SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La futura candidata presidencial demócrata llama “paso importante” al acuerdo marco, pero advierte que el diablo está en los detalles

Por Ken Thomas y Julie Pace

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Hillary Rodham Clinton

WASHINGTON (AP) – Hillary Rodham Clinton podrá reclamar parte de la victoria si EE.UU. y otras potencias mundiales consuman finalmente un acuerdo nuclear definitivo con Irán.

También será suyo parte del fracaso si las negociaciones colapsan o producen un acuerdo débil.

Sus declaraciones tras el acuerdo tentativo del jueves sugieren que la potencial candidata demócrata para presidente sabe que estos son sus riesgos.

Ella llamó al marco “un paso importante”, al tiempo que advertía que “el diablo siempre está en los detalles”.

“La responsabilidad está en Irán y el listón debe estar en lo alto”, dijo Clinton, quien ayudó a sentar las bases para la diplomacia con Irán como primera secretaria de Estado del presidente Barack Obama. “Queda mucho por hacer y mucho más por decir en los próximos meses, pero por ahora la diplomacia merece la oportunidad de triunfar”.

El tema tendrá un lugar central en el debate de política exterior de la campaña presidencial de 2016. Casi todos los candidatos republicanos potenciales dijeron que el acuerdo marco era peligroso para los intereses estadounidenses.

“Este intento de convertir el fracaso diplomático en éxito es sólo el último ejemplo del absurdo enfoque de esta administración sobre Irán”, dijo el senador de la Florida Marco Rubio. Es probable que él haga de la política exterior una pieza central de su candidatura.

Pero Clinton ocupa un espacio único en el tema nuclear, debido a su papel en el gabinete de Obama. Ella envió a un asesor cercano, Jake Sullivan, a participar en las conversaciones secretas con Irán que llevaron al inicio de las negociaciones internacionales sobre las ambiciones nucleares del país.

Clinton también está navegando en las delicadas relaciones con Israel y la comunidad judía estadounidense, un influyente grupo de votantes y donantes. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, feroz crítico de la proyección exterior de la administración Obama respecto a Irán, describió el acuerdo marco como una amenaza para “la supervivencia” de su nación.

“No sé cómo maniobrar todos los aspectos de esto políticamente”, dijo Ray Takeyh, investigador principal de los estudios sobre Oriente Medio en el Consejo de Relaciones Exteriores. “Se puede apoyar y ser escéptico. Sospecho que esa es la dirección”.

El principio de acuerdo anunciado el jueves por los EE.UU. y sus socios en la negociación – Gran Bretaña, Francia, Alemania, China y Rusia – está destinado a impedir que Irán desarrolle un arma nuclear. Los negociadores tienen hasta el 30 de junio para resolver los detalles técnicos.

El acuerdo eliminaría las sanciones económicas contra Irán una vez que la agencia nuclear de la ONU verifique el cumplimiento de Teherán.

A veces, Clinton ha intentado resaltar su conexión con la diplomacia histórica. EE.UU. e Irán rompieron relaciones diplomáticas en 1979 después de la revolución islámica y la toma de la embajada estadounidense en Teherán, donde retuvieron a 52 estadounidenses como rehenes durante más de un año.

Clinton escribió en su libro de memorias cómo puso en marcha las negociaciones facilitando debates extraoficiales con Irán a través del sultán de Omán, quien sugirió las conversaciones después de ayudar a liberar a un excursionista estadounidense en poder de Irán. Clinton recurrió a Sullivan para establecer contacto con los iraníes en 2012, un paso importante en el camino hacia el acuerdo preliminar del jueves.

Sullivan ha consultado estrechamente con Clinton sobre política, mientras ella se prepara para anunciar su campaña presidencial este mes.

Sin embargo, Clinton también expresó sus dudas cuando las conversaciones se prolongaban y ella se acercaba a un retorno a la política.

El año pasado, Clinton dijo a una organización judía estadounidense que mientras Obama había dado un 50-50 % de probabilidades a un acuerdo, ella era “escéptica de que los iraníes siguieran adelante y cumplieran”. Dijo que había “visto muchas falsas esperanzas desvanecerse con los años”.

Brian Katulis, investigador principal en el Centro para el Progreso Americano de tendencia de izquierda, que se centra en la política de seguridad nacional en Oriente Medio y Asia del Sur, dijo que si el acuerdo completo se alcanza antes del verano, Clinton sería “parte de algo histórico”, por su papel inicial.

Si fracasaba, predijo que ella todavía estaría “en una posición fuerte en el centro del debate, porque Irán sería ampliamente visto como el responsable”.

Con las encuestas públicas mostrando que la mayoría de los estadounidenses están a favor de una solución diplomática para las ambiciones nucleares de Irán, Katulis dijo, “cualquier esfuerzo de los republicanos para criticar el apoyo de Clinton a la diplomacia en última instancia podría empujarlos a los márgenes de debate nacional de seguridad de hoy y alejarlos del centro.”

Clinton parece decidida a ir a la ofensiva en contra de los republicanos en la carrera contra Irán. Después que docenas de senadores republicanos enviaran una carta a los líderes de Irán advirtiendo que el Congreso podría tumbar un acuerdo, Clinton dijo que los legisladores estaban “fuera de sintonía con las mejores tradiciones de liderazgo estadounidense”.

“O esos senadores intentaban ser útiles a los iraníes o perjudiciales para el comandante en jefe en medio de altas apuestas de diplomacia internacional”, dijo. “Ambas opciones desacreditan” a los firmantes.

Derechos de Autor 2015 The Associated Press.


Fuente: The Times od Israel