AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El segundo festival anual en el desierto- la versión israelí de Burning Man, celebra la cultura radical y la autosuficiencia.

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Participante observa una quema de instalación en el segundo festival anual Midburn, siguiendo el modelo del evento norteamericano “Burning Man”, Mayo 24, 2015. (Ben Kelmer/Flash90)

El desierto del Néguev durante el fin de semana… se realizaron raves toda la noche e interactuaron con instalaciones de arte gigantes, todo ello con el afán de explorar el significado de la vida y desafiar la autoridad del Hombre.

El festival, que sigue el modelo del evento anual de una semana de duración que tuvo lugar en Black Rock Desert, Nevada, estableció una ciudad temporal, “creando una plataforma que permitirá un estilo de vida comunal, así como la creatividad, el arte y la auto-expresión radical”, según el sitio web del festival.

Midburn juega con las palabras midbar (desierto, en hebreo) y burn (quemar, en inglés), que es la culminación de cualquier evento Burning Man, cuando se quema una efigie de madera del Hombre proverbial. El festival se describe como un experimento de comunidad, arte, expresión personal y autosuficiencia.

Este año, el festival incorporó 67 instalaciones, y dio luz a una directiva clara para ayudar a la región del Néguev, al atraer visitantes. Se realizó después de semanas de discusiones entre los organizadores y la policía, quienes pensaron en incrementar la seguridad en el lugar del festival y en implementar restricciones a la desnudez.

Muchos participantes crearon campamentos temáticos, los cuales giraban en torno a la música, el arte, la meditación, la comida o las representaciones artísticas. Típicamente, los artistas trabajaron en equipo durante los meses previos al festival para crear las instalaciones gigantes de arte alrededor del piso del desierto. Durante el festival, no hay intercambio alguno de dinero (excepto por hielo), y los participantes bailan en los raves toda la noche bajo las estrellas, abrazándose en lugar de dándose la mano, y tratando de dejar el desierto tan limpio como cuando llegaron.

Fuente: The Times of Israel / Traducción y adaptación: Miriam Baley