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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

 

El juicio contra el llamado “contable de Auschwitz”, Oskar Gröning, arrancó ayer con la confesión del procesado, que 70 años después del fin de la Segunda Guerra Mundial se reconoció “cómplice moral” de las muertes en el campo de concentración, donde fallecieron 300,000 judíos.

“Para mí está fuera de toda duda que soy moralmente cómplice”, afirmó Gröning, de 93 años y quien se presentó ante la Audiencia de Lüneburg auxiliado con un andador, la cabeza lúcida y la memoria viva.

Lejos de pretender que desconocía lo que ocurría en Auschwitz o argumentar que sólo cumplió órdenes, el procesado pidió perdón a los sobrevivientes y a los familiares de las víctimas que asistieron a la Corte, para declararse luego a disposición de la justicia.

Fue una declaración que no obvió los detalles sobre el funcionamiento y los objetivos del campo y que se prolongó algo menos de una hora. A diferencia de la tónica en otros procesos recientes por crímenes nazis, Gröning no sólo se pronunció sobre los cargos que se le imputan, sino que ofreció la admisión de culpa moral.

La fiscalía le imputa complicidad penal en el asesinato de 300,000 judíos, de un grupo de 425,000 deportados que llegaron al campo en la “operación Hungría”, en 1944.

Gröning no tuvo relación directa con la selección de presos como aptos para el trabajo, que se convertían en esclavos para la industria nazi, y no aptos, a los que se asesinaba de inmediato.

Tampoco accionó los dispositivos de las cámaras de gas ni formó parte de los comandos de fusilamiento. Su trabajo consistió en confiscar las pertenencias, incautar todo lo de valor y encargarse de que el dinero llegase a Berlín para financiar al Tercer Reich.

Gröning, quien ingresó en las Waffen SS hitlerianas a los 20 años, supo desde su llegada a Auschwitz de la existencia de las cámaras de gas y que estaban destinadas a acabar con los judíos, según su propia declaración.

Los sobrevivientes que se desplazaron a Lüneburg insistieron en que su propósito no es la venganza, ni siquiera ver a los antiguos verdugos tras las rejas, sino luchar contra la impunidad.

El juicio de Gröning parece destinado a aportar testimonios sobre la realidad de Auschwitz frente a las teorías que niegan el Holocausto.

 

Fuente:yucatan.com.mx