150319084342_tunez_ataque_624x351-enlace-judio-mexico_opt THE WALL STREET JOURNAL

Túnez ha sido un éxito extraño de la Primavera Árabe, surgiendo como una democracia pluralista aunque todavía frágil. Eso la hace un seguro objetivo de los yihadistas;  el miércoles, ellos mataron a 21 personas e hirieron a 22, la mayoría de ellas turistas extranjeros, en un ataque al Museo Nacional Bardo.

Las autoridades creen que los tiradores planearon inicialmente atacar la cercana Asamblea Nacional mientras los legisladores estaban en sesión. El jueves, el Estado Islámico se atribuyó el crédito por la masacre dirigida a “los ciudadanos de los países cruzados.”

La Primavera Árabe nació en Túnez a fines del 2010, cuando un vendedor de frutas se inmoló en protesta contra el maltrato oficial. El subsiguiente levantamiento popular depuso rápidamente a la autocracia venal de Túnez, y fueron llevadas a cabo en el año 2011 elecciones para un gobierno de transición y la asamblea constitucional.

Ennahda, o Renacimiento, un partido islámico moderado, formó una coalición con laicos y acordó omitir referencias a la Shariah en la nueva constitución. Después de las elecciones parlamentarias y presidenciales del año pasado, Ennahda entregó el poder al partido liberal laico, Nidaa Tounes—una hazaña monumental en una región donde el poder raramente cambia de manos en forma pacífica, mucho menos en forma democrática.

Pero Túnez todavía debe calcular a las milicias yihadistas que operan desde las montañas centrales occidentales del país, y la amenaza del Estado Islámico es un nuevo giro amenazante. El aspirante a califato está expandiendo sus operaciones en Libia con poca resistencia de Estados Unidos, y puede utilizar a Libia como base para atacar dentro de Túnez. Los funcionarios tunecinos dijeron que los dos tiradores habían sido reclutados en mezquitas y viajaron para entrenamiento a Libia.

La intimidación, campañas de reclutamiento y asesinatos islámicos de figuras laicas no han atraído una respuesta suficientemente dura del gobierno tunecino,  menos por la falta de mano de obra y fondos.

La semana pasada el Presidente Obama prometió mil millones de dólares en inversión estadounidense para Túnez por los próximos tres años, y los líderes del Congreso tales como John McCain y Lindsey Graham han puesto empeño en visitar el país para reunirse con sus líderes. Francia también ha permanecido comprometida con su ex colonia, con el Ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, viajando a Túnez el viernes para ofrecer ayuda.

Esperamos que cumplan sus promesas y expandan la cooperación contra-terrorista. Es esencial una presencia y compromiso occidental para impedir que otro estado africano y musulmán descienda en el caos.

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México