SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La empresa dice que tomó su decisión “para evitar interpretaciones políticas”.
Por Rina Bassist
París – Por motivos políticos, la empresa francesa SAFEGE se ha retirado del proyecto del teleférico de Jerusalén, que se encuentra en gran parte más allá de la Línea Verde.
También puede interesarte
Después de dos años de participación en el proyecto durante la etapa de estudio de factibilidad, la compañía decidió renunciar a cualquier otra participación, Le Figaro. La decisión fue tomada “para evitar interpretaciones políticas”, dijo al diario un representante de la empresa matriz de SAFEGE, Suez Environnement.
Poma, otra empresa francesa considerada líder mundial en teleféricos, dijo hace unos días que no tiene ninguna participación en el proyecto.
El proyecto del teleférico Jerusalén está diseñado para ofrecer una solución de bajo costo para descongestionar el tráfico en el centro y alrededor de la Ciudad Vieja. El plan consiste en tener el coche en marcha pasando por cuatro estaciones: cerca de la Vieja Estación de tren en el extremo norte de la calle Emek Refaim en el barrio de la Colonia Alemana, fuera de la Ciudad Vieja por la puerta del Muladar, cerca del Hotel Seven Arches en el Monte de los Olivos, y en el Jardín de Getsemaní.
El municipio ha estado promoviendo el proyecto desde hace algún tiempo, a pesar de la objeción inicial por parte del Ministerio de Transporte. Según el municipio, el teleférico será menos costoso y más factible que la construcción de un tren subterráneo o abrir nuevas vías de transporte. El coche aparentemente podría transportar cientos de pasajeros a la vez. El costo del proyecto se estima en 125 millones de NIS, y se espera que reduzca considerablemente el transporte público y privado en las zonas de la ciudad.
Pero las ONG verdes, organizaciones de izquierda e incluso grupos ultraortodoxos han estado abogando ferozmente contra el plan, cada uno por sus propias razones.
Los grupos ambientalistas dicen que levantar los postes gigantes y la gran infraestructura necesaria para el teleférico dañará el medio ambiente, implica el desarraigo de árboles y cambia el perfil de Jerusalén.
Los grupos pro-palestinos se oponen a la expropiación de tierras en Jerusalén oriental para construir la infraestructura, y el temor de que el gobierno esté tratando de establecer los hechos sobre el terreno (o en el aire, en este caso) utilizando el teleférico para conectar el oeste de la ciudad con el este. La participación en el proyecto de la derechista Fundación Ir David (Elad), que opera el jardín arqueológico Ir David, añade más leña al fuego.
Por otro lado, los grupos ultraortodoxos han expresado su preocupación por erigir la infraestructura de altura cerca de lugares religiosos sensibles.
Según Le Figaro, el 10 de marzo, Saeb Erekat, negociador de la OLP, escribió al ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Laurent Fabius, con el argumento de que el plan del teleférico implicaría la expropiación ilegal de tierras de propiedad del fideicomiso Wakf islámico. Unos días más tarde, los ministerios franceses de Exteriores y Economía asesoraron a SAFEGE contra cualquier participación en el proyecto, que pueda implicar complicaciones legales, informó el periódico.
Cuando The Jerusalem Post preguntó, el Ministerio de Relaciones Exteriores francés se negó a confirmar o negar cualquier contacto con SAFEGE sobre la cuestión.
“Francia publicó el pasado junio en la página web de información del Ministerio de Relaciones Exteriores con respecto a los posibles inversores, detallando las implicaciones jurídicas y económicas, así como las implicaciones en el nivel de la reputación de la empresa, en relación con el compromiso económico y financiero con los asentamientos israelíes, incluyendo el este de Jerusalén, que la comunidad internacional considera como territorio ocupado. En cuanto a la información en la prensa que SAFEGE ha abandonado su participación en el proyecto de teleférico Jerusalén, sólo la empresa puede responder a eso “, dijo el ministerio.
En 2007, una organización pro-palestina francesa presentó una denuncia contra los gigantes de transporte franceses Veolia Environnement y Alstom por su participación en la construcción del tren ligero de Jerusalén.
Jerry Lewis en Londres y el personal Jerusalem Post contribuyeron a este reportaje.
Fuente: The Jerusalem Post
