AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Por segundo año consecutivo se llevará a cabo en la ciudad de México el Festival Internacional de las Luces (Filux) en 15 sedes del Centro Histórico, con la finalidad de mostrar al público las nuevas técnicas de iluminación y proyección sobre paredes, pero también cómo la luz puede transformar un espacio.
Del 7 al 10 de mayo, recintos arquitectónicos como Palacio de Bellas Artes, Museo Interactivo de Economía, Museo de la Luz, Antiguo Colegio de San Ildefonso; calles como Belisario Domínguez, 16 de Septiembre y Callejón Condesa, así como lugares abiertos como la Alameda Central o la Plaza de Santo Domingo no sólo serán iluminados de colores, sino que también se utilizarán para proyectar animaciones o serán escenarios de instalaciones artísticas inspiradas en la luz. La Sinagoga Histórica Justo Sierra también estará participando con una pieza visual sonora titulada “Ilse”.
El creador de esta instalación es Marcelo Schuster, filósofo y escritor, quien se formó inicialmente en dirección de teatro y a los 23 años dirigió en Buenos Aires “La gangrena”, basada en Yukio Mishima.
Sus estudios de Doctorado los realizó en Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ya con varios libros publicados bajo el sello de Ediciones Sin Nombre, incursionó en el video documental inspirándose en Alexander Kluge con su ensayo fílmico El ojo-grama de la historia que estrena como proemio a la curaduría de la obra de Kluge en la ciudad de México que asimismo tiene el honor de curar.
En 2014 publicó Diaporama, imagen dialéctica como resultado de dicho diálogo con el cineasta alemán, donde ensaya la relación entre el cine y la filosofía. Bajo ese mismo propósito, participa en el Café de las Imágenes que organiza la Embajada de Francia en la antesala a la “Noche de las luciérnagas” en 2013, invocando las reflexiones de Georges Didi-Huberman.
La pieza visual – sonora “Ilse” surgió a finales de 2013, cuando Schuster visitó la Sinagoga Portuguesa de Ámsterdam, y colisiona, bajo un único pensamiento, las cantatas barrocas de su gran inauguración con el silenciamiento desde 1941. “La sinagoga debe volver a ‘cantar’, bajo la piedad inocente de quien no guarda rencor, bajo la madre y el niño, bajo la musa y sus embriones”.
“Ilse” es un homenaje a la memoria de Ilse Weber, poetisa checa que doblegó la amargura del campo de Teresin en una sesión diaria poético-musical de catarsis y esperanza: su poemario reunía a los niños enfermos del Hospital del campo, a los niños inocentemente prisioneros, a su hijo esclavizado y a su otro hijo salvado aunque huérfano de madre. En 1944, los trenes del Este se llevaron a Ilse y a los niños del campo, y ya nunca más se supo de ellos.
Esta pieza recrea, por medio de indicios sonoros, la travesía hacia el Este –hacia los campos de la muerte-, entre la puntualidad de la alarma y la evanescencia del viento que sume la historia al olvido. 70 años más tarde una ráfaga nos devuelve una visión-escucha de lo que guardaban secretamente esos últimos segundos –quizás minutos, quizás horas-, el rostro-voz de una mujer arrullando una canción de cuna –“Wiegala”- a los niños de ayer, aunque también a los niños de mañana.
Por medio de un holograma, las personas que visiten esta instalación asistirán a la visión-al espectro de Ilse- que alguna vez fue silenciada en una cámara de gas, pero regresa indemne a la bóveda de una sinagoga.
Con información de filux.info y eleconomista.com.mx
