AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Por Alan M. Dershowitz

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Vicepresidente de EEUU Joe Biden en la Conferencia de J Street

J Street – el grupo de presión que pretende ser “pro-Israel” y “pro-paz”, es cualquier cosa menos “abierto” a las opiniones centristas críticas con sus políticas. Ha invitado a varios prominentes oradores contrarios a Israel a hablar en su conferencia nacional, incluyendo a Saeb Erekat, uno de los principales negociadores de la Autoridad Palestina, que ha acusado repetidamente a Israel de crímenes de guerra y de cometer masacres en Cisjordania. También ha invitado a oradores que generalmente son pro-Israel, pero que se oponen fuertemente al actual gobierno israelí. El único grupo de defensores pro-Israel que nunca fue invitado a las conferencias de J Street son aquellos que somos un tanto críticos con J Street, particularmente respecto a su política hacia Irán y otros asuntos relacionados con la seguridad de Israel. Lo sé porque he intentado en varias ocasiones tener la oportunidad de abordar la conferencia de J Street. He implorado personalmente a Jeremy Ben-Ami, el jefe de J Street, ya sea para que me permita dirigirme a la conferencia, o para sentarse conmigo en una conversación pública frente a los miembros del grupo. Se ha negado rotundamente. Hemos debatido públicamente y discutido nuestras diferencias frente a un público no-J Street, pero nunca me ha permitido dialogar con él en el marco de las ideas frente a sus propios seguidores.

Esto es más que irónico. Es hipócrita, especialmente a la luz de las exigencias de J Street de que otras organizaciones, como Hillel y AIPAC, están abiertas a oradores críticos con Israel. Lo que es bueno para Hillel y AIPAC, aparentemente no es bueno para J Street, al menos según las propias normas de J Street.

¿Entonces por qué J Street está tan decidido a negar a sus miembros la oportunidad de escuchar opiniones divergentes de centro-izquierdistas como yo? Debido a que sus líderes temen que si se me permitiera abordar su conferencia, les diría a sus miembros la verdad sobre J Street, una verdad que ellos se esfuerzan por ocultar, sobre todo de los estudiantes universitarios que son atraídos al redil de J Street con falsos pretextos. La clave del éxito de J Street en aumentar las funciones de sus miembros es su capacidad para hablar por los dos lados de la boca. A los de extrema izquierda, les ofrece oradores anti-Israel y pro-BDS, apoyo al mendaz Informe Goldstone, y oposición a mantener la opción militar sobre la mesa como último recurso para impedir que Irán desarrolle armas nucleares.

Para la izquierda suave, se centra en su oposición a los asentamientos israelíes y su apoyo a una solución de dos Estados – posiciones con la que yo y muchos partidarios de Israel estamos de acuerdo. Pero esconde sus polémicas posiciones de extrema izquierda, que ponen en peligro la seguridad de Israel – posiciones con las que la mayoría de los partidarios de Israel no están de acuerdo. También oculta el apoyo financiero que ha recibido de antisionistas como George Soros, así como las declaraciones antisionistas hechas por algunos de sus fundadores y activistas. Hace dos veranos hablé con un grupo mixto de personas pro y anti J Street en el Centro Hebreo Viñedo de Martha. Cuando leí algunas de las posiciones de J Street sobre la seguridad de Israel, algunos partidarios de J Street se quedaron atónitos. No eran conscientes de que J Street ha expresado su oposición a todo uso de fuerza militar contra Irán, incluso como último recurso para impedir que Irán desarrolle o incluso despliegue armas nucleares. Esta posición es aún más débil que la de la administración Obama, que ha rechazado descartar la opción militar, si todas las demás opciones fracasan para detener la búsqueda de Irán de armas nucleares.

Sin distinguir entre un ataque militar israelí y uno estadounidense, J Street afirma falsamente que “los mejores expertos de seguridad de Israel y ex funcionarios advirtieron sobre la ineficacia y desastrosas consecuencias de un ataque militar contra las instalaciones nucleares de Irán” y que “muchos en la inteligencia estadounidense e israelí e instituciones de seguridad creen que un ataque contra Irán sería un fracaso para poner fin al programa nuclear de Irán, e incluso puede acelerarlo …. “

Si bien esto puede ser cierto de un ataque israelí unilateral, no es cierto de un ataque estadounidense o conjunto, que muchos de estos expertos reconocen que causará estragos en el programa de armas nucleares de Irán. Muchos de estos mismos expertos han llamado explícitamente a los Estados Unidos para que mantenga su opción militar como último recurso. Pero J Street, en su sitio web, expresamente “se opone[n] a la legislación que autoriza, fomenta o de otras maneras sienta las bases para el uso de la fuerza militar contra Irán”. Esta legislación se refiere exclusivamente a un ataque americano, no israelí. Sin embargo, “sentar las bases para el uso de la fuerza militar contra Irán” por parte de Estados Unidos es precisamente lo que se necesita para disuadir a Irán de seguir adelante con su programa de armas nucleares, independientemente de si se logra o no un acuerdo. Sentando esas bases de manera creíble, Estados Unidos reduce las posibilidades de que realmente sea necesario emplear su opción militar. Menoscabando la amenaza de emplear la opción militar, J Street aumenta la probabilidad de que tenga que ser utilizada.

J Street, además de socavar la corriente principal de la política israelí y estadounidense hacia Irán, también ha interpretado erróneamente la opinión de aquellos que cita en apoyo de su posición, entre ellos los ex jefes del Mossad, Meir Dagan y Efraim Halevy. Cita a estos dos expertos en seguridad israelíes como contrarios a un ataque estadounidense y a una amenaza de ataque estadounidense. Tanto Dagan como Halevy han dicho en repetidas ocasiones, sin embargo, que la opción militar estadounidense “debe estar siempre en la mesa”. De hecho, la gran mayoría de los expertos en seguridad israelíes, así como la opinión pública israelí, quiere que Estados Unidos mantenga la amenaza militar contra Irán. J Street, que pretende ser pro-israelí, quiere que Estados Unidos elimine esa amenaza militar disuasoria. Pero muchos miembros centristas de J Street no son conscientes de esta posición de extrema izquierda, porque su liderazgo no permitirá que los críticos de esta y otras posiciones de J Street cuenten la verdad a sus miembros.

Por último, J Street ahora está pidiendo el fin del apoyo político bipartidista para el gobierno de Israel, diciendo a los demócratas, incluida la mujer que está en “la vanguardia” del Partido Demócrata, que “todo el mundo ahora tendrá que tomar partido”.

Por lo tanto, yo reclamo un “J Street abierto”. Que sus miembros oigan todos los lados de las cuestiones, no sólo los que son cuidadosamente seleccionados y vetados por sus líderes.

Fuente: The Algemeiner

Traducción: Silvia Schnessel