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RABIH HADDAD

Cuando se volvió obvio que el régimen de Assad y su aliado libanés no se anotarían una victoria rápida en Siria, el partido chiíta ideó medios para ocultar sus pérdidas.

Hasta ahora no hay números oficiales para las bajas de Hezbolá en Siria. En la progresión desde el entierro secreto de combatientes que murieron llevando a cabo sus deberes yihadistas, al anuncio de combatir junto al régimen sirio y la declaración abierta de bajas, y finalmente a la realización de funerales públicos para ellas, Hezbolá ha mantenido en secreto el número de sus pérdidas. No ha habido explicación clara y honesta para el silencio sobre estos números. La lógica nos lleva a dos explicaciones posibles: o el partido no quiere revelar la magnitud de las pérdidas que ha sufrido defendiendo al régimen sirio, o no quiere revelar la enormidad de las cifras comparadas con el número de combatientes muertos en el conflicto abierto con el enemigo israelí. Tal vez ambas explicaciones sean ciertas.

El partido ha usado muchas excusas para justificar su intervención en el teatro sirio. Aquí, también, ciertos factores han llevado a una postura progresivamente cambiante. Con respecto a las dos razones mencionadas anteriormente, el partido puede haber pensado que la batalla no se volvería extenuante y que el número de pérdidas no aumentaría. Después de que el número de pérdidas excedió las expectativas, tuvieron que ser encontradas justificaciones mayores para el conflicto. Debido a que dichas pérdidas han sido enormes, ha tenido que haber una expansión de la conspiración que el partido afirma está enfrentando: takfiris, sionistas y ciertos estados se han reunido para atacar a la resistencia y su proyecto.

No puede haber ninguna duda que la cuestión de los números es un dilema para el partido, especialmente en lo que hace a la comparación entre su participación en Siria y el enfrentamiento con el enemigo israelí. En los círculos pro-Hezbolá, se está susurrando sobre grandes pérdidas, y no sólo se están discutiendo números y cifras. La imagen del partido, que este ha pasado promoviendo durante los últimos 30 años, ha sido puesta en cuestión. Algunas personas incluso han ido más lejos y dijeron que el tamaño de las pérdidas en Siria excede el total de pérdidas en que incurrió el partido desde el inicio de su conflicto con el enemigo en 1982. La pérdida moral radica en el hecho que el partido ha participado en la matanza de sirios y los obligó a dejar sus poblados y ciudades, como sucedió en Qusayr. Al principio, las áreas pro-Hezbolá estaban entusiasmadas, pero a medida que se prolongó la campaña del partido y aumentaron los costos, comenzó a aparecer abiertamente la desazón, y tal vez podría ser expresada en forma suscinta como una pregunta doble: “¿Qué nos hizo ir allí? ¿Cuál es nuestro problema con ellos?”

Regresando al juego de los números, en la batalla de Qusayr solamente el partido perdió a 130 combatientes—el mismo número de combatientes que murieron en la Guerra del 2006. La guerra de Qalamoun de Hezbolá costó al partido 400 hombres cuando fue puesta en marcha en el año 2013. Debe destacarse aquí que la batalla de Qalamoun ha durado cerca de dos años, y el partido está sufriendo fuertes pérdidas allí. Los militantes contrarios al régimen han tomado las riendas y están llevando a cabo operaciones enfocadas en las posiciones del partido. Esto ha provocado que el número de pérdicas de Hezbolá suba abruptamente, excediendo las 1000 bajas, dijeron fuentes cercanas al partido a Al-Modon.

Apagando el contador

Al inicio de la intervención en Siria, estuvo claro que el partido estaba llevando a cabo funerales y llorando a los muertos. Sus rivales inflaron enormemente las cifras, pero sin importar el número verdadero, quedó en claro que cada uno de los poblados pro-Hezbolá de Líbano había derramado sangre para el partido en su batalla siria. A medida que aumentaba la cuenta de muertos, el partido pareció estar siempre más dispuesto hacia el silencio. A pesar del hecho que, en una u otra forma, el partido se ha unido combatiendo en tres frentes separados en los últimos meses—en el sur, norte y oriente de Siria—ha cesado la cuenta de bajas y han desaparecido las cifras. La desactivación del ‘contador’ de Hezbolá ha sido acompañada por el silencio del liderazgo del partido. No ha habido ningún comentario convincente o admisión con respecto al costo: “no hay guerra sin sacrificios, y el público de la resistencia sabe eso”, se les ha dicho a sus partidarios.

Tumbas en Siria

Además de la vaguedad de las cifras, han comenzado a surgir nuevos hechos. Hezbolá ha construido tumbas para sus combatientes en ciertos lugares donde ha tenido lugar el combate—los que tienen importancia religiosa, para ser precisos. Fuentes dijeron a Al-Modon que Hezbolá enterró a una cantidad de sus combatientes (20-25), como está estipulado en sus testamentos, en el suburbio Sayyeda Zeinab de Damasco. Al funeral para los hombres asistieron sus familias, que fueron llevadas a Sayyeda Zeinab por escolta militar y protegidas por el partido.

Certificados de defunción

No obstante esto, queda la pregunta de cómo el partido está ocultando las cifras. En Líbano, cuando es anunciada la muerte de alguien, debe ser formalizada por una declaración por escrito del mukhtar responsable por el vecindario de los fallecidos. Por lo tanto, debe ser fácil referirse al registro civil y descubrir el número de miembros de Hezbolá muertos en Siria. El certificado de defunción debe estar acompañado por un informe médico declarando la causa de muerte, pero esto no ha ocurrido. Fuentes dijeron a Al-Modon que el partido ha tomado distintos pasos para este fin: ha registrado a cinco mukhtars en el sur de Líbano, cinco en el Valle de Bekaa, y cinco en Dahiyeh—todos ellos afiliados al partido cuya tarea es cuidar el papelerío para los combatientes muertos en Siria. ¿Y que mencionan como la causa de muerte? Según las fuentes, todo certificado indica que la muerte fue el resultado de un accidente. En algunos de los documentos fue un accidente automovilístico, en otros un tipo diferente de accidente. Cuando Al-Modon llamó a los mukhtars en las ciudades natales de un número de combatientes de Hezbollah que murieron en Siria, todos ellos dijeron que no estuvieron involucrados en mantener los registros de los hombres muertos y que habían sido formados comités especiales para abordar el tema. Eso es todo lo que dirían, prefiriendo no hablar sobre el tema porque es “peligroso.”

Un mártir es mejor que el otro

Estos procedimientos no son cómodos para las personas que viven en comunidades pro-Hezbolá. Ha prevalecido una lógica de ‘este mártir con grasa, ese mártir con aceite’ y un número de familias ha expresado resentimiento por el secreto. La pregunta central para ellos es esta: cuando el partido está combatiendo al proyecto israelí en Siria, ¿por qué no está jactándose sobre las personas muertas allí en la misma forma en que se jactó de las personas combatiendo al enemigo en Líbano? Sin embargo, hay algunas cosas que los animan. En primer lugar se vuelven familias de mártires. Esto significa que obtienen privilegios y reciben el mayor nivel de atención y cuidado. Luego está la cuestión del dinero: según la fuente de Al-Modon, cada familia que pierde a un hijo en Siria recibe compensación sustancial.

Fuente: NOW Lebanon

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México