Cuarteto de Diálogo Nacional, una coalición comprometida con el diálogo en medio de la transición de la primavera árabe, recibirá el premio el jueves
AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El Premio Nobel de la Paz se entregará el jueves a cuatro organizaciones que ayudaron a salvar la transición de Túnez a la democracia a través del diálogo, un método que a los galardonados les gustaría ver aplicado en Siria y Libia.
“Las armas nunca pueden ser una solución, ni en Siria ni en Libia. Es necesario el diálogo”, dijo Abdessatar Ben Moussa, jefe de la Liga de Derechos Humanos de Túnez, a la prensa en Oslo el miércoles.
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Junto con la Liga de Derechos Humanos, el Cuarteto de Diálogo Nacional está formado por la Unión General Tunecina del Trabajo (UTGG), la Confederación de Industria, Comercio y Artesanía (UTICA), y la Orden de los Abogados.
El Cuarteto recibirá el prestigioso galardón de manos de la presidenta del Comité Noruego del Nobel, Kaci Kullmann Five, en una ceremonia programada para comenzar a la 1:00 pm (1200 GMT) en el Ayuntamiento de Oslo en presencia del rey Harald de Noruega y el gobierno noruego.
El Cuarteto ayudó a salvar la transición del país a la democracia en un momento delicado en 2013 cuando el proceso estaba en peligro de colapsar debido a la agitación social generalizada.
El grupo orquestó un “diálogo nacional” largo y espinoso entre los islamistas del partido Ennahda y sus opositores.
Un extraña historia de éxito
Honrando al Cuarteto de Diálogo Nacional, el Comité Noruego del Nobel quiso arrojar luz sobre Túnez como un éxito poco común para salir de la primavera árabe, el movimiento de los levantamientos populares que se inició en el país.
Mientras que los levantamientos en la vecina Libia, Yemen y Siria han conducido a la guerra y el caos, y el retorno de la represión en Egipto, Túnez adoptó con éxito una nueva constitución en enero de 2014 y celebró elecciones democráticas a finales del año pasado.
“Túnez es una excepción hasta ahora en los países de la Primavera Árabe, pero esto no significa que no puede ser replicado en otros países”, dijo Houcine Abassi, secretario general de la poderosa UTGG.
“Las diferencias, sin importar la naturaleza de esas diferencias, siempre se pueden superar a través del diálogo”, añadió Fadhel Mahfoudh, el jefe de la Orden de los Abogados.
Pero el proceso de democratización sigue siendo frágil en medio de la amenaza del yihadismo.
Las autoridades han declarado el estado de emergencia por segunda vez este año después de un ataque suicida contra un autobús perteneciente a la comitiva de seguridad del presidente que mató a 12 personas el 24 de noviembre, un ataque del que el grupo yihadista Estado Islámico (IS) se atribuyó la responsabilidad.
La semana pasada, Amnistía Internacional expresó su preocupación por la posterior ola de arrestos y detenciones por parte de las fuerzas de seguridad, diciendo que era “una señal preocupante de que las autoridades están volviendo a las medidas represivas y abusivas”.
“La libertad no puede aceptar ningún tipo de sacrificio cuando se trata de los derechos humanos”, dijo Ben Moussa.
“Básicamente el terrorismo se alimenta de la opresión de los derechos humanos.”
‘Causas fundamentales’
Otros dos ataques importantes habían sacudido el país antes del atentado contra un autobús del mes pasado: en marzo, 22 personas murieron en el Museo del Bardo en Túnez, y 38 turistas fueron asesinados en una masacre en un resort de playa en junio.
El miércoles, cinco soldados resultaron heridos en un tiroteo con los yihadistas en una región montañosa del país.
Un grupo de trabajo de la ONU ha estimado por su parte en 5500 el número de tunecinos que han ido a luchar en Siria, Irak y Libia, convirtiendo al país en uno de los mayores criaderos de yihadistas del mundo.
“Tenemos que abordar las causas profundas del terrorismo”, dijo Ben Moussa, señalando “la pobreza y la marginación”.
Es una tarea difícil después de los ataques de este año: la industria del turismo representaba alrededor del siete por ciento de la economía del país y unos 400.000 puestos de trabajo estaban directa o indirectamente vinculados al sector, pero ha ido en picado desde la masacre en la playa.
A finales de octubre, el número de noches de hotel registradas en el país había caído en un 60 por ciento respecto al año anterior, según datos oficiales.
“Tuvimos éxito en nuestra transición democrática, pero tenemos que tener éxito en nuestra transición económica”, dijo Ouided Bouchamaoui, jefe de UTICA, actualmente en desacuerdo con la UGTT sobre la cuestión de aumentos salariales del sector privado.
El Premio Nobel consiste en una medalla de oro, un diploma y la suma de ocho millones de coronas suecas (863,500 euros, $ 951.500).
Fuente: The Times of Israel / Pierre-Henry Deshayes
Traduce y edita: Silvia Schnessel para Enlace Judío México
https://www.enlacejudio.com/2015/12/10/premio-nobel-de-la-paz-para-defensores-de-la-democracia-en-tunez/
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