SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Las encuestas de salida en televisión la noche del martes mostraron al primer ministro Benjamin Netanyahu del Likud configurado para retener el liderazgo israelí al final de una campaña electoral amarga.

Benjamin Netanyahu y el líder laborista Isaac Herzog han empatado en las elecciones de Israel, según dos cadenas de televisión, que otorgan 27 escaños a cada uno. El tercer canal da la victoria al líder del Likud por un solo escaño. Si se confirman estos resultados, Netanyahu tendría muchas más facilidades para continuar siendo primer ministro de Israel.

Netanyahu celebró lo que llamó una “gran victoria” en las elecciones del martes. 

“Contra todo pronóstico, gran victoria del Likud, gran victoria del campo nacional liderado por el Likud, gran triunfo del pueblo de Israel”, ha escrito Netanyahu en Facebook y en su cuenta oficial de Twitter.

Los colegios electorales abrieron a las 7 de la mañana del martes, mientras los ciudadanos israelíes se dirigieron a las urnas a votar por la vigésima Knesset de Israel.  Las encuestas de finales de la semana pasada dejaban abiertas las opciones para una carrera apretada.

A las 10 pm, cuando los colegios electorales cerraron, los resultados oficiales comenzaron a rodar. Sin embargo, los resultados oficiales finales no se darán a conocer hasta el jueves.

Netanyahu, que compite por el cargo por cuarta vez (tercera consecutiva), había hecho un último intento en los últimos días de recuperar a los votantes principalmente del bloque de derecha, y prometió la noche del lunes que bloquear un Estado palestino permanecía en su agenda.

A diferencia de años anteriores, los analistas habían dicho que la carrera entre el Likud e Unión Sionista, las dos facciones principales, estaban demasiado cerca como para aventurar confianzas; pero las encuestas de salida mostraban a Netanyahu claramente en mejores condiciones para construir la próxima coalición. 

General votacionesKahlon tiene ahora las llaves del Gobierno que probablemente formará Netanyahu. Con todo y pese a las adversidades aritméticas, Herzog no tira la toalla y ha iniciado negociaciones con Kahlon y otros líderes políticos para formar una coalición. La clave es recabar el apoyo de 61 diputados.

“Aún es posible que Herzog sea primer ministro”, afirma la dirigente laborista Shelly Yachimovich.

Poco después de que se anunciaran las encuestas de salida de las elecciones a las 10:00 pm del martes, el Presidente de Hogar Judío Naftali Bennett llamó al primer ministro Binyamin Netanyahu y lo felicitó. “Acordaron iniciar negociaciones aceleradas para el establecimiento de un gobierno nacional y trabajar en cooperación para la seguridad del Estado de Israel y la nación de Israel”.

Temprano en el día, Bennett había instado a sus seguidores a no caer en la trampa de la autocomplacencia – y no dar sus votos a Netanyahu, tan ansiosos estaban de asegurar que fuera él, y no Yitzhak Herzog, el elegido por el Presidente Reuven Rivlin para formar el próximo gobierno.

Aunque las encuestas mostraban que Hogar Judío perdía apoyo durante las últimas semanas, Bennett se mostró optimista de que el partido podía superar las encuestas, que le daban 12 o 13 escaños a su partido. “El veinte por ciento de los votantes se deciden camino a las urnas”, dijo. “Ese es un momento oportuno para que lleguemos a ellos y convencerlos de que nos voten”.

Sin embargo, el resultado final no fue tan optimista como indicaron las encuestas. El partido de Bennett logró 8 escaños.

Alrededor de 5.883.365 de electores y 10.119 urnas han cerrado una jornada que todavía no ha dictaminado si Israel sigue el camino del líder del Likud, Benjamin Netanyahu, que iniciaría así su cuarto mandato (tercero de forma consecutiva) como primer ministro, o apuesta por el cambio que representa el líder del Campo Sionista, el laborista Isaac Herzog.

Los sondeos previos al cierre de las urnas indicaban una ligera ventaja (4 escaños) del aspirante de centroizquierda pero la aritmética de futuras coaliciones sonríe al candidato conservador. A las 18 hora local (16:00 GMT), la participación era del 54,6%, informó la Comisión Central Electoral. El índice está ligeramente por debajo del registrado en las elecciones celebradas en 2013 a la misma hora, cuando se alcanzó el 55,5%. Sin embargo, supera el de los comicios de 2009. El índice histórico de participación en Israel se sitúa en torno al 77,3%.

Esta jornada es sobre todo un referéndum a la política y figura de Netanyahu. Tras votar en la escuela Pola Ben Gurion de Jerusalén, el líder del Likud ha incidido en su clara táctica de toda la campaña electoral: abrazar la derecha nacionalista para aglutinar su voto y evitar la victoria del centro izquierda.

Fuente: El Mundo y Arutz Sheva