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ELÍAS SANDLER PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

La noche del 6 de mayo vivimos una noche mágica en nuestra comunidad, realizando los festejos de Lag Baomer.

Todo comenzó con los niños realizando manualidades relacionadas con la festividad. Después, todos ellos hicieron un círculo y  se llevó a cabo un relato de uno de los libros de PJ Library, liderado por la Morá Mónica Kligman, y contado por madres de la comunidad.

Posteriormente se encendió una gran fogata que le dio luz y alegría a los corazones de todos los que estábamos ahí presentes, y espontáneamente, nos agarramos de las manos  liderados por la Morá y Shlijá Rony,  y comenzamos a bailar alrededor de la fogata, niños y adultos por igual, sintiendo el espíritu de la festividad.

Tuvimos  un gran convivio, como ya es costumbre en nuestra comunidad de Monterrey, festejando en familia, todos juntos por igual, niños y adultos, de todas las edades, ya que aquí eso nunca ha hecho diferencia, podemos convivir perfectamente y en armonía. Es el tesoro que tenemos aquí en Monterrey.

Por supuesto, como en cualquier fiesta judía, no pudo faltar la comida, entonces, nos dispusimos a disfrutar de unos deliciosos hot dogs, acompañados por unos tentadores elotes, y claro, no podían faltar los tradicionales malvaviscos, todo Kosher, por supuesto.

La verdad, es que cada vez que escucho comentarios de pesimismo y personas diciendo “Esto ya no tiene futuro” “Se va a acabar pronto”  pero hay un evento así, creo que la respuesta es clara: ESTA COMUNIDAD TIENE FUTURO PARA MUCHOS AÑOS,  solamente hace falta ver la unidad y pasión.

Así que está en nosotros el seguir adelante y no en factores externos, como lo hicieron nuestros fundadores en su momento, contando con mucho menos recursos que nosotros, pero con una pasión y un amor invaluable, que compensaba la falta de recursos materiales, que dicho sea de paso, conseguían, de quien sabe dónde y quién sabe cómo.

Así es como en Monterrey  vivimos los momentos comunitarios, buenos y malos, porque, D´s quiera siempre sea en fiestas, pero hay que ir a una Lebaya, Matzeiba, Shive, visitar a un enfermo, etc.  También se hace con esa pasión y dedicación, ya que no importa de quién se trate, aquí todos somos familia, “la pequeña  gran familia de la comunidad de Monterrey”

Si seguimos haciendo las cosas de esa manera, tenemos un futuro largo y próspero.