AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – En junio de 1985, la revista National Geographic sorprendió al mundo con su portada. En primera página aparecía una niña afgana de 12 años, víctima de la guerra que asoló su país entre 1978 y 1992, de la que nadie conocía aún el nombre pero que impactaba por la profundidad de una misteriosa mirada.

Mujer Afgana - Enlace Judio Mexico_opt

Aquella imagen, tomada en la escuela de un campo de refugiados de Pakistán y que en principio no iba a la portada, dio la vuelta al mundo y catapultó a la fama al hombre que la tomó: Steve McCurry. La joven cautivó al fotógrafo estadounidense, destacando en medio del caótico laberinto de tiendas de campaña de Nasir Bagh. Nunca nadie la había fotografiado antes.

La historia se puso de nuevo de actualidad en 2002, cuando National Geographic financió una expedición para que McCurry se reencontrara con la joven. No fue sencillo, pero al final encontró a la mujer, que había regresado a Afganistán y a la que, esta vez sí, preguntó su nombre. Se llamaba Sharbat Gula y, diecisiete años después, con 30 años y tres hijos, poco quedaba de la belleza de su juventud. Tras una vida como refugiada, sometida a la dureza de la guerra, ni sus ojos mantenía ya la viveza de antaño.

“En el retrato espero el momento en el que la persona se halla desprevenida, cuando afloran en su cara la esencia de su alma y de sus experiencias…. Si encuentro a la persona o el tema oportuno, en ocasiones regreso una, dos, o hasta media docena de veces, esperando el instante justo. El ahora o nunca es lo que guía al fotógrafo profesional”, explica en su libro.

La carrera de Steve McCurry, nacido en 1950 en Pennsylvania, comenzó precisamente en la guerra de Afganistán, donde utilizó las vestimentas del país para desapercibido y cosió sus carretes a la ropa para poder pasar los controles militares. Luego cubrió los conflictos entre Irán e Iraq, Camboya, Filipinas, Beirut, la guerra del Golfo y de nuevo recaló en Afganistán.

Con 65 años a sus espaldas, el fotógrafo imparte ahora clases en Nueva York y también en Asia y se ha prestado para explicar a la revista The Cooperative of Photography sus secretos para conseguir una foto perfecta. Los trucos se centran en la mejor forma para estructurar la composición de la imagen.

Entre sus principales técnicas están centrar los puntos de interés en las intersecciones de unos trazos imaginarias que dividen la imagen en nueve cuadrados, usar las líneas naturales para dirigir la mirada del público, utilizar las diagonales para dar la sensación de movimiento, aprovechar las ventanas y las puertas para encuadrar la fotografía, encontrar el contraste entre el sujeto y su entorno, acercarse mucho a las personas que posan, romper los patrones y encontrar la simetría.

“Recuerden que la composición es importante -apunta Steve McCurry-, pero también que las reglas se han hecho para romperlas. Lo más importante es disfrutar con sus fotografías y tomar imágenes con su propio estilo”.

Fuente: La Vanguardia