SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – China e Israel establecieron relaciones diplomáticas hace apenas 20 años, pero los países están en constante acercamiento gracias a una visión común – la expansión de la economía de la innovación. Israel y China ya tienen más de $ 10 mil millones en tratos comerciales desde el inicio de 2015, con China recientemente pidiendo a Israel que se una al banco Infraestructura Asia como miembro fundador, lo que sugiere que Israel puede convertirse en un aliado económico importante.
Por Maya Yarowsky
El último año ha visto un aumento real en los fondos de inversión e inversores privados viniendo a Israel desde la tierra del dragón, en parte debido a la facilidad de acceso a los mercados del país de Oriente Medio y la actitud de los empresarios locales con la que los chinos dicen que pueden identificarse.
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La ventaja de la Silicon Wadi
Es el enfoque abierto, innovador y arriesgado de Israel en tecnología lo que inicialmente atrajo al notable multimillonario chino Li Ka-Shing para invertir en diez empresas israelíes, entre ellos Waze, sólo en 2012. A través de su fondo de Horizons Ventures, Li sentó las bases para las relaciones tecnológicas con Israel, mostrando a la élite empresarial de su país que era financieramente sólida e incluso necesario para el futuro de la economía china invertir en tecnologías emergentes.
De acuerdo con Gigi Levi, uno los principales inversores ángel de Israel, China, incluso puede “mirar con respeto” a Israel por su título Nación Start Up. “Israel es una pequeña nación que ha logrado convertirse en una superpotencia de alta tecnología”, dice a NoCamels, “Esto es algo muy atractivo para hombre de negocios chino.”
“Creo que el ecosistema de Israel ofrece oportunidades únicas porque está en una posición más competitiva que nunca, y debido a la sensación relativa de que es fácil trabajar con empresas israelíes”, afirma Levy. De hecho, Levy cree que debido a que los propios estadounidenses ven la inversión china como una empresa arriesgada (la inversión estadounidense en China disminuyó significativamente entre 2013 a 2014), los inversores chinos están más inclinados a volverse hacia startups israelíes como una salida para sus propios fondos.
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Omri Shamir, CEO y co-fundador de Startup East, un acelerador y Microfund que se centra en los mercados asiáticos, piensa que el interés chino en Israel tiene mucho que ver con el tamaño del ecosistema, que es 46 por ciento más pequeño que el mercado estadounidense. “Creo que si se compara Israel a Silicon Valley, los inversores asiáticos y las empresas ven a las startups israelíes más accesibles. Israel tiene un mercado local pequeño, lo que lleva a las startups israelíes a buscar nuevos mercados todo el tiempo”.
China: un mercado global por explotar
Con la industria de Internet en China continuamente en aumento y su creciente privatización (a pesar de una historia de fuerte regulación gubernamental), las empresas de Internet extranjeras están ansiosas por entrar en el mercado y cosechar beneficios. De acuerdo con las evaluaciones realizadas por el Centro de Información de Red de Internet de China, en el país más poblado del mundo, el 86 por ciento de la población utiliza teléfonos móviles, lo que representa la friolera de 649 millones de personas.
Debido a que el móvil e Internet se utilizan masivamente en China, los gigantes de Internet en China como Baidu y Alibaba tienen mucho dinero en efectivo para invertir en soluciones de negocio innovadoras que los mantendrán en la cima de su juego. A menudo, estas soluciones se encuentran en Israel. Poco después de la IPO de Alibaba en septiembre, la compañía anunció que invertiría una cantidad no especificada en Visualead, la puesta en marcha de Israel que crea códigos QR “de diseño”. Baidu hizo lo mismo con una inversión en el arranque israelí Pixellot y recientemente encabezó una ronda de inversión de $ 5 millones en el arranque de la educación musical israelí Tonara. Mostrando que los chinos no solo invierten en tecnología, Bright Food adquirió de Israel la empresa de productos agrícolas Tnuva por $ 1 mil millones, un acuerdo que fue casi el primera en su tipo para China, y un gran trampolín para una compañía israelí de cosecha propia en busca de ampliar su mercado.
Shamir dice que mientras los chinos ven a Israel por su tecnología de vanguardia y rompedora, la relación no va en una sola dirección. Según él, no sólo es la inversión china en empresas israelíes, sino también el establecimiento de nuevas empresas israelíes en China. “Las compañías israelíes también ven oportunidades importantes en el Este, y el punto de encuentro de estos dos enfoques es lo que produce una asociación tan exitosa.”
Lazos astringentes con empresas locales
Pero Zvi Shlago de Fondos Synergy, una iniciativa de inversión para establecer negocios israelíes en China, parece menos entusiasta sobre los intentos israelíes de hacerse un hueco en uno de los mercados más difíciles, y hasta hace poco impenetrables, del mundo. “Las compañías israelíes luchan por desarrollarse dentro de China. Luchan para comprender el mercado chino, y luego está todavía a menudo la oposición a la cooperación y la inversión de la parte china. Estos dos factores han limitado el grado de cooperación y el potencial de negocio hasta este punto”.
A pesar de que los inversores chinos están cada vez más interesados en Agritech Israel, biotecnología, informática y soluciones de tecnología limpia (el socio de gestión de Don Ye Tsing Capital recientemente declaró “Cleantech es probablemente el segmento más importante en la cooperación entre Israel y China”), las startups israelíes a menudo siguen luchando por establecer un punto de apoyo en China. Shlago cree que esto se debe a una “falta de historia” entre las dos naciones y aspectos del sistema chino que hacen que los países occidentales, a saber, Estados Unidos y Europa llano, eviten el establecimiento de empresas locales.
Otro gran problema que enfrenta cualquier empresa de tecnología al entrar en China es la propiedad intelectual; China tiene una larga historia de no tener en cuenta abiertamente las patentes y otras certificaciones IP, una tendencia que tanto Shlago como Shamir creen que está en declive: “Muchas compañías israelíes tienen miedo de IP cuando se trata de empresas chinas, aunque el gobierno chino, los tribunales y las propias empresas han hecho una serie de esfuerzos en los últimos dos o tres años para controlar este problema y disminuir la delincuencia IP”, dice Samir.
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Startup East y Synergy Fund esperan reparar algunas de las diferencias en la cultura empresarial dando a las nuevas empresas una base local. Para Sinergy eso significa establecer una filial china para que las empresas israelíes pueden comenzar a crecer dentro de China, a diferencia de lugares como los Estados Unidos. Según Shlago, “El efecto de esto es que en uno o dos años, habrá un órgano estratégico de empresas israelíes en China que se hayan desarrollado allí y verán la inversión continua. Para los israelíes, tendrán gestión local en China que pueda hacerse cargo de todas las cuestiones profesionales, y para los chinos, la compañía es ahora una fuente local de orgullo”. Shlago en particular, cree que al llevar tecnología israelí a China, y no sólo inversores de China a Israel, Israel pueden cimentar su lugar en un mercado en crecimiento que pronto estará sujeto a una intensa competencia internacional.
El tabú del “fracaso” de China
Con la admiración china para la Nación Startup de Israel en su apogeo, la pregunta sigue siendo por qué China no ha fomentado una verdadera economía de innovación propia. Shamir piensa que la vacilación para adoptar una cultura de arranque tiene mucho que ver con la cultura empresarial muy formal en Asia, “Hasta ahora, había poca o ninguna necesidad de innovación en estos países debido a que el foco grande para la generación de más edad era conseguir un buen empleo en una gran empresa. La noción de nuevas empresas y la innovación sólo comenzó a despegar hace cuatro o cinco años, cuando gran cantidad de países se dieron cuenta de que necesitaban una economía creativa para sacudir conglomerados y para mantener vivo el ambiente de negocios”.
Además, Shamir cree que el concepto de “fracaso” sigue siendo muy problemático en los países asiáticos, en contraposición a la mentalidad israelí de toma de riesgos. “La idea del fracaso está rodeada de gran tabú”, dice Samir. Gigi Levy, a su vez, cree que esto es lo que hace que el “descaro” (jutzpá) de Israel sea tan atractivo para “la nueva era” de empresas chinas como Alibaba y Baidu.
La cooperación académica y política
Con el aumento de la cooperación económica entre los dos países, otros sectores están siguiendo su ejemplo. De hecho, China está lanzando un número creciente de asociaciones con universidades israelíes, como la Universidad de Tel Aviv y un centro de investigación conjunta de la Universidad de Tsinghua de $ 300.000.000; así como una donación de $ 130 millones para el Technion – Instituto de Tecnología de Israel, y un programa dedicado íntegramente a la enseñanza de la cultura empresarial israelí en la Universidad de Pekín.
Los políticos también están acelerando el ritmo de visitas para cimentar los lazos económicos, como la reciente visita del ex ministro de Economía israelí Naftali Bennett en China para lanzar el Israeli Business Center en Shanghai, una iniciativa que va mano a mano con el Comité Conjunto de China-Israel de Innovación y Cooperación, un plan de acción de tres años para fortalecer la cooperación en innovación.
Aunque China todavía tiene un largo camino por recorrer hasta que compita con Israel y Estados Unidos por un primer lugar en el Índice de Innovación Global, Shamir cree que es sólo cuestión de tiempo, “A medida que la generación más joven se vuelve en global y se esfuerza por ser diferente, será más fácil fomentar una economía de la innovación”. Cuando se llega a esto, un país del tamaño de Nueva Jersey en realidad puede tener más que enseñar país más grande del mundo acerca de los secretos de fomentar una economía de innovación de los EE.UU. sí misma.
Fuente: NoCamels
