicias chiitas respaldadas por los iraníes están claramente al frente y  en el centro de la lucha en Irak.

El hecho que las fuerzas de seguridad iraquíes tengan una fuerza operativa que es de aproximadamente un tercio de la de las milicias chiitas [que combaten en Tikrit] indica claramente que Irán tiene una enorme influencia sobre la política de seguridad del estado iraquí”, dice.
Sin embargo, hay poca evidencia para sugerir que las milicias están “basadas” físicamente en Irán.

Botas Iraníes en el terreno

El rol militar de Irán en Irak es destacado por la presencia del General Qassem Suleimani,  jefe de la fuerza de élite Quds en el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI). Según se informa, Suleimani está en el lugar con combatientes chiitas, y está coordinando la operación en Tikrit.

Han surgido fotos en Twitter de Suleimani evaluando la preparación de las tropas en Irak.

Qassem Suleimani y jefe del bloque parlamentario Badr, Qassim al-Araji, aparentemente está controlando las posiciones militares.

Stephens dice que el rol iraní no termina en supervisar operaciones, sin embargo, sugiere que los iraníes están involucrados en forma directa en los combates.

“Estimamos que hay probablemente unos cien miembros de la fuerza Quds luchando dentro de Irak — no sólo haciendo mando, control y logística, sino que ellos están combatiendo físicamente también”,  dice. “Están proporcionando tropas y envíos de armas en la forma de lanzamientos desde el aire.”

¿Quiénes son las milicias  chiitas respaldadas por Irán?

Hay muchas milicias chiitas importantes respaldadas por Irán que están tomando parte en la ofensiva de Tikrit.
Kataib Hezbollah, un grupo bien armado y financiado que ha luchado también en la  guerra urbana en Siria, es posiblemente la más potente de estas milicias, según los analistas.
Asaib Ahl al-Haq es una de las milicias más grandes y más formidables de las milicias respaldadas por los iraníes. Surgió de un grupo escindido del Movimiento Sadrista, una milicia liderada por el clérigo chiita agitador,  Muqtada al-Sadr. Se cree que Irán ha ofrecido entrenamiento y apoyo logístico al grupo dentro de Irak.

La tercera es la Organización Badr, un partido político que operó desde su base en Irán durante la guerra entre Irán e Irak de la década de 1980. La organización, que tiene bancas en el parlamento de Irak, fue formada por el CGRI y tiene un ala militar, las Brigadas Badr. Los analistas describen a las Brigadas Badr como una fuerza de combate regular que actúa como una unidad de las fuerzas armadas iraquíes.

Las tres milicias están operando como unidades de Movilización Popular, un organismo matriz que incluye a docenas de grupos paramilitares. Las unidades están bajo la estructura de mando del Ejército de Irak, y se cree que el organismo toma la delantera en muchas operaciones de seguridad iraquíes.

Lealtades Divididas

Sajad Jiyad, un analista de Irak radicado en Londres, dice que aunque estos grupos caen dentro de la estructura de las fuerzas armadas iraquíes, todos ellos tienen sus propias armas, entrenamiento y logística. Algunos también tienen lealtades diferentes, dice

“Kataib Hezbollah y Asaib Ahl al-Haq han dicho muy claramente que son seguidores del líder supremo de Irán, Ayatollah Ali Khamenei,” dice Jiyad. “Así que ellos han dejado en claro hacia quién es su lealtad final. Pero estos son grupos iraquíes con ciudadanos iraquíes.”

Jiyad dice que, aparte de estas milicias chiitas, otros grupos están tomando parte también en la ofensiva de Tikrit, incluyendo milicias que han jurado lealtad a Sadr o al Ayatollah Ali al-Sistani, el más alto clérigo chiita de Irak. También hay milicias turkmenas, yazidis y kurdas que tienen lealtad hacia sus propios líderes locales.

A diferencia de los grupos respaldados por Irán, agrega Jiyad, estas milicias son finalmente grupos iraquíes y “tienen algún tipo de afinidad  y lealtad hacia Irak como nación.”

Temores de Violencia Sectaria

Hay preocupaciones de que la participación militar de Irán en la batalla por Tikrit podría promover la violencia sectaria.  Tikrit es predominantemente sunita y algunas tribus  fueron acusadas de participación en la masacre de cientos de reclutas del ejército chiita en una base cercana en junio.

Algunos líderes chiitas, incluyendo al poderoso jefe de las unidades de Movilización Popular, Hadi al-Amiri, han dicho en forma explícita que la operación en Tikrit sería una oportunidad para cobrar venganza.
Naciones Unidas ha advertido que las operaciones “deben ser conducidas con el mayor cuidado para evitar bajas civiles, y con absoluto respeto por los principios de derechos humanos fundamentales y derecho humanitario.”

El General Dempsey, presidente del estado mayor del ejército de E.E.U.U., dijo que la ayuda militar de Irán en la ofensiva a Tikrit podría ser positiva en tanto no alimente divisiones sectarias.

El analista de seguridad Stephens, dice que la participación militar de Irán en Irak,  alimenta la narrativa del EI de que Teherán y el Occidente están en connivencia para sofocar las quejas sunitas legítimas.

“No hay duda que la intervención iraní en Irak está impulsando una narrativa sectaria,” dice Stephens. “Pero entonces no es exactamente como si el EI no fuera profundamente sectario en su perspectiva.”

 Fuente: Free Europe Radio Liberty

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México