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ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Al tiempo que etíopes israelíes tomaron las calles de Tel Aviv el lunes por la noche para protestar contra el racismo, un reportaje de la televisión mostró ejemplos de discriminación contra miembros de esta comunidad.

Por Avi Lewis

Recientemente, los judíos de Etiopía y sus partidarios han realizado varias manifestaciones en todo el país, provocadas por imágenes de dos policías agrediendo a un soldado etíope. Los miembros de la comunidad protestan por las décadas de lo que ellos llaman racismo institucional.

El reportaje muestra el contraste de experiencias de israelíes de piel clara y etíopes-israelíes mientras buscan empleo, entran a un club nocturno y alquilan un departamento.

En el primer segmento proyectado el lunes, un hombre de piel blanca llena una solicitud de empleo en una tienda de ropa de Tel Aviv. Un empleado toma sus datos y promete permanecer en contacto.

Más tarde, un hombre de origen etíope entra en la misma tienda y llena otra solicitud de empleo. La misma persona le dice que no hay vacantes y le sugiere probar suerte en otra ocasión.

En otra escena, un reportero del Canal 2 aplica para un empleo en un hotel muy conocido y le ofrecen un puesto en el bar.

Más tarde, un hombre etíope-israelí acude a la oficina de empleo del hotel y se le dice que los empleos específicos no están disponibles. En cambio, se le ofrece limpiar cuartos u ordenar ropa en un almacén.

Dese Kasa, un joven etíope israelí comentó sobre el racismo silencioso y oculto que experimenta diariamente como adulto:

“Cuando era niño me llamaban kushi (negro); hoy, ya no me llaman así pero nadie está dispuesto a emplearme. Se nota en sus ojos. Prefiero que me llamen kushi en lugar de sus miradas.”

En respuesta, representantes de la tienda de ropa y el hotel aseguraron que emplean a trabajadores de diversos orígenes y rechazan el racismo terminantemente.

Jeremy Artiah, judío etíope, ex oficial de policía y soldado en una unidad de élite de las FDI, intentó entrar a varios bares de Tel Aviv portando una cámara oculta. Finalmente se le negó la entrada en siete ocasiones, pese a que otras personas seguían entrando.

“Sigo siendo un ciudadano de segunda clase, ni siquiera puedo entrar a un bar. Es una sensación muy difícil. Yo no quiero soñar, pero me duele ver a estos chicos jóvenes que no tienen futuro, sin esperanza,” comentó Artiah.

En otra escena, aparece un israelí que busca alquilar un departamento mientras el propietario destaca sus ventajas. Posteriormente, al mostrarlo a un joven de origen etíope, el hombre hace resaltar los problemas e inconvenientes del alquiler.

“No puedo cambiar mi color de piel. El ser de piel oscura no es un castigo, sino un orgullo que nadie me quitará. Quizás en el pasado deseaba ser blanco, pero era sólo un niño. Haré todo lo que esté a mi alcance para luchar contra el racismo,” dijo Artiah. “Esto duele más porque no tenemos otro país.”

Times of Israel