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“A lo largo del Medio Oriente, los terroristas y extremistas están envenenando las mentes de la próxima generación, enseñándoles a odiar, vilipendiar y deshumanizar a israelíes y judíos. Hemos perdido a una generación entera ante la incitación. Ya es suficiente”.

 

Sr. Presidente.

Gracias por convocar a esta sesión. Permítame aprovechar esta oportunidad para agradecer a los oradores de hoy por compartir su experiencia y visiones.

Sr. Presidente.

Hoy,  en todo el mundo los niños son explotados en los conflictos, atacados con violencia, y usados como instrumentos de guerra. Los crímenes son horrendos.

En enero, Boko Haram envolvió a una niña pequeña en explosivos y la envió a un mercado nigeriano abarrotado. La explosión mató a 16 personas e hirió a otras 20. Este no es un mundo que debemos aceptar – un mundo donde niños de diez años de edad son utilizados como armas de guerra. Cuando fallamos en proteger a los niños, fallamos en proteger nuestro futuro.

Sr. Presidente,

Hablo ante este Consejo como el Representante Permanente del Estado de Israel, pero también como un padre y abuelo. Crié a mis hijos, Lior y Tomer, y a mi hija, Oren, en Israel y conozco demasiado bien la normalidad anormal de criar una familia en Israel.

Nuestros hijos van a escuelas con guardias de seguridad estacionados en la puerta, pasamos por detectores de metal para entrar a un centro comercial, y nuestras casas están construidas con una habitación de hormigón reforzado para proteger a nuestras familias de los cohetes. Como otros padres israelíes, quiero ver el día en que nuestros hijos puedan crecer y envejecer sin escuchar el ulular de una sirena de alerta roja o la explosión de cohetes sobre la cabeza. Queremos que nuestros hijos gocen una vida libre de terrorismo – pero ese día aún no ha llegado.

En junio pasado, los israelíes quedaron aterrados  cuando se enteraron que terroristas palestinos secuestraron y asesinaron brutalmente a tres adolescentes israelíes, Eyal, Gil-Ad y Naftali. Aprendimos que los terroristas tomarán como blanco a un niño israelí que está regresando a casa desde la escuela.

 En agosto pasado, Daniel Tregerman de cuatro años de edad, estaba jugando con sus hermanas menores cuando un mortero disparado por terroristas palestinos desde Gaza golpeó su casa y lo mató. Aprendimos que los terroristas tomarán como blanco a un niño israelí que está jugando en su propia casa.

En diciembre, terroristas palestinos arrojaron una bomba incendiaria a un coche que llevaba a Ayala Shapira de 11 años de edad. Las llamas engulleron el coche y Ayala sufrió quemaduras de tercer grado en su cara y parte superior del cuerpo. Aprendimos que los terroristas, incluso, atacarán a una niña israelí sentada en el asiento trasero del coche de sus padres.

El pueblo israelí ha aprendido demasiadas lecciones dolorosas. Los terroristas han robado sus sueños, su niñez y sus futuros a nuestros hijos.

Sr. Presidente,

Hamas puede afirmar representar el bienestar de su pueblo, pero sus acciones reflejan incontables fechorías. El grupo terrorista despliega a menores de edad como atacantes suicidas y los recluta para llevar a cabo ataques contra civiles y soldados israelíes; usa a niños como escudos humanos; y coloca a los niños en peligro al usar escuelas, hospitales y vecindarios civiles como una base para su actividad terrorista.

Vimos abundantes pruebas de estos crímenes el verano pasado. Aquí en New York, el sistema subterráneo es llamado Autoridad de Transporte Metropolitano. En Gaza, Hamas construyó una Autoridad de Terror Metropolitano – millas de densos túneles terroristas que se extendían como tentáculos dentro de Israel. Estos túneles fueron construidos usando a niños obreros palestinos, muchos de los cuales resultaron muertos en el proceso. Los túneles terroristas de Hamas abrían a las puertas de comunidades israelíes – fuera de casas, jardines de infantes, y patios de juego – todo con la intención deliberada de tomar como blanco y asesinar a niños israelíes.

Sr. Presidente,

El liderazgo palestino recurre normalmente a la comunidad internacional para apoyo financiero, pero en lo que hace a financiar, entrenar, armar y adoctrinar a miles de jóvenes y niños palestinos, no hay escasez de dinero. En enero de este año, Hamas – el que se encuentra en el gobierno de unidad palestino – envió a más de 17000, repito, más de 17000 – jóvenes palestinos a 18 nuevos campamentos de entrenamiento militar. Los niños que asisten a estos campamentos son entrenados para disparar armas, atacar puestos de las FDI, y secuestrar a soldados israelíes.

El adoctrinamiento de niños palestinos no es nada nuevo. Ellos nacen en hospitales llamados como grupos palestinos, asisten a escuelas nombradas como terroristas, y se les enseña de manuales que describen al Sionismo como racismo. En las mezquitas, los líderes religiosos están propagando libelos feroces acusando a los judíos de destruir sitios santos musulmanes. En su tiempo libre, los niños palestinos juegan en equipos deportivos llamados como asesinos, miran programas de televisión que enseñan que los judíos deben ser asesinados, y leen caricaturas que los instan a cometer ataques terroristas contra los israelíes.

Pero usted no tiene que tomar mi palabra para ello. El funcionario de alto rango de Hamas, Fathi Hamad, dijo (y yo cito), “Para el pueblo palestino, la muerte se ha vuelto una industria… Este es el motivo por el que hemos formado escudos humanos de las mujeres, los hijos y los ancianos.” La prueba es abrumadora. Hamas no tiene interés en levantar a su pueblo – está sólo comprometido con destruir a Israel.

Sr. Presidente,

La ex primer ministra israelí Golda Meir dijo, “Sólo tendremos paz cuando nuestros enemigos amen a sus hijos más de lo que odian a los nuestros.”

A lo largo del Medio Oriente, los terroristas y extremistas están envenenando las mentes de la próxima generación, enseñándoles a odiar, vilipendiar y deshumanizar a israelíes y judíos. Hemos perdido a una generación entera ante la incitación. Ya es suficiente.

Envíe el mensaje que los niños deben ser enviados a patios de juego y no a campos de batalla; que ellos pertenecen a las escuelas y no a las misiones suicidas; y lo más importante, que los niños tienen valor infinito como seres humanos y no como escudos humanos.

Gracias, Sr. Presidente.

 

Fuente: Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado de Israel

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México