ELÍAS SANDLER PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La Torá nos instruye con una perashá del libro de Vaykra (Levitico), capitulo 23, versículo 15: “y contarán para ustedes, desde el día después de la festividad (segundo día de Pésaj) 50 días”.

Lag Baomer - Enlace Judio Mexico

Cada uno de estos días, debemos usarlos como una preparación para llegar a Shavuot, fiesta en la que celebramos la entrega de la Torá, y la recolecta de las cosechas, en una mejor condición espiritual, trabajando en algo en particular, durante cada uno de esos días. Como si estuviéramos entrenando para un maratón, o algún reto, para el que requerimos ponernos físicamente en forma, estos días, son para ponernos espiritualmente en forma.

Lo que conocemos como Lag Baomer llamado así por su numerología en hebreo, que son, la letra Lamet y la letra Guimel, que juntas forman el número 33, es decir, Lag Baomer es el día #33 de la cuenta del Omer.

Pero, ¿por qué Lag Baomer es especial? ¿Qué lo hace diferente?. Lo que hace diferente a Lag Baomer son dos cosas, que, en realidad, están relacionadas:

A finales del siglo I y finales del siglo II, cayó una gran peste, que mató a 25,000 de los alumnos de Rabí Akiva, y en el día 33 de la cuenta del Omer (Lag Baomer), se detuvo la peste, y no murieron más, es por eso que en esos días, entre Pésaj y Shavuot, se acostumbra llevar cierta forma de duelo, en recuerdo y respeto a los 25,000 jóvenes fallecidos, no realizamos fiestas, no escuchamos música, no nos cortamos el pelo, e inclusive hay gente que se deja crecer la barba, pero en Lag Baomer estamos felices otra vez, ya que en ese día terminó el sufrimiento.

Durante el imperio romano, Rabí Shimón Bar Yojai, gran sabio judío, estuvo escondido de los romanos, en una cueva con su hijo, durante 36 años, durante ese tiempo, Di-s le dictó el “Sefer Ha Zohar” el principal libro de la Cábala, y el día 33 es su Yorzait (palabra en idish que significa aniversario luctuoso) pero él mismo pidió que ese día no fuera una fecha triste, sino, que todos nos regocijáramos por su memoria, que lo viéramos como un día festivo y estudiáramos Torá en su memoria, y él se encargaría de pedir ante la corte celestial por el bienestar de todos los que lo lleven a cabo de esa manera.

La costumbre es hacer fogatas, y hacer un convivio en su memoria, alrededor de la misma. En Israel, existe la costumbre, de realizar una peregrinación a Merón, al norte del país, donde se encuentra la tumba del Rabi Shimón Bar Yojai, para realizar plegarias, y cortar el pelo por primera vez a los niños de 3 años cumplidos.

Hoy en día, se habla mucho de la Cábala, y se ha vuelto algo, hasta de moda, pero ¿qué es la Cábala en realidad?.  Vamos a entenderlo de la siguiente manera:

Cuando nos encontramos frente al teclado de nuestra computadora, oprimimos una tecla, y aparece plasmada una letra o número en el monitor, pero ¿cómo pasó eso?, ¿qué proceso sucedió?, no lo sabemos, y simplemente cuando deja de funcionar llamamos a un técnico y listo. La Cábala, es eso, es lo que pasa detrás de las acciones que realizamos, más allá de lo que podemos ver, y constatar con nuestros sentidos físicos, es lo que sucede en el mundo, de manera metafísica, por causa de nuestras acciones, sean malas, o buenas. Por ejemplo, si un día, una persona decide realizar una Mitzvá (precepto religioso) hay una cadena de efectos, sobre el mundo que no podemos percibir físicamente, que suceden en el mundo a causa de eso, y por el contrario, si una persona decide no hacer lo que debe, también tendrá una cadena de efectos, que no podemos ver ni sentir, pero suceden, y afectan la vida del universo en general.

Hoy día, se han puesto de moda, muchos centros de estudio, donde argumentan ser estudiosos de la Cábala. La realidad es que para poder sumergirse en el mundo del mistisismo, debemos tener bien claro, todo lo que va a antes de eso (Tanaj, Talmud, Shuljan Aruj, etc.), ya que si no conocemos bien esta parte de nuestro acervo cultural y religioso, de nada nos sirve entrar a algo más elevado, pues no lo vamos a comprender adecuadamente y lo podemos mal interpretar, e inclusive provocarnos un daño espiritual sin darnos cuenta de ello.

Seria algo, como pretender cursar una licenciatura, sin haber terminado la preparatoria, o pretender hacer una maestría, sin tener una licenciatura.

Yo veo algunos problemas con la manera que se ha estado comercializando la Cábala hoy en día, pero por supuesto, esta es nada más la opinión de un servidor, y si alguien está en desacuerdo con dichas aseveraciones, está en todo su derecho, y qué bueno que podamos debatir saludablemente,;estas son mis principales objeciones:

1) La Cábala no es una mercancía, Di-s no lo quiera, para poder lucrar y comercializar con el estudio de la misma.

2) La Cabala es, y siempre ha sido parte de la Torá (base de toda y legislación en el judaísmo) no se puede separar, ni se puede ver como un
ente aparte, ni se puede aislar de la Halajá (código de ley judía).

3) Para estudiar la misma, y mucho mas aún, para pretender enseñarla a otros, uno debe tener el bagaje ya mencionado anteriormente, y ser
realmente una autoridad en judaísmo y ley judía, para poder comenzar en esos estudios.

Tales autoridades fueron, por ejemplo, el rabino Arye Kaplan Z”L, de bendita memoria, gran rabino, autor, y maestro, quien además tenía profundos conocimientos sobre la Cábala y falleció a fines de la década de los 80.

Por lo que no se debe caer en manos de farsantes, que no son lo que dicen ser. Un verdadero guía de Cábala, ni se mercadea, ni cobra por ello. Está muy bien que se divulgue la Cábala, como cualquier otra parte de la Torá, pero por gente adecuada, y con responsabilidad, no por farsantes,
ni por los “Rich and famous”.

Dentro de esta moda, existe gente que quiere guiar y regir su vida sobre este movimiento, pero no hacen lo más básico, como observar las
leyes de Kashrut (leyes dietéticas judías) ponerse Tefilín (filacterias) de manera diaria, observar el Shabbat (día de descanso en el judaísmo) etc. Como decimos aquí en Monterrey “Lo primero, es lo primero”.

Hoy en día, gracias a Di-s, vivimos en una época donde tenemos acceso a libros traducidos a cualquier idioma, tanto físicos como virtuales y facilidad para comprarlos por medio de la red.

Estudiar y aprender sobre la Cábala no es malo, pero es importante empezar a entender las cosas básicas del judaísmo, tales como los cinco
libros del la Torá (que son el Pentateuco), después el libro de profetas y los escritos posteriores, el Talmud, y como parte de él, las Mishayot de Pirkei Avot (enseñanzas de ética de nuestros sabios), el Shulján Aruj (compendio del código de ley judía) etc, esto no es ni tan lucrativo para comercializar y toma mucho mayor esfuerzo y compromiso de nuestra parte, pero vale la pena.

Acerquémonos a guías espirituales de verdad, en centros de estudios judíos genuinos, y vamos a sentir la diferencia.

Deseo que la Torá, sea siempre estudiada, y divulgada, y esto sea por el propósito mismo de su propia divulgación.

En memoria del gran Rabí Shimón Bar Yojay, les deseo un Lag Baomer Sameaj desde Monterrey “ciudad de las montañas”.