apeim 2La Asociación de Periodistas y Escritores Israelitas de México (APEIM) repudia el libelo antisemita del cual son víctimas la Comunidad judía de Argentina, el Estado de Israel y la solvencia moral del “suicidado” fiscal Nisman.

Nos indignan las acusaciones que la Presidenta de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, hizo a AMIA y DAIA, organizaciones cúpula de la comunidad judía de Argentina, así como al fallecido fiscal Nisman, a saber: ser parte de una conspiración mundial apoyada por organizaciones judías, cuyo modus operandi es manipular al Estado con el objeto de empujarlo a la guerra, aliándose con grupos financieros contrarios a los intereses de Argentina, con lobbies judíos y con el Estado de Israel.

Nos oponemos, a la vez, que se acuse a judíos de doble lealtad y  se les califique de “¿argentinos?” entre signos de interrogación.

Nos parece vergonzoso que, debido a acciones realizadas por su gobierno, los judíos argentinos vivan en un ambiente de temor. El impacto de las acusaciones ya se siente en las redes sociales, donde se incrementaron las insultos y amenazas contra judíos, llegando incluso a denuncias penales basándose en dichas calumnias.

Los judíos argentinos deben ser considerados ciudadanos a parte entera y ser libres de sospecha en cuanto a contubernio con cualquier asunto financiero relacionado con la deuda del Estado.

Solicitamos se les otorgue los derechos completos de todo ciudadano argentino, entre ellos el derecho de sus directivos a manifestar su desacuerdo con políticas adoptadas por el gobierno argentino- como las relacionadas con la solución de los  atentados contra la AMIA  y la Embajada de Israel en Argentina. La democracia debe garantizar que las minorías puedan expresarse sin correr el riesgo de ser acusadas de “traidoras” o “contrarias al interés nacional” y ser “silenciadas”, tal como está sucediendo ahora en Argentina.

Asimismo, esperamos que se lleve a cabo justicia en los dos casos anteriormente mencionados.

Solicitamos se retracten los responsables de las declaraciones calumniosas y xenófobas, y se siga respetando la integridad y la seguridad de los ciudadanos argentinos de fe judía, garantizándose así la paz social que debe caracterizar a un Estado de Derecho.