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FERNANDO CARBONELL

 

Emma Goldman, la anarquista más temida y amada, un mediodía de Otoño de 1936 entra en un pueblo de Huesca, Albalate de Cinca, para visitar una colectivización agrícola y constatar su éxito: humano, político, económico, ideológico. Aquello, comprobó, es ¡al fin! anarquismo verdadero.

Es el tercer mes de la Guerra Civil Española. Días antes, en Barcelona, por primera vez a lo largo de su vida, a sus 67 años, pudo ver y sentirse abrazada por una ciudad anarquista. Hay quien dice, que nunca, el anarquismo se había realizado como entonces, y que nunca más se volvería a realizar.

Es para mí una alegría reflexionar sobre la idea anarquista en este lugar, que le da vida, y agradezco, a mis compañeros del Sindicato de Artes Gráficas de la CNT el darme esta oportunidad, y a vosotros por acudir. Quiero también recordar a mi amigo, cenetista activo e inolvidable, Quico Rivas, a quien debo haber sabido de Emma Goldman.

Podría usarse Albalate de Cinca y la breve Revolución Anarquista Española como la frontera de dos épocas del anarquismo: la primera, que llamaré “moderna”, cuando el anarquismo era considerado el peor diablo, autor de todos los crímenes, una locura; y la actual, que llamaré “posmoderna”: cuando las ideas anarquistas han ido constituyendo

el sentido común y la base de la vida occidental… con sólo una excepción, que se resiste. ¡Todavía hay demasiada gente que siente horror ante el vacío de poder, en lugar de alegría e iniciativa! ¡La idea de que es posible, y mucho más fecunda, una vida sin estructuras de poder fijas!

Porque para el anarquismo posmoderno, anarquismo es (y voy a ir enumerando las ideas básicas del anarquismo) anarquismo es… (1ª idea): ¡PENSAMIENTO! ¡pensamiento vivo, sin límite, sin fronteras y sin pausas!

Y yo voy, aquí y ahora, a intentar hacerlo: oficialmente, soy profesor de filosofía.

Y sí, voy a hacer aquí filosofía, pero también historia, teología, poesía, arte, pintura, música, performance, etc. ¡que no hay fronteras para el pensamiento!

La vida de Emma Goldman no conoció fronteras.

Había nacido judía y rusa, y trabajó y murió americana. Así que tres orígenes concretos rastrearemos en su anarquismo: su judaismo, su cultura rusa y sus fuentes americanas.

El anarquismo (2ª idea) nace con la Ilustración, es PENSAMIENTO ILUSTRADO. Es decir, humanista. Pensamiento del hombre para el hombre.

… Por los años de la Ilustración (s. XVIII) y con el mismo optimismo humanista, surge en el judaismo ucraniano, y se extiende por toda Rusia, Polonia, y todo el país judío asquenasí, el jasidismo… una especie de misticismo moderno que, con el tiempo,dejará su fecundas huellas en Rusia primero y en… Freud, Kafka, el cine, la pintura, la literatura y toda la cultura occidental.

El jasidismo es heredero de la Cábala, el pensamiento esotérico judeo-hispano medieval, de aquí.

La Cábala… se hace desde la más profunda intimidad.

Es… la vida, “la vida inmediata y real” 1 del individuo, de cada individuo humano y de todos, como dirá Bakunin de la ciencia ideal. Por eso es, en su fondo, secreto.

Pero busca, desde ahí, algo: el pensamiento sin fin, en hebreo, “Ein Sof”, sin límites, sin fronteras y sin pausas. Como el anarquismo (y esta es la 3ª idea): busca la LIBERTAD. Absoluta. Sin condiciones y bajo cualesquiera condiciones. Esa es la pasión de Bakunin, de Emma Goldman y de todo anarquista.

En esto se diferencia el anarquismo del liberalismo. Y Bakunin lo dejó muy claro: Para el liberalismo, la libertad del individuo se limita por la del otro. Para el anarquismo, no debe haber límite a la libertad, la libertad de uno es la libertad de todos 2.

Porque es la libertad del pensamiento, del pensamiento sin fin, común y uno.

Y, para la Cábala, fue buscando ya, esa libertad absoluta… como se creó el mundo.

Dice Bakunin: “si Dios existiera, no habría para él más que un solo medio de servir a la libertad humana: el de dejar de existir” 3.

Pues algo así, fue la creación del mundo, para la Cábala. Fue… así, (lo contaré como un cuento):

Dios eterno es luz sin fin. Y… en un momento… ¡se fue! ¡desapareció! dejando el espacio vacío y oscuro. Se exiló.

Entonces… la luz infinita… que se había contraído infinitamente ¡explotó! ¡salió al espacio oscuro! Formó formas, que pretendían comprenderla, como copas tratando de contener el flujo de luz, pero el flujo de luz ¡las rompió en pedazos! ¡y la luz se fragmentó y fragmentó y fragmentó en chispas y chispas de luz!

El pintor judío y ruso Marc Chagall lo imaginó.

Se ha dicho de una imagen así que es cubista, o surrealista. Pero es algo más: es la visión trágica, dinámica, de exilio y ruptura… de creación y recreación del mundo, de la Cábala.

Formación y fractura, las chispas se encierran en las cascarillas de las copas rotas como almendras en su cáscara, bien y mal en lucha incesante…

“Y he aquí ― escribe Bakunin ― que llega Satanás (en la Cábala, Samael, veneno de Dios) , el eterno rebelde, el primer librepensador” 4

Construcción y destrucción. “Que mis amigos construyan ― dice Bakunin ― yo no tengo más sed que la destrucción porque construir con materiales podridos es trabajo perdido” 5

Y en busca de la luz sin fin, la Cábala busca las chispas de luz encerradas por doquier hasta en los más remotos rincones del mundo y del corazón.

Pero la Cábala encontró un momento… trascendental, en el siglo XVII: con Sabatai Zvi, en Turkía.

Sabatai vivió en éxtasis tan intensos, que en uno, se declaró el Mesías. Y lo que no sucedió con Jesús, sucedió con él: la mayor parte de judíos y sus autoridades, lo siguieron.

Sabatai declaró abolidos el poder y la ley. (Y esta es la 4º idea anarquista: la ABOLICIÓN DEL PODER). Declaró que la misión del hombre es buscar las chispas de luz caídas en la oscuridad del mal y en el pecado, ¡pecar! para sacar de allí las chispas encerradas y llevarlas a la luz sin fin. ¡El santo pecado! La santa transgresión.

Pero eso no es todo. Porque cuando casi todo el judaismo creía que con él llegaba la era mesiánica, el mundo ideal, un día, apostasió. Se hizo musulmán.

El pueblo judío se sintió hundido en un estado de máximo anonadamiento. Dudo que ningún pueblo o creencia haya sufrido una prueba así.

Al cabo, unos rechazaron la apostasía de Sabatai y pensaron que habían sido engañados.

Pero otros, le siguieron. Aceptaron que la más santa transgresión es la santa apostasía y que el supremo acto judaico es abandonar el judaísmo.

Y unos, se hicieron, como Sabatai, musulmanes. Otros, cristianos. Y otros, agnósticos, ateos, socialistas… o anarquistas.

Y otros, tomaron otra vía: genial, supremamente moderna. Aceptaron a Sabatai pero sin abandonar oficialmente el judaísmo, sin alinearse, sin limitarse. Así fue el jasidismo, que empezó, en el siglo XVIII con el llamado “Maestro, del Buen Nombre”

(Baal Shem Tov).

Los judíos llamaban “maestro del buen nombre” a un tipo humano: una especie  de milagrero-curandero-a-base-de-sagradas-palabras-vagabundo-sabio-santomendigo-predicador-revolucionario, al margen de la sociedad.

Hasta entonces, la Cábala había sido un pensamiento minoritario, casi oculto y casi prohibido.

Lo que hizo el Maestro del Buen Nombre fue divulgarla, y aplicarla a la vida cotidiana del hombre común, acercársela hecha sencillez, pedagogía, psicología y cultura popular.

Con esa sencillez, pasión por la enseñanza y la palabra, psicología, vida errante y un sentido profundo, radical, de los misterios de la existencia, nació y creció un siglo después Emma Goldman, en Kowno, Lituania, entonces en el Imperio Ruso.

Ya entonces había en la sociedad judía y por todo el Imperio ruso, sobre todo entre intelectuales y estudiantes, muchos “populistas” y “nihilistas”, que se irían haciendo socialistas y anarquistas.

El jasidismo se vive haciéndolo, en la vida cotidiana, en el presente, aquí y ahora.

Ya. (Es lo que en anarquismo se llama ― y esta es la 5ª idea ― ACCIÓN DIRECTA.) Adaptación a las condiciones del momento. Al fin, siempre, improvisación. Espontaneidad. Magia.

Y lo hacía, con la sanadora palabra, con el sonido de la voz, contando. El jasídico cuenta y cuenta, lo que daría lugar al psicoanálisis. Así, la madre de Emma Goldman sobrecogía a los niños de la casa, por las tardes, contando cuentos.

Y, más allá de las palabras, están los silencios. Y, a veces, más allá de la voz, canturreo, canciones… El jasídico creó un tipo de canciones sin palabras, acción directa, puras emociones, con las que entraba en las oscuridades del alma a buscar, allí, las chispas, allí caídas, y llevarlas a la luz.

Al abrir… los labios… ― cuenta Emma Goldman, la oradora.

― Al abrir los labios… para echarme… a hablar en público, la primera vez … mi mente quedó en blanco. Cerré los ojos. Y empecé. El público… se desvaneció, la sala… había desaparecido; nada recuerdo. Sólo… ensimismada… en… un fluido imparable, en sonidos… nunca oídos… en… mi…… propio… canto …

Yo era un profesor de filosofía que creía usar, para pensar, sólo palabras. Pero hace 10 años conocí a una cantante judía de origen polaco. Era la famosa Sofía Noel. Sofía Noel, librepensadora como Emma Goldman, me dio su amistad y me enseñó el jasidismo, y su canto, desvelador de misterios en el aquí y ahora.

La acción directa, sin mediaciones, del individuo, aquí y ahora, ya: frente a cualquier forma de limitación ¡la niega!; frente a cualquier ley, impulsa a transgredirla.

Muchos sufrimientos e injusticias llevan a la “santa transgresión”. Pero, para el jasídico, ninguna transgresión es tan santa como la que provoca… el valor supremo para el jasídico: ¡la alegría!

Quizá sea este el rasgo más genial y revolucionario del jasidismo, con el que se anticipó varios siglos, hasta nuestros días:

Sobre el fondo de tragedia cósmica de la Cábala, y el fondo de tragedia moral, del Sabataismo, el jasídico pone la alegría como valor supremo: Con alegría, todo es posible.

La alegría lo permite todo.

― Más place a Dios ― decía un jasid ― el pecador alegre, que el justo triste.

Cuando el rabino Elimelej ― dice una canción jasídica ― se nos puso muy alegre… Elimelej… Se arrancó las filacterias (una especie de ornamento ritual que está prohibido quitarse sin más), se quitó también las gafas, y llamó a los violinistas. Y cuandólos / violinistas / violinaron / (o algo así) …

(Esto es la traducción de la letra original, que está en yíddish. El yíddish es el idioma de los judíos de Europa Central y Oriental, una especie de alemán medieval con algo de hebreo y eslavo).

Y sigue la letra: … Y cuandólos / violinistas / violinaron / el violín que vio / li nada / que ellos violi / … … etc. etc. la canción hace unos juegos de palabras, pasa a un nigún y se deshace en carcajadas.

 

                                                   Az der Rebbe Elimelej

Az der Rebbe Elimelej                   Un az di fidle dike fiddlers

Iz gevoren zeyar freylaj                  hobn fidle dik gefidelt,

Hot er oys geton di tfilen                hobn fidle dik gefidelt,

Un hot on geton di brilen                hobn zey … … … … …

Un hot geshikt noj di fidlers di tzvey. … … … … … … … …

Sí. ALEGRÍA. Y esta es la 6ª idea. Pero ahora, entramos ya en el anarquismo de Emma Goldman y, modestamente, en el mío propio y en el de la 2ª mitad del siglo XX, el que aspira ― dice Emma ― a hacer del trabajo (…) disfrute, energía, color (…) tanto alegría como esperanza 6.

Disfrute, energía, color. Libertad para trabajar y hacer del trabajo “lo que la pintura para el artista o el descubrimiento para el científico, el trabajo como fuerza creativa” 7.

Sí. Y esta es la 7ª idea: BELLEZA. Belleza y su producción: ARTE.

La vida ― dice Emma ― es arte. Y ser artista… es: ser parte del torrente de la vida y desde él sentir la tragedia de tantos condenados a carecer de alegría y de belleza.8

Se ha hablado mucho del fin del arte: éste es uno de los aspectos de ese fin:

Que el anarquismo ha agarrado la llama del arte, de los artistas, para dársela a todo trabajo humano. Todo trabajo debe tener la libertad, belleza y realización que se pide para el arte.

Y éste es otro, de los aspectos del fin del arte: que el anarquismo ha llevado su vocación transgresora al arte y lo ha liberado de toda ley, de toda forma, de toda academia.

Es así como el arte contemporáneo ha ido dando el arte de vanguardia y el arte experimental.

Siendo Emma Goldman joven, nació en Polshinok, Rusia, Eleazar Lissitzky.

Judío. Pronto se fue a vivir a Vitebsk, donde había un asentado jasidismo, y donde vivía, y conoció a Marc Chagall. Lissitzky hizo arte sin fronteras. Fue pintor, diseñador, arquitecto, fotógrafo, urbanista,

etc. etc. Artista sin fronteras.

Inventó el Proun… algo entre pintura, diseño, arquitectura, urbanismo… todo ello, y algo entre ello… “Proun” significa “proyecto de afirmación de lo nuevo”. Era, más allá del arte, arte-técnica-y-ciencia como imagen del universo. Esa imagen es un proun.

Lissitzky, como Emma, como Chagall, fueron rebeldes antizaristas, revolucionarios que hicieron o apoyaron los diversos levantamientos y, al fin, la revolución bolchevique.

Los zaristas identificaban a los judíos con los rebeldes.

Once años tenía Emma cuando el zar Alejandro II fue asesinado. Se culpó a los judíos. Y surgió entonces la palabra rusa “pogrom”, que antes significaba “devastación”, y desde entonces significa el asesinato y devastación en masa de la población judía. En español, “pogromo”.

A los 16 años, Emma y su hermana, dejaron San Petersburgo, rumbo a Nueva York.

Apenas recién llegadas, su conciencia, su barrio de exilados judíos rusos y el mundo entero se vio sacudido por los acontecimientos de Haymarket, en Chicago. Como sabeis, en una pacífica asamblea en demanda de la jornada de 8 horas, al estarse disolviendo, hubo una carga policial, una bomba, detenciones en masa, un simulacro de juicio infame, y cinco, condenados y ahorcados.

“Los periódicos los llamaban anarquistas ― dice Emma ― ¿Qué era el anarquismo?”. 9 Y así prendió en ella, una vocación… o algo más profundo… Como se llama en el jasidismo, una Devekut, una devoción. A ella dedicó su vida. Por ella renunció a hijos, matrimonios, profesiones, a cualesquiera limitaciones de la vida… ¡por la vida!… como dice el brindis judío.

Al otro lado, en Rusia, los pogromos se sucedían. “Quien aniquila judíos salva a Rusia” fue una consigna famosa.

En 1913, la familia Rothkovich, con el que sería el pintor Mark Rothko con 10 años, llegaron a Nueva York.

A pesar del desgarro del exilio y de la durísima vida en América, ésta fue, para ellos una liberación y, como para tantos, durante siglos, una inmensa esperanza.

Y pronto, la alegre tradición cantora jasídica se volcó en los musicales de la Segunda Avenida. Eran los años en que, encontrados con los inmigrados del continente africano, se tocaba y bailaba el ragtime, camino del swing y del jazz. Ellos supieron, riendo y bailando, decir lo más importante, con apariencia frívola.

De uno de esos musicales es la canción Viva Colón. 10 En yiddish, Lebn zol Kolumbus, precedente de América, de West Side Story.

Su compositor, escribía para la sinagoga, y para el musical.

En su libertaria letra, que revela el ambiente anarquista de muchas comunidades judías, no sólo se celebra haberse librado en América de pogromos y de despotismos, sino también de las obsoletas costumbres de la ortodoxia judía.

Todo está envuelto en un tono irónico… muy útil más tarde, pues poco después de su estreno fue la Guerra del 14, y las oleadas de linchamientos raciales, antisemitas y anti anarquistas, y otros nubarrones a los que se hizo alusión ahí mismo, en versiones posteriores de esa letra. Pero, su versión original, todavía muy optimista, dice así:

América es un pueblo

que es, te digo, una pasada.

Aquí es todo tan divino

que sí que es, te digo yo… para vivirlo.

Guerras, bestialidades, matanzas…

¡maldita la necesidad que hay de eso!

¡No hace falta… ningún gobierno,

y de un emperador, ni te cuento!

¡Ey! ¡Sí que así está bien!

Cantemos todos juntos…

¡Viva Colón!

¡Bebamos como hermanos! ¡Lej aim! 11

¡Ey! ¡Viva Colón

por descubrir el nuevo mundo!

¡Estad contentos!

¡No creáis a los que gruñen!

Gritad, judíos…

¡Viva Colón!

Para las chicas, ser americanas

es una suerte, es más, un paraíso

porque aquí hay boys… como las arenas del mar

¡Un gustazo! ¡Ay qué flipe!

¡Y no hace falta dote ninguna,

y ya, de las casamenteras, ni te cuento!

¡Y si un pirao lo que quiere es pasta,

puede levantarse a un callo con la que no hay quien ligue!

¡Ey! ¡Sí que así está bien!

Cantemos todos juntos…

etc.

Lebn zol Amerika

A shtetl iz Amerike

a mekhaye jlebn.

Es rit af ir di shjinele;

mir zoln azoy lebn.

Miljomes, biksn, mentshnblut

darfn mir af tsores.

A gubernator darf men nit,

a keyser af kapores.

Ay, s’iz git,

zingt zhe ale mit:

Lebn zol Kolumbus,

trinkt briderlej lejaim!

O, lebn zol Kolumbus

far dem land dem nayem!

Zayt tsufridn,

gleybt nit in di trombes.

Shrayt zhe yidn:

Lebn zol Kolumbus!

(me levanto y me acerco a la diapositiva proyectada)

Far meydlej iz ameritshke

a glik, nor a ganeyden,

vayl boyz iz do kejol hayam,

a tayneg, oy a lebn.

Un keyn nadn darf men nit,

shatjonim af kapores.

Un az a trombonik vil gelt,

krigt er a moyd mit tsores.

Ay s’iz gut,

zingt zhe meydlej mit:

Lebn zol Kolumbus!

… … … … … …

Emma había centrado su actividad en Nueva York.

La familia Rothkovitch, en Portland, en la costa Oeste. Y pronto se afiliaron también a organizaciones de carácter radical.12

El inquieto, el rebelde, el anarquista, encuentra en América, lo que yo llamaría, su poeta: Henry Thoreau, junto a ese grupo de espíritus vitalistas, amantes del hombre, de la naturaleza y del pensamiento sin fin… el sagaz Emerson, el inmenso Walt Whitman…

Pero le he llamado a Thoreau “el poeta” del hombre libre, porque casi nadie como él ha sabido dirigirse, y apelar, al yo, al individuo, a la conciencia. (Para la Cábala, la básica y primera esfera de lo divino es Yo).

Thoreau se dirige a vosotros. A tí… que estás ahí… escuchándome.

Y te pregunta. Como yo, ahora, a ti. Te pregunto: ¿me escuchas, realmente? ¿eres conciencia… viva, que buscas lo justo y verdadero?

Ni el Estado ni sus leyes escuchan. Son máquinas sociales, entre hombres. Tú, sí puedes. Y si quieres seguir siendo hombre, conciencia viva, debes dejar siempre abierta la posibilidad de transgredir las leyes, si éstas no son justas y verdaderas, debes dejar siempre abierta la posibilidad de la desobediencia civil. Al menos, alguna posibilidad.

Y si no te lo has preguntado antes, tú que me escuchas, pregúntate ahora a tí mismo: ¿por qué, yo, desobedecería civilmente? ¿en qué caso, yo, transgredería la ley?

Y escucha también: el Estado tiene un lugar para las conciencias vivas dispuestas a transgredirlo: la cárcel.

Pero para los encarcelados injustamente el muro de la cárcel libera su espíritu, y encierra en cambio, a los espíritus de los de afuera, los que no están en la cárcel, a los siervos del Estado.

Thoreau dice mucho más: “bajo un gobierno que encarcela injustamente, el lugar del hombre justo es la cárcel” 13.

Thoreau supo ver una frontera de libertad en los muros de una cárcel. Cuando el joven Markus Rothkovitch ya buscaba no sabía qué, en la pintura, pintó y pintó las entrañas del metro, de Nueva York.

El escrito de Thoreau Desobediencia civil movió a Gandi, a Martin Luther King, a Emma Goldman.

Emma estuvo varias veces en la cárcel. A los 24 años, por “incitar ― dijo la sentencia― a la violencia” en un discurso. A los 32, por la caza de anarquistas cuando el asesinato del presidente McKinley. A los 48 por pacifista, en plena guerra. Y siempre, por defender los motivos y circunstancias de los violentos. Nunca transgredió Emma, como otros anarquistas sí hicieron, el “no matarás”. Pero sí estuvo muy cerca de hacerlo.

Y ello, por la siguiente convicción: El crimen de un idealista denuncia las condiciones criminales que le impulsaron a él. Ellas son su causa profunda.

En el jasidismo, era siempre justa la obra de “el justo”. Y así era, la acción de “el idealista” para Emma Goldman.

Como en el jasidismo, es la intención, lo que define una acción. Así, “las acciones que tienen una intención honrada ― escribe Emma ― no se pueden condenar nunca” 14.

También fue encarcelada por hablar en público de sexualidad, control de natalidad y liberación de la mujer. En su defensa, en el juicio, concluyó: “si es delito trabajar por una maternidad sana y una infancia feliz, estoy orgullosa de ser considerada una delincuente”. Y destacadas mujeres declararon, también en el espíritu de Thoreau, que seguirían trabajando como Emma, dispuestas a ir a la cárcel.

No sé si fue la conciencia de inmigrante en un inmenso continente la que hizo sentir en Thoreau la fragilidad de las… leyes humanas, frente a la grandiosidad de la Naturaleza y las suyas. Porque Thoreau no sólo es el poeta de la desobediencia civil. También, de la Naturaleza, y de la Utopía.

Sí. Y esta es la 8ª idea del anarquismo de Emma: LA NATURALEZA.

Sí. Más allá de sí mismo, hay una oscura y luminosa ley: la Naturaleza. Y el libro

Walden, de Thoreau, en el que cuenta sus experiencias al irse a vivir al bosque al borde del lago Walden, no sólo es uno de los mejores libros de la literatura americana, sino también es el libro de todo naturista y de todo utopista.

Más allá del metro de Nueva York como espacio alienado, Markus Rothkovitch, con su nombre ya mimetizado en Mark Rothko, buscó en la pintura esa naturaleza, ese espacio donde “el hombre, el pájaro, el animal y el árbol son una sola idea trágica”

  1. Y la indagó. Primero, en el mito clásico girego.

Pero pronto, fue la propia materia (óleo, acrílico, témpera…), extendiéndose en el lienzo, en el papel… fue eso mismo, lo que fue, allí, directamente, descubriéndole esa naturaleza, ese espacio, allí delante y… más allá del espacio que ocupa el cuadro.

 

A los 37 años, Emma funda una revista: Madre Tierra, donde desarrolla sus ideas sobre la realización de la anarquía y la enseñanza.

En la enseñanza, hay que eliminar la represión que separa de la naturaleza, y crear un medio que ponga en contacto con lo que se ama 16.

La educación del futuro será espontánea. Puede serlo. La naturaleza humana es plástica y fluída y puede ser modificada17.

Sí. Walden, de Thoreau, es también el libro de todo utopista.

“Si uno avanza ― dice ahí Thoreau ― en la dirección de sus sueños y se esfuerza en vivir la vida que ha imaginado, se encontrará con un éxito inesperado, en su vida diaria. Algunas cosas, quedarán atrás, y pasará un límite invisible: nuevas, universales y más libres leyes empezarán a establecerse, más simples, y la soledad no será soledad, ni la pobreza pobreza, ni la debilidad debilidad”.

El utopismo, como todo lo grande, tiene grandes peligros. El mayor, quizá, el totalitarismo.

Pero el anarquismo de Emma, es autocrítico. Y esta es la 9º idea: MÁS ALLÁ DE SÍ MISMO, más allá de todas sus ideas y convicciones. Antidogmático. Y, a pesar de su fe encendida, una y otra vez en su vida la puso en entredicho.

Una tarde de Otoño de 1937, Emma Goldman, en su 2ª visita a España, está en el frente de Aragón, el 2º año de la Guerra Civil. Ella es pacifista. Ha sufrido cárcel por serlo y, al cabo, la expulsión de los EEUU. Sin embargo cree que la detención del totalitarismo es prioritaria. Y de su atenta visita, concluye, que si hay un cuerpo de ejército anarquista, cuya cohesión y fuerza está en su idealismo y no en la disciplina represora, es aquél, de Aragón.

Pero ella, sigue con su arma: la palabra, y, más allá de la palabra, su oscura y luminosa devoción, un vértigo, un límite invisible que debe cruzar cada vez.

Una vez, una de muchas ― cuenta Emma ― antes de… abrir los labios para echarme a hablar… tuve una pesadilla. “La sala estaba abarrotada. Yo, en la plataforma.

Di un paso hasta el borde. (…) Un inmenso mar de humanidad llegaba hasta mis pies, y me arrastraba. Luego, de pronto, las olas se alejaron y se alejaron de mí, dejándome completamente sola.” 18 Entonces, me sentí visitada. ¿Qué era aquello?

¿Por qué? Una y otra vez, la vieja pregunta… di alte kashe.

Frägt di Velt di alte kashe… Se hace el mundo la vieja pregunta:

Tra, la lá… lalá… lalá…

Y contestan:

Tra, la lá… lalá… lalá…

Y cuando uno quiere poder decir

Tra, lalála.Tra, lalála…

se hace el mundo la vieja pregunta:

Tra, la lá… lalá… lalá…

Tra, la lá… lalá… lalá…

 

Die alte Kashe

Frägt die Velt die alte Kasche:

Tra…

Entfernt men:

Tra…

Un as men vil kennen sogen:

Tra…

Frägt die Velt die alte Kasche:

Tra…

(más vuelto al público,

sigo, con un nigún jasídico)

Otoño de 1938. Tercer año de la Guerra Civil Española. Emma Goldman hace su tercera visita a Barcelona. El anarquismo hierve en debate. Anarquistas españoles, contradiciendo los principios anarquistas, colaboran con el poder y han entrado en el Gobierno.

Emma no lo condena. La acción directa debe ajustarse a cada situación concreta, y “estoy poco familiarizada”, dice, “con las situaciones internas del momento. Pero no puedo acusar de traidores a unos compañeros que están dando la vida por su causa”.

En ese mismo espíritu, Emma había apoyado entusiasta la Revolución bolchevique en el poder. Cuando fue expulsada de los EEUU se fue a Rusia. Habló con Lenin, ante el que defendió las libertades, que estaba viendo negadas. Cuando la matanza de anarquistas de Kronstadt, su oposición a la dictadura bolchevique fue ya total.

En España tenía claro que Stalin prefería que ganara Franco a que se consolidara la Revolución anarquista.

Cuando la exposición de París, el secretario nacional de la CNT, el gitano Mariano Vázquez, le pidió a Emma que la representara. Y así, en un gitano y una judía, representando a la España anarquista, se abrazaban dos pueblos, parientes desde tiempos de Abraham.

Poco después de acabar la Guerra española, Emma Goldman murió en Canadá, a los 70 años, organizando la ayuda a los exilados españoles.

“Usted ― le dijo Mariano Vázquez ― es la encarnación de la eterna llama del ideal, del cual su vida es ejemplo vivo” 19.

Sí. Y AMOR. Esa es la 10ª idea de Emma. Amor libre. “¡Como si el amor pudiera no ser libre!“ , decía. Y fue amante activa toda su vida.

¡Y BAILE! 11ª idea…

¡Bailaré! ― dijo cuando era adolescente, en su primera fiesta, en San Petersburgo,

que su padre le había prohibido. ― ¡Bailaré hasta que caiga muerta! ¡Qué fin más glorioso!

Y ¡FIESTA!, 12ª idea.

Y ¡BEBIDA!…

Esta conferencia no acaba aquí. Cuando dentro de un rato estéis en el bar con una copa, recordad la canción jasídica que dice y baila:

“El rabino ha dicho que hay que estar alegres.

Así que dejar ya el vino y vamos al aguardiente”

Lustig sein

¡Der rebbe hot geheisen lustig sein!

¡Trinken bromfen! ¡Nit kein vein!

1 Bakunin, Dios y el Estado, Colección Utopía libertaria, Terramar, Buenos Aires, 2010, p. 61.

2 Obra citada, pp. 90ss.

3 Ob. cit., p. 30.

4 Ob. cit., p. 14.

5 Ob. cit., p. 9.

6 Emma Goldman, “Anarquismo: lo que realmente significa”, en La palabra como arma, Tierra de Fuego, La Malatesta

Editorial, Islas Canarias-Madrid, 2008, p. 28.

7 Ob. cit., p. 25.

8

Emma Goldman, Viviendo mi vida, trad. esp. de A. Ruiz Cabezas, 2 tomos, Fundación Anselmo Lorenzo, Madrid,

1996, tomo 1, p. 507.

9 Ob. cit., p. 33.

10 Milken Archiv of American Jewish Music, Great Songs of the Yiddish Strage,Volume 2, 8.559432, Naxos.

11

Que es, en hebreo, el típico brindis judío. Significa ¡Por la vida!

12 Jacob Baal-Teshuva, Mark Rothko, p. 22. Y para otros datos biográficos.

13 H. Thoreau, “Civil Disobedience”, en Thoreau. People, principles and politics, edit. por Milton Meltzer, Hill and

Wang, New York, 1963, pp. 35-58.

14 Véase Emma Goldman, Introducción, en La palabra como arma, Tierra de Fuego, La Malatesta Editorial, Islas Canarias-

Madrid, 2008, p. 14.

15 Véase Jacob Baal-Teshuva, Mark Rothko, Taschen, trad. esp. Barcelona, 2003, p. 33.

16 Emma Goldman, “Francisco Ferrer y la escuela moderna”, en op. cit., pp. 179s.

17 Emma Goldman, “¿Valió la pena vivir mi vida?”, en op. cit., p. 202.

18 Emma Goldman, Viviendo mi vida, ed. cit., tomo 1, p. 363.

19

Ver:https://kaosenlared.net/secciones/item/38269-espa%C3%B1a-el-%C3%BAltimo-combate-de-emma-goldman-.html.