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EDUARDO HADJES NAVARRO PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Queridos amigos, ¿estará la bondad, la caridad, la inteligencia, la pureza de pensamiento y la racionalidad, siendo derrotadas por la ingenuidad?

Acabamos de enterarnos que el Vaticano, ha reconocido al Estado Palestino y, de inmediato, el Papa Francisco, ha recibido con el máximo de honores, a Mahmud Abbas, en su calidad de Presidente de dicho Estado

¿Se habrá encargado alguien, al efectuar tal reconocimiento, de averiguar dónde se encuentra dicha nación, cuáles son sus límites territoriales, capital, idioma oficial, moneda con que efectúan sus transacciones, régimen que los gobierna, dónde funciona su parlamento, método de elegir Presidente, parlamentarios, alcaldes y autoridades en general?

Si es que lo hicieron, ¿Se encontraron con Hamás y sus terroristas o con la ANP y sus corruptos dirigentes?

Sabemos, sin lugar a dudas, que Francisco I es un hombre sabio, bondadoso, respetuoso de sus semejantes y que está cambiando radicalmente la manera de conducir la Iglesia Católica. Sin lugar a dudas, tenemos muy claro que no es antisemita. Más aún, es casi seguro que nunca antes hubo un Papa tan cercano a los judíos.

Si todo esto lo tenemos tan claro ¿Cómo podemos explicar la aberración cometida con respecto al reconocimiento del “Estado Palestino”? ¿Es tal la presión que ejerce la Curia Romana sobre el Pontífice, que lo lleva a cometer un acto de tal insensatez que sólo logrará echar más leña al fuego, alejando, una vez más, cualquier posibilidad de reiniciar y llevar a buen término, las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos?

El Mercurio, en su edición del domingo 17 de mayo, nos informa en A 4 “Papa llama a líder palestino “ángel de la paz””. A continuación, nos indica que en el Vaticano, tres días después de reconocer formalmente al Estado Palestino,  el Papa Francisco recibió al Presidente Palestino, diciéndole “Usted es un poco  como un ángel de la paz”, hablando durante 20 minutos, sobre la paz entre Israel y los palestinos.

Por si algún despistado lector se pasó de largo tal monstruosidad, al día siguiente, vuelve a recordar tal noticia, en A 6, al informar de la canonización de dos monjas palestinas. Se refiere a Mariam Baiwardy y Marie Alphonsine Gattas, ambas monjas del siglo XIX, las cuales fueron canonizadas el domingo, junto a otras dos monjas, francesa e italiana respectivamente.

No sé si Abbas sabía anticipadamente que sería elevado a la categoría de ángel de la paz, pero, por las dudas, concurrió a la cita con el Papa, acompañado de dos mil fervorosos peregrinos palestinos. ¿Significará por ventura que los cristianos dejarán de ser perseguidos y discriminados en tierras palestinas, ya sea en Gaza o Cisjordania? Si los antisemitas de siempre, culpan de todos los males del Medio Oriente y del mundo, a los judíos, harán extensible esta liberación de muerte a los cristianos, luego de tan folclóricas declaraciones.

Tenemos muy claro que Abbas y los palestinos, sabiendo que sus posibilidades de lograr la paz con Israel, son simplemente remotas, ya que ellos pretenden actuar como grandes triunfadores, al exigir que sea sólo Israel el que deba hacer concesiones, sin que ellos hagan ninguna, salvo exigir nuevos petitorios, cuando vislumbran alguna posibilidad de acuerdo, se han especializado en efectuar pedidos de reconocimiento y/o ingreso a cuanto lugar les sea posible. Ellos confían en que los generalizados sentimientos antisemitas que imperan desde hace alrededor de dos mil años, en tantos países y ahora, en  instituciones internacionales, que ya nada de ellos debe sorprendernos. Lo que sí resulta inexplicable, es que en el Vaticano del 2015, donde se supone se acata lo que determine el Papa Francisco, se desconozca que los palestinos, en inglés claman por la paz, mientras en árabe, llaman a la destrucción de Israel.

Resulta inaudito que, mientras el Vaticano y el mundo observa atónito, cómo los grupos extremistas islámicos, masacran a miles de cristianos, el Papa recibe tan pomposamente a Abbas, representante de ese islamismo extremo, por más que se pretenda disfrazar con piel de oveja. No puede tener cabida en mi mente que Francisco sea indiferente a las amenazas proferidas por los palestinos y por los islamistas extremos en contra de Israel, dándole un premio inmerecido a Abbas, al reconocer un Estado que pretende, en la realidad declarada por ellos mismos, sustituir un Estado pujante, donde las diferencias religiosas y de cualquier tipo, son respetadas a cabalidad, como es Israel, por un gobierno que, si llegara a ser tal, no dudaría y no duda, en perseguir a todo el que no piense como él.

¿Acaso se puede pretender que el Papa y el Vaticano, han olvidado que Abbas, el que “es un poco como un ángel de la paz” ha declarado enfática y categóricamente que cuando se establezca el Estado Palestino, en su territorio no habitará ningún judío ni ningún refugiado palestino?

Sabemos que sus pretensiones son asesinar a todos los judíos que viven en Israel. ¿Pensará hacer lo mismo con los palestinos que viven en la zona, incluidos los campamentos existentes en tantas naciones árabes vecinas? ¿Será posible que al Vaticano y al Papa no les interese la vida de estos millones de personas?

David ben Jaim