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JAVIER LOZANO

El arzobispo italizano Luigi Negri habla de un Occidente débil y adormilado que si no reacciona caerá muy pronto frente a la “barbarie islamista”.

Si algo han puesto claramente de manifiesto los atroces crímenes perpetrados, grabados y difundidos por el Estado Islámico y la destrucción sin remordimiento del histórico patrimonio artístico es la cobardía de Occidente. Entre adormilado y acobardado, observa con temor como los yihadistas avanzan y penetran incluso en las fronteras físicas de Europa. Pero mientras condenan de palabra unas atrocidades que serán estudiadas en los libros de historia del futuro siguen empeñándose en querer aparecer en estos mismos libros cómo aquellos que no quisieron, no supieron o no se atrevieron a hacer nada para que esto no ocurriera.

Voces de alarma alertan sobre lo que se cierne sobre Occidente si no reacciona. Las primeros gritos de auxilio llegaron de los cristianos de Irak y Siria, masacrados y expulsados de sus tierras. Al estar muy lejos de Europa el problema no era tomado en serio pero el arzobispo iraquí de Mosul, viendo que estaban solos ante el terror, alertó de manera contundente de que “el sufrimiento de los que viven actualmente en Irak es el preludio de lo que cristianos y europeos occidentales sufrirán en un futuro cercano”.

Precisamente en Mosul los yihadistas del Estado Islámico destrozaron las milenarias tallas del Museo de la Civilización, un atentado que no iba tanto contra el patrimonio artístico sino más bien contra toda civilización que no sea la que pretenden imponer mediante su “califato”.

Aprovechando esta significativa puesta en escena del Estado Islámico en el Museo de la Civilización un obispo italiano ha levantado una gran polvareda tras un escrito en el que denuncia la cobardía de Occidente vaticinando un final cercano para nuestra Civilización.
Se trata de monseñor Luigi Negri, arzobispo de Ferrara-Comacchio en Italia, que hace una dura crítica a Europa. “Occidente ha asistido anticipadamente a su final”, asegura en su escrito el obispo, que añade que tras la barbarie del Estado Islámico, también en el museo iraquí,“Occidente ha visto la muerte de su propia civilización, evocada de manera inigualable por Benedicto XVI en su incomprendido discurso de Ratisbona”.

Monseñor Negri recuerda que “la gran civilización occidental es una civilización en la que la variedad de formas de vida, de pensamiento, de costumbres han sabido, y saben, encontrarse, conocerse, valorizarse, combatirse cuando es necesario, pero todo por una novedad de vida humana e histórica que es el signo de la civilización”.

Sin embargo, el prelado alerta de la que se viene encima. “Todo esto, guste o no, se está acabando, si no lo ha hecho ya. El horizonte está marcado por la bandera negra del Califato, bajo la cual yacen la libertad de conciencia y de corazón, la libertad física, la libertad de vivir dignamente y de profesar las propias convicciones de manera libre y responsable”, afirma de manera clara.

Sus palabras no van sólo para los dirigentes de los países sino que la decadencia afecta a todos. Por ello, añade que “la masacre, las atrocidades, se han convertido en algo normal en el imaginario del hombre occidental. Lee sobre ellas superficialmente en los periódicos o en las redes sociales, mira distraídamente las imágenes en la televisión mientras cena tranquilamente, como si fueran acontecimientos de otro mundo”.

En conclusión, Luigi Negri insiste en que “la civilización se ha acabado. Una sociedad moribunda no tiene ni siquiera la capacidad de una auténtica revisión crítica de la propia vida. Y si la tuviera, sería necesario que emergieran todos los que, consciente o inconscientemente, han preparado y siguen preparando, en las formas más distintas, este final: todos los que han perseguido al diálogo más allá de todo límite; todos los que, en el fondo, tienen más miedo de la fe cristiana que de la barbarie de la ideología islamista”.

Fuente:libertaddigital.com