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RODICA RADIAN GORDON

 

Al establecerse el Estado de Israel, éste no contaba con una tradición propia sobre la cual su ordenamiento político y su Poder Judicial pudieran fijar los principios constitucionales básicos del país.

Estos días se encuentra en Israel una delegación de jueces, encabezada por el presidente del Tribunal Superior de Justicia del DF, el magistrado Edgar Elías Azar. Invitados por la Comunidad Judía, específicamente el Comité Central, y Daniel Liwerant, así como por la Embajada de Israel en México, la delegación tiene como meta principal construir los cimientos de las  relaciones directas con el Poder Judicial en Israel.

Durante su estancia, la delegación tendrá encuentros en la Corte de Distrito de Tel Aviv, que sirve como tribunal de apelación y —en algunos casos— como Corte de primera instancia, además de la Suprema Corte, ubicada en Jerusalén, que es la instancia donde se juzgan asuntos relacionados a la legalidad de las decisiones de autoridades del Estado, entre otros. Asimismo, la delegación visitará al Poder Legislativo, que es la Knesset —el parlamento israelí— y tendrá encuentros con altos funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores, con académicos y con periodistas.

El Poder Judicial de Israel, cuya independencia está garantizada por ley, es uno de los pilares más importantes de la democracia israelí. En dicho sistema destaca la Suprema Corte: la transparencia, imparcialidad e independencia de sus dictámenes, así como su voluntad para involucrarse en todos los aspectos de la sociedad israelí, le han merecido un lugar central y el prestigio del cual goza no sólo en Israel sino a nivel internacional.

Debido a la falta de una soberanía nacional del pueblo judío durante casi dos mil años, al establecerse el Estado de Israel, éste no contaba con una tradición propia sobre la cual su ordenamiento político y su Poder Judicial pudieran fijar los principios constitucionales básicos del país. Para evitar un vacío, el sistema legal se construyó como un mosaico jurídico, compuesto por leyes que ya existían desde el mandato británico (1918-1948), con parte de las leyes otomanas (vigentes hasta 1917) y, ciertamente, con el patrimonio cultural de la ley judía antigua. Así que el pensamiento legal israelí fue enriquecido por todas estas fuentes, lo que ha llevado a que las sentencias de los tribunales se distingan por su visión, por la profundidad de las disertaciones y por la riqueza de las comparaciones.

El diálogo jurídico entre México e Israel está en sus primeras etapas. En 2011 se llevó a cabo en México una conferencia dedicada al combate del terrorismo, enfocada en aspectos y temas legales —por ejemplo, el lavado de dinero y las conexiones con la delincuencia— con la participación de juristas y académicos de ambos países. En ese mismo año tuvimos también el primer encuentro bilateral de los consultores jurídicos de las secretarías de Asuntos Exteriores.

Hoy por hoy nuestros países confrontan desafíos singulares y comunes, entre los que destacan el fortalecimiento de un Estado de derecho, así como el brindar estrategias de convivencia pacífica en el marco de regímenes democráticos. Estoy convencida de que la presente visita añadirá contenido sustancial al diálogo, específicamente en estrechar la colaboración entre ambos sistemas judiciales.

Embajadora de Israel en México.

 

 

Fuente:excelsior.com.mx